Tengo a favor el hecho de que tú aún no sepas leer, de lo contrario, sentirías vergüenza y no un gran cariño por mí. El tiempo faltaría para perdonarme si nunca te hubiera llegado a conocer hermosa bebe pues mientras tu crecías dentro del vientre de tu señora madre yo intentaba escapar de mis fantasmas sin pensar, ni por un momento, en ti y es que además de narcóticos me hizo falta creatividad para poder imaginar lo linda que podrías ser.
La idea primaria de este cambalache era un corazón roto, alguna decepción, una caricia, un dolor o lo que me encontrará en el camino pero tu Señora Madre tuvo la idea de sentarte a mi lado por que debe ir de compras y amenazo no cocinar si era incapaz de entretenerte por sólo unas horas. No había alguien más en casa así que no pude rehusarme. Te senté sobre mis piernas para hacerte mil muecas ,que sabes bien, te hacen reír a carcajadas pero encontraste mucho más divertido darle de manotazos al teclado de la PC. Trate de explicarte que así no puedo escribir pero me respondiste con monólogos extraños y algunas gotas de baba que no entendías. Lo siento Gigi (diminutivo carente de gracia que por ahora utiliza la familia para referirse a ti) pero yo tengo que escribir aunque luego ni tu misma puedas leer esto. Así es mi vida Gigi y conoce un poco de una vez: tienes un tío que encuentra fascinante escribir y peligroso vivir. Tuve que acomodarte en la cama en la cama para poder sumergirme en mi mundo. Regué de juguetes la cama y basto un descuido para que eligieras mi agenda llena de apuntes que sólo yo entiendo. Di un grito al ver que empezabas a morderla, no pues Gigi eso ya era demasiado, esas hojas sólo tienen un tipo de sabor para mí ya que en ella esta escrita la estructura de toda una novela que escribo regularmente todos los días ¿Y tú me la vas a venir a destruir? ¿Qué clase de mostró eres acaso? ¿O será que trabajas para el enemigo?. Por suerte aceptaste un cambio y tuve que darte mi osito de peluche llamado Maniático que te entretuvo mientras tratabas de arrancarle el ojo derecho. A mí me entretuvo admirarte, creía encontrarme dentro de tus ojos y caí rendido a las ganas de escribirte lo que sea, esto por ejemplo.
Miras al techo blanco y sonríes, tal vez un duende travieso te observa. Me miras y mantienes la misma sonrisa, espero que no creas que soy el mismo duende que esta pegado al techo. Aunque no lo digan, sé que te pareces mucho a mí, sobretodo cuando frunces el ceño, ambos lo hacemos del mismo modo pero por distintos motivos: Tú lo haces si te quitan el biberón de la boca, yo lo hago si me quitan algún libro de las manos y todo por que la doctora ha dicho explícitamente que no pudo leer ningún libro, a menos que sea la Biblia, hasta que mi recuperación psicológica haya avanzado: Yo Prefiero no leer. Hubiera sido un verdadero problema si me hubiera prohibido escribir, sólo por ese motivo mi posible demencia sería completa. Te miro y me pregunto si padeces algún tipo de enfermedad que acelera tu crecimiento por que ¡Estas enorme! todavía recuerdo el primer día que te trajeron a casa y pude conocerte. Eras un pequeño bulto envuelto en media docena de frazadas que escondían tu rostro. Yo llegué tarde de estudiar y al abrir la puerta percibí otro esencia dentro de la casa. Era tu energía que invadía todos los rincones. Corrí al cuarto que habían preparado especialmente para ti, al verte casi me desmayo y fue penoso descubrir un misterio: Las propagandas nos engañan con aquella imagen del recién nacido perfecto, libre de escamas y piel firme. Yo nunca había visto a un ser así y tú eras un masita humana Gigi, una capa de piel se caía de tu cuerpo y había que esperar un tiempo para ver como habías quedado, felizmente todo fue un éxito, eras las más bella de los bebes. Te dije algunas palabras en voz bajita para que no las escuchara tu madre y pensé que me costaría aceptar que ahora el apellido se había prolongado. No me equivoque pues hasta ahora y cada vez que te veo no se que hacer para explicarme como una niña tan pura e inocente también lleva mucho de mi sangre.
Te has quedado dormida y me apresuro en apreciarte nuevamente, es una nueva misión que yo sólo me he encargado, así no pierdo mi tiempo en otros asuntos. Me haces recordar a dos hermosas agradables niñas que imagine jugando contigo alguna vez y que hoy estoy condenado a no volverlas a ver. Aprovecho en hablarte sé que no me entiendes y así es mejor, total, nadie lo hace. Te cuento cosas tristes y me echo a llorar, pido que me regales siempre una sonrisa y prometo intentar que todo va a cambiar, es raro recobrar el corazón contigo porque ni bien he terminado de hablar despiertas con un sollozo que antes no había visto, tus lagrimas sólo caen, pareces solidarizarte conmigo, pareces calmarme. Te levanto en brazos, te abrazo fuerte y sé que esos abrazos te hacen feliz por que en el acto ríes y yo también. Te doy vueltas y tus risas se convierten en carcajadas, miro al cielo y ruego para que Dios un día me haga el favor de regalarme una bebe tan preciosa como tú. No tienes que darme una esposa si luego me va hacer llorar, sólo tienes que dejar una niña detrás de la puerta , esconderte luego de tocar el timbre y al descubrirla yo entenderé, al fin, que los milagros si existen y que mi imaginación esta cada vez peor.
Calmada y libre de llantos te senté otra vez en la cama y empezaste a ensayar el Ma-má que cada día mejora más. Espero que luego de terminar con esa palabra empieces con el mi nombre aunque la labor se un poquito más complicada por las cantidad de sílabas. Parecías con hambre así que fui a la cocina y comprobé que la ración de leche que debe durar un mes para un bebe promedio tú la habías secado en sólo una semana. No había leche y no es mi culpa Gigi así que antes que empieces con un tu concierto de gritos busque un par de chupones con sabor a frutas, fresa para ti y naranja para mí. Demás esta decir que esos chupones tienen un agradable sabor. Serás muy observadora seguramente pues notaste mi estante de autos que colecciono y no dejaste de señalarlos con el dedo, sabía que los querías pero también sabía que era un capricho. Tu carita me gano y resignado tuve que darte alguno de ellos pero no me pareció nada justo eso de darte mis juguetes cuando tu tienes los tuyos derramados por toda la casa.
La puerta hace un ruido, es mi hermana y si bien antes nos distanciaba algo que nunca supimos bien que era, hoy nos une algo que ambos queremos con toda la vida. La alegría te invade al ver a Mamá, ella te levanta y se alista a darte de lactar mientras yo trato de ocultar lo que acabas de inspirar Gigi. Al dormirte te llevan a tu habitación, tu Padre vendrá en horas y debes lucir bien así que debes descansar un poco para que también tengas energías a la hora de jugar con él. Sin ti ya no me provoca seguir escribiendo, es como si hubieran raptado a la musa aunque sé que más tarde esta me va a visitar y me a obligar a escribir alguna que otra tonta historia que contara. Ordeno tus juguetes y los míos y los llevo a tu dormitorio y desde ahora te digo que puedes venir a jugar conmigo cuando quieras pero si tienes alguna tarea de matemáticas será mejor que te alejes de mí y recurras a buscar ayuda de verdad pues yo he nacido vetado para aprender ese curso. Puedes venir conmigo si Mamá no te deja ver los dibujos animados que dan por la tele sólo por que ella esta viendo el canal animal para sentirse un poquito más animal o puedes venir a mí si tienes una pena que confesar, no prometo aliviarla pero puedo llorar contigo ya que es algo que se hacer muy bien. Puedes desarrollar tu anatomía Gigi pero nunca dejes que tu corazón crezca para poder seguir hablando ese hermoso idioma que los niños saben. Si no logras conciliar el sueño pueden tocar mi puerta sin miedo alguno, siempre tengo una historia de hadas y princesas. Puedes salir a donde quieras Gigi pero jamás te alejes de aquí por que ni el mismo cielo azul donde una vez quise estar es mejor que tú.
LINDAS EXPRESIONES QUE HAS UTILIZADO...ESTA LINDA!