La NASA ha anunciado que tras cuatro años de procesamiento de los datos transmitidos por el transbordador espacial Endeavour, ha completado lo que se considera el mapa topográfico más completo de la Tierra.
Los descubrimientos de los científicos estadunidenses han ido mucho más allá. Entre otras cosas han encontrado mil pequeñas islas amenazadas por las marejadas y las tormentas
Los datos que, según el anuncio de la agencia espacial podrían llenar la biblioteca del Congreso de EU, incluyen el 80 por ciento del total de la masa terrestre.
El objetivo de la NASA era reunir toda la información posible desde el espacio para elaborar el más extenso mapa topográfico del planeta. Durante estos cuatro años, la enorme cantidad de datos recolectada desde la órbita terrestre ha sido transformada en precisos modelos digitales de elevación de la superficie terrestre.
“Esta ha sido probablemente la misión más importante de carácter cartográfico que se haya realizado jamás”, dijo Michael Kobrick, científico de la misión del Endeavour que giró en órbita terrestre en febrero de 2000.
El científico agregó que los datos proporcionados por el Endeavour cubren los territorios de Australia y Nueva Zelanda con un detalle sin precedente y revelan por primera vez grandes extensiones de la superficie del planeta que en otras misiones estaban cubiertas por las nubes.
Dirección de las mareas y prevención. También incluyen más de mil islas de la Polinesia y la Melanesia en el Pacífico Sur, así como islas del Índico y el Atlántico. Kobrick indicó que muchas de esas islas son de bajo nivel y muy vulnerables a los efectos de las marejadas y las tormentas y su conocimiento tal vez ayude a evitar catástrofes como la ocurrida a fines del pasdo año en el sudeste asiático.
“Conocer exactamente hacia dónde se van a dirigir las aguas es vital para mitigar los efectos de futuros desastres como el maremoto del océano Índico”, manifestó.
Según John LaBrecque, director del Programa de Riesgos Naturales en la agencia espacial, los datos proporcionados por la misión podrán utilizarse para una exploración “virtual” de la Tierra.
“Con el tiempo, otras misiones (en el espacio) podrán utilizar la misma tecnología para detectar los cambios que se hayan producido en la superficie de la Tierra y hasta para configurar la topografía de otros planetas”, dijo.
En el 2000 un radar de 13 toneladas rastreó la superficie terrestre
Durante once días de febrero del año 2000, un avanzado radar de trece toneladas de peso, el doble que un elefante africano de tamaño medio, rastreó la superficie de la Tierra a bordo del transbordador espacial Endeavour, que dio 176 giros a nuestro planeta para completar esa misión científica llamada “SRTM”.
El objetivo de la NASA era reunir toda la información posible desde el espacio para elaborar el más extenso mapa topográfico del planeta. Durante estos cuatro años, la enorme cantidad de datos recolectada desde la órbita terrestre ha sido transformada en precisos modelos digitales de elevación de la superficie terrestre.
El instrumento que voló en el Endeavour, capaz de obtener imágenes del suelo incluso con presencia de nubes, bombardeaba el terreno con ondas de radio que rebotaban hacia el espacio, donde eran captadas de forma independiente por dos antenas, una de ellas viajaba en la bodega del transbordador Endeavour.
La otra consistía en un mástil de 50 metros de largo, adherido a esa nave. Fue la estructura rígida más grande que ha volado por el espacio. Con una técnica de interferometría, la información recogida por ambas antenas era combinada para poder crear estos precisos mapas.