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Natalia y Julieth II

-No te preocupes; Menos mal que no estas sola; yo tampoco se como decirle a mi lalita…- dijo también con lagrimas en sus ojos Natalia.

-No estemos triste; Nos tenemos la una a la otra- y Julieth abrazo fuertemente a Natalia; luego la beso apasionadamente, tratando de trasmitirle todo lo que la necesitaba. Cuando se separaron Julieth estaba agitada y encendida por un delicado rubor. Natalia se quedo mirando fijamente a Julieth. Pensó que era increíble como empezaba a depender de ella y como la amaba sin saber que esta estaba pensando justo lo mismo.

Julieth la volvió a besar, tomándola por el cuello. Deslizó su mano por su espalda rozándola con las yemas de sus dedos bajándola y subiéndola en un movimiento dulce y acompasado. Natalia bajo su mano hacia la cintura de Julieth, quien empezó a besar a Natalia por el cuello, exhalando con cada beso el dulce y místico aroma del cuerpo de su amante, y zafando las tirantas de su pijama. Observo el nacimiento de sus senos, y lo beso con una exquisita sutileza. Natalia deslizo su mano hasta el pecho de su compañera y le desabrocho la blusa. Se besaron espontáneamente. Cada movimiento las llenaba de un nuevo placer, cada roce les hacia conocer un mundo hasta ahora desconocido. Al observar la blancura de aquellos senos cálidos y curvos, Natalia en vez de tocarlos, solo se limito a contemplarlos y a sentir como su deseo por Julieth se hacia cada vez mas fuerte. Al abrazar a Natalia, Julieth sintió una enloquecedora calidez en su pecho. Natalia besaba el cuello de su compañera. Ahora sabia cuanto la amaba, ahora era suya y ella era de Julieth. Se necesitaban demasiado una a la otra. Julieth disfrutaba la suave piel de su compañera, cuya pijama descansaba ahora en el suelo. Se acariciaban, se contemplaban, se besaban, con la efervescencia y fanatismo al que las impulsaban sus hormonas.
Así, muy lentamente, empezaron a caer las prendas. Los corazones de Natalia y Julieth latían con fuerza, y sus cuerpos estremecidos empezaron a temblar. Era mucho el éxtasis y la adrenalina que ahora se había despertado en sus jóvenes cuerpos. Esta era una sensación extraña pero exquisita para ellas. Gozaban una sensación enloquecedora y extraordinaria al sentir la calidez de la piel de su pareja sobre la propia. Esta noche seria la mejor noche que tendrían en sus vidas.

Aunque bien comenta y reza el adagio, que después de la tormenta viene la calma, no seria así para nuestra joven e ilícita pareja, sino al contrario. Natalia, descansando en el lecho de Julieth, quien ahora dormitaba dulcemente, recordó su grave problema, y sabia que no seria capaz de hacer lo que pedía su padre. Sus lagrimas brotaron en silencio de sus ojos. Julieth despertó, pues los primeros rayos de luz diurna entraban por sus grandes ventanales.

-¿Natalia?
-Mmmm…
- Dime que lo de anoche no fue un sueño…
-No mi niña…- Dijo susurrando Natalia…no fue un sueño afortunadamente.

Julieth se recargo en el regazo de Natalia, pero no se percato de las Amargas lagrimas que ahora poblaban la mejillas de su amante.

-Julieth, ¿ te cuento algo divertido?- Dijo Fingiendo Natalia.
-¿Qué?
-Alicia y Johana tienen algo. Lo descubrí cuando nos llevaban a rectoría, vi como se hablaban y se abrazaban y se consentían en el pasillo.
- ¿En serio?
- Si, y ella hablaba, y Alicia la miraba con un amor…
- ¡Increíble!- Dijo Julieth riendo, pero sin levantarse del regazo de Natalia.

-Natalia…
-Mmmm?…
-¿Recuerdas cuando Alicia entro al baño?
-Si, lo recuerdo, ¿qué divertido fue, verdad?- Siguió Fingiendo Natalia.
-Para mi no lo fue tanto, Se me metió un extraño presentimiento en mi mente y…luego paso lo de l viernes…
-Ya lo sabia.
-Si, pero pensé que en ese momento cesarían mis presentimientos, pero aun creo que pasara algo mas malo.

Natalia sentía como su garganta se quebrantaba, y no podía contener mas su llanto. Sabia que era lo que presentía Julieth. Sin embargo Natalia continuo hablando con ella.

-¿Mas malo? ¿Y que mas malo nos podría pasar?
-Como…no se…tal vez tengamos que separarnos.
Natalia con la voz a manera de un susurro, ahogada por las lagrima y acariciándole la abundante cabellera color castaño a su compañera le dijo al oído

-Así será.

15

Julieth se quedo atónita con las palabras de su adorada Natalia.

-¿Qué quieres decir?

La voz de Natalia era casi imperceptible. Su llanto se volvió profuso.

-Mi padre…era amigo de tu padre…y
-¿Y que?- Julieth sentía como el presentimiento que la había acompañado por este tiempo estaba apunto de disolverse, pero tenia miedo de ello.

-…Y tu padre asesino a Mi padre…
-¿Pero que tiene que ver eso con Nosotras? ¿Y como que mi padre asesino al tuyo? no entiendo…-Julieth ahora se había sentado en frente de Natalia, y su exaltación la hacia ver mas hermosa aun.
-…pues…que mi padre quiere que vengue su muerte…con su descendencia…
-¿Cómo que con su descendencia? No… no entiendo nada…
-…Tengo que eliminarte en el plazo de seis días…y no se que hacer…
-¿Cómo que no sabes que hacer? ¡Ah! ¡Ya entiendo! ¡Claro, nos deshacemos de la aburrida Julieth y…como ya conseguimos lo que queríamos! ¡¿Cierto?!- Natalia sollozaba en silencio y miraba al suelo.
-¡¡¡Maldición, Natalia di algo!!!
-No es justo lo que estas diciendo, Julieth…
-¡No! ¡No es justo, pero es cierto!
-¡No! ¡No, Julieth! ¡Preferiría morir antes de pensar en matarte! Yo te amo…Como no he amado a nadie…es mas, eres la primer persona a la que amo en mi vida…
Al decir esto, el rostro enfadado, triste y exaltado de Julieth se suavizo. Prefirió seguir hablando calmadamente .
-¿Y quien te dice que fue mi padre el que mato al tuyo? ¿No seria al contrario?
-¿Y quien me dice que Fue así y no como me lo dijo mi padre? ¡Yo ya no se que creer! ¡Ya no se que creer ni que hacer! Ayúdame, por favor…
-No es justo…Ya tendremos seis días para pensar, No se que hacer Natalia, No se…-A pesar del dolor que traspaso su corazón, Julieth sabia que Natalia decía la verdad, y la ayudaría, así la decisión que tomase la afectara a ella. Luego la observo por largo rato y la abrazo fuertemente. Su presentimiento se había esfumado.

-Ahora…Tengo que decirle a mi lalita que va a ser citada mañana en el colegio, y no se como decirle…y…

Un largo llanto silencioso siguió a la aterradora noticia de Natalia.

Al llegar a su casa Natalia busco a su tía en su habitación. La hallo recostada, viendo televisión. Se le recostó al lado y su tía la beso en la frente.

-¿Lalita?
-¿Si, melocotón?
-¿Podemos hablar?
-¡Claro!-Respondió Laura, apagando el televisor.-¿Qué pasa?
-Es que …mañana estas citada a coordinación.
-¿Cómo? ¿Por qué?
-¿Por qué?…pues, porque me descubrieron…-Natalia bajo la mirada y las lagrimas corrieron nuevamente por sus mejillas.
-¿Te descubrieron? ¿En que melocotón?, pero…no llores, por favor, no soporto verte así…
-Lo que pasa es que…
Hubo un silencio incomodo.
-¿Qué pasa?
-que yo tengo novia…
-¿Cómo que novia?-Laura cerro los ojos y le temblaba la voz. Lo que acababa de oír era un duro golpe a sus sentidos, en especial a su corazón. Sin embargo, tomo a su pequeña niña con sus brazos. Cuando Natalia era pequeña, Lalita solía sentarla en sus piernas y dejarla que se ovillara hasta que se durmiera. Ahora su pequeña niña se había convertido en mujercita, y estaba preocupada porque lo que sentía su joven corazón era tan prohibido como el amor de una chica por otra. Pero lo comprendía bien, y sabia que no la podía juzgar a partir de esto, y además, para ella, eso no era motivo de angustia.
-… mi lalita, Julieth es mi Novia, pero lo siento, no me di cuenta como paso… Fue muy rápido y…
-Calla, mi peque, calla, no importa, nunca te arrepientas de lo que sientes, y por mi no te preocupes, yo así te quiero…
-Lamento haberte defraudado, pero no puedo traicionar lo que siento.
-No, no, no, No me defraudaste, me alegra que seas fiel a tus sentimientos; Pero, quiero saber algo…
-¿Qué tía?
-¿Te has besado con una chica? – A pesar de que la noticia no le cayo del todo bien, Laura hizo esta pregunta un tanto divertida y curioseada. A Natalia le cayo en gracia lo que su tía hacia y sonrió tristemente, pero no contesto.

-Oye, no me vas a dejar con esta incógnita, ¿o si?
Natalia dejo escapar una risa sorda, y le contesto con los ojos que si.

-¡¡¡Ahhhh !!! ¡No lo puedo creer!…oye, podré tener treinta y pico, pero se la adrenalina que se siente al besar a alguien, y mas con tu edad, y aun mas si es una chica… ¡uawu! ¡Mi pequeño melocotón ha vivido mas de lo que creo!, en mi tiempos las cosas eran a otro ritmo…¿A que horas mañana?

-A las 7:30 a.m.- Ahora Natalia sonreía. Su tía era mejor de lo que creía.
-Ahora, ve y me preparas un té helado, y unas galletas ¿Bueno?, !y por favor no te quemes!
-Si tía, ya voy- dijo dándole un beso en la mejilla, agradecida por su comprensión.


16

Al llegar al colegio, Laura estaba igual de tensa a Natalia. Pero no importaba. No importaba que estuviera igual de asustada a su sobrina; Sentía tal cargo de conciencia por todo el daño que había causado en su joven corazón, que se veía obligada a no huir por mas que lo quisiera. Al entrar a la oficina, La rectora la invito a seguir; No sabia porque, pero Natalia siempre sentía un ambiente tenso al entrar a este sitio.

-Señora Ardila, el día de hoy la he citado para…
-Se muy bien para que me cito hoy- Respondió Laura – Y le digo que lo sabia hace mucho tiempo, y me parece que no es una razón justa para citarme.

-Con todo respeto, señora, creo que debió ponernos al tanto apenas se entero, y ¿De verdad le parece que no es una razón justa para llamarla el que su sobrina sea homosexual?. Estamos hablando de su orientación sexual, y la moralidad del colegio, Señora.

-Discúlpeme, pero yo no tenia que ponerlas al tanto de esto; es la vida privada y personal de mi Sobrina, y no me parece el que todo el mundo se deba enterar, eso debe ser personal, y es decisión propia si decide el hacerlo publico o no. Es importante, no lo niego, pero no creo que estemos hablando tanto acerca de la moralidad del colegio, No creo que mi sobrina ponga en peligro el aspecto moral de 1.500 personas, ¿o si?- Natalia estaba satisfecha por el papel que estaba representando su tía. Era muy buena defendiéndola.

-No se trata de eso señora, Estamos hablando de que su sobrina tiene pareja en el colegio, y si es por el aspecto moral el colegio, puedo decir que si puede perjudicar a las otras alumnas, en tanto de esto se enteren. En este planten formamos mujeres integras, tanto intelectual como moralmente, Guiadas por conceptos morales bíblicos y créame, que el perfil moral que tiene su sobrina no cumple con el perfil del alumnado de esta institución.

-¿Por que? ¿Por que mi sobrina no crecerá para darle hijos a la sociedad? ¿Por que no será monja como otras? ¿Por que sencillamente no es igual al resto de la sociedad?, y Por favor, no involucre conceptos bíblicos en esta conversación, La Biblia es un libro que ha sufrido la mayor cantidad de tergiversaciones posibles y no confió en el. Señora Martines, si su institución no promueve ni la tolerancia ni el respeto por el desarrollo de la libre personalidad, que son los mayores de los valores morales, no puede juzgar a mi Sobrina por ello. Puede mirar la hoja de vida de mi sobrina, Natalia no tiene un solo error en el cual se pueda usted basar para recriminarle algo; Mi sobrina Ha sido estudiante por excelencia durante los últimos tres años, si quiere revíselo; Natalia es responsable, obediente, honesta y cumplida. Dígame ¿No es ese el perfil de mujer que ustedes buscan formar?

La rectora guardo silencio. Luego, tras un rato respondió:

-Es verdad, buscamos un modelo de mujer como Natalia, pero no nos parece moral el ser homosexual.

-Pero tienen que respetar eso, es personal.

-De todas formas, pondremos al tanto a la familia de la otra chica de esto, y ustedes decidan si…

-Si la dejare tener pareja, de eso puede estar segura. Y por favor, Ella no necesita sicóloga. Con permiso, tengo que trabajar.-Y luego se retiro Laura junto con su sobrina, con aire indignado. Al salir de la oficina , Laura le hizo un gesto de descanso a su sobrina y le dijo:

-Te juro que casi me da un infarto allá adentro.
-A mi también-Dijo Natalia sonriendo
-Ahora ve a Tu salón. Adiós
-Esta bien tía.

Al dirigirse al salón vio como Alicia tomaba de la mano a Johana y corrían para llegar antes que ella al salón.


-Johana, te amo…
-Yo también, pero tengo miedo de que nos descubran. Hemos creado un clan de homo fóbicas, del cual hacemos parte, y tengo miedo

-No te preocupes.- Y Johana beso a Alicia dulcemente, en el pasillo vacío que precedía el salón de clases.

17

Al llegar al salón, el clan de seguidoras de Isabelle se miraron de reojo, y se fueron reuniendo, riendo y murmurando.

-¿Qué tal te fue con tu psicóloga?-Pregunto Alicia burlonamente.
-Oye Alicia, tu también deberías ir al psicólogo, por que un caso de celos enfermizos como el tuyo es de tratamiento; Yo al menos me acepto, pero tu que te la pasas huyendo y escondiéndote, deberías avergonzarte. - Natalia ardía en cólera, pero se supo manejar. Las compañeras que estaban con Alicia, se quedaron perplejas ante las palabras de Natalia.

-Eso es mentira, solo esta respirando por la herida…-Respondió Alicia, viendo que esto no convencía a sus compañeras. Johana la miro asustada.

-¡Por favor! ¿No fuiste tu acaso quien me dijo que no temiera de eso?, no te ocultes mas pequeña. Y por favor Isabelle, No te metas con migo ni con Julieth, por que me resultaría un tanto desagradable tener que ensuciarme las manos con tan poca cosa…

-¡¡¡Que miedo!!!-respondió desafiante Isabelle.
-Ahora son amenazas de muerte- Añadió Paola.
-¡Y que tierna, defiende a su noviecita!

-Tu bien sabes que te esperaría algo peor que La muerte pequeña, ¿o te agradaría visitar de nuevo el cuarto de baño de mi casa?: Se que has leído sobre esto, y lo se bien, y puedo hacer cosas mas grandes que eso, que para mi simplemente son un pasatiempo, y tu lo sabes por experiencia propia, ¿Cierto?

-Maldita bruja… si fuiste tu…-Dijo Isabelle agitándose al recordar la angustia vivida en aquellos escasos treinta minutos.

-Y si les quedaron dudas sobre Alicia, también pueden preguntarle a Johana.

Dichosamente llego la profesora suplente de español para acabar con la discusión.

Aunque Julieth nunca le importo el adaptarse a algún grupo, esta vez le costaba muchísimo mas trabajo hablar con alguien que en otras ocasiones; le costaba trabajo adaptarse al nuevo grupo de chicas de once C; Eran un poco frías. Solo unas cuantas hablaron con ella. Eran chicas como ella.

-Hola, me llamo Ana, y ella es Marcela.
-Yo soy Sara.
-Sabemos por que estas aquí.-Dijo Ana
-…Genial, ahora todo el mundo sabe…-Dijo con desgane e ironía Julieth.
-No, solo nosotras sabemos- Dijo Marcela- Mi desagradable hermana melliza, Alicia, es amiga de ese diablo llamado Isabelle, y me lo comento para fastidiarme. Ana es mi novia.

La cara de Julieth tenia dibujado un signo de interrogación. No sabia que Alicia tuviera una hermana. Por otro lado se estaba dando cuenta de que habían mas parejas de lesbianas en el colegio de lo que creía. Ahora si se adaptaría bien al curso.
Sin embargo, había un asunto mas importante que el adaptase o no al nuevo curso. Su madre llegaba en un día y aun no se había atrevido a decirle por que la habían citado. Solo se había sentido lo suficientemente valiente como para decirle que estaba citada para el miércoles, y por esto ella se había enojado bastante.


18

Al salir de clases, Natalia se reunió con Julieth en su casa, para contarle como le había ido con la citación. Al abrir la puerta Laura miro con ojos de desaprobación a Julieth.

-Ya entendí el mensaje, entonces me voy –Respondió Julieth tristemente.
-Julieth, lo único que no te perdonare jamás es… ¡que no me hubieras dicho antes!- Julieth se rió al ver que a Laura no le molestaba en lo absoluto aquello. Laura la tomo por el brazo y la invito a seguir.

-Gracias señora Laura, yo…
-Nada de ”señora Laura“, llámame Laura a secas.
-Bien.
- Y nada de besos delante mío, ¿Bueno?
-Esta bien- Respondió Julieth divertida. Luego llego Natalia. Tenia una expresión sombría. Ni si quiera la comprensión de su tía había podido hacerla olvidar de su gran problema, y aun lloraba mucho. Aunque Julieth también estaba muy triste por eso, no había ido a llorar sus penas con Natalia, sino a hacerle olvidar a esta las suyas. Así que decidió preguntarle lo que aconteció en la citación, que por lo visto había sido bueno.

-Mi tía la dejo callada, y no le dio oportunidad de que ella se creyera con el poder de la situación.

-¡Que bien! ¡Tu tía es genial.

-Me defendió como nunca. Hojalá te vaya bien en tu citación.

-No lo creo- Respondió Julieth muy triste.


Lentamente llegó el miércoles tan temido. La madre de Julieth se presento muy enojada con ella. Al entrar la rectora se sintió un poco complacida al ver que esta madre si seria mas severa y menos condescendiente con su hija que Laura. Ella sentía que tenía que tener el control siempre sobre las estudiantes, y si lo tenia sobre los padres, eran aun mejor.
-Señora Julia, creo que ya sabe el por que esta citada el día de hoy, ¿Verdad?

-En realidad, Julieth no ha querido decirme por que fui citada el día de hoy, pero se que es muy grave, ya que ella siempre me dice las cosas aunque sean graves.

-Bueno, Julieth, creo que no quisiste que tu madre se enterara por tus medios…entonces tendré que decírselo yo- La voz de ultimátum de la rectora alarmo a la madre de Julieth.

-El día de hoy la hemos citado para informarle que su hija es homosexual.

La madre de Julieth se paralizó, y aunque Julieth trataba de mantener la calma, en su bello rostro se notaba el gran malestar y preocupación que estas palabras habían causado en ella.

-¿Disculpe?- La voz de la señora Julia era muy grave, como si le hubieran dicho que su primogénita acababa de fallecer- Eso no puede ser… Julieth, dime que no es verdad. Díselo.

-Lo siento mamá, pero así es.

-¿Pero que hice mal? ¿En que me equivoque?, No es justo, yo lo he dado todo por ti y ¿así es como me pagas? – Las lagrimas ya caían de los ojos de La señora Julia y también de Julieth.

-Señora, tranquilícese. Se prestara la debida atención sicológica tanto para usted como para su hija.

-Le pido permiso Rectora.

La madre de Julieth se retiro sin cuidar si Julieth la seguía. Al salir de la oficina se percató que su hija tenia un gesto de mal humor y de desesperación. La señora Julia se devolvió y se detuvo en frente de su hija. Su mirada era cruel y fría.

-¿Así que ahora tu estás enojada, verdad?,ósea, Además de que cometes el crimen, te enojas, ¿Verdad?

Julieth se sentía decepcionada de su vida. ¿Cómo era que algunas personas eran tan compresivas que entendía a la perfección eso, y otras eran tan parecidas a su madre?

-¿Un crimen?, No he cometido ningún crimen… eres muy dura mamá… No es un crimen ser diferente

-¿Ser diferente?… ser diferente es tener un idioma extraño u otro color de piel, esto es aberrante…

-¿Una aberración, dices mamá?…yo te diré lo que es una aberración- la voz de Julieth temblaba de ira pero era hora de sacar lo que sentía- !!!!Una aberración es tener mas de tres tipos revolcándose con tigo en tu cama al año… una aberración es olvidarte casi por completo de tu hija para tener sexo…eso si es una aberración, no el amor que puedo sentir por una chica… una aberración es no respetar la memoria de papa y…¡¡¡¡

Una bofetada sonora cerro la boca de Julieth.

-¡Cállate!, ¡Respétame, maldición! ¿qué sabes tu de la vida? ¿Qué sabes tu del amor? ¡Lo que sientes es un vil capricho!
- Tienes razón, mamá, ¿Qué voy a saber yo del amor si nunca he sentido amor por parte de quien debería haberme enseñado el significado de esa palabra?

La madre de Julieth se quedo muda y lloraba en silencio.

-Te iras de la casa, esta tarde- atino a decirle su madre después de un rato. Julieth no podía creer lo que había dicho. Luego se marcho sin decir otra cosa.



19
Isabelle siguió investigando acerca de los poderes de Natalia, Entonces encontró una forma de deshacerse de personas como ella. Pero algo ocurrió. Su cabeza le empezó a doler de un modo tal que no era capaz de hablar; Su mente se lleno de recuerdos, fuertes recuerdos. Vio como murió el padre de Natalia; vio el beso de Natalia y Julieth en es sótano del colegio; vio cuando estuvieron juntas y vio la relación de Johana con Alicia, y una carta suicida escrita con su puño y letra. Entonces en su mente se recreo una imagen, que no iba tan deprisa como las otras: era ella. Estaba sentada en su cuarto. Era el presente con unos minutos de diferencia. Vio como le empezaba a faltar el aire, pero sin embargo, su brazo izquierdo se alzaba sobre su derecho. Empuñaba una navaja. Vio como cortaba las venas de su brazo derecho. Tan pronto termino su visión, pudo abrir los ojos y comprobar que no era un sueño. Su muñeca ya estaba cortada y ella descansaba paralizada en el suelo. Viva, pero inmóvil, oyó la voz de Natalia, que le decía: ” No me iba a quedar con mi venganza,¿o creíste que si?. Ahora he cometido el crimen perfecto, te he asesinado sin tocarte. Pretendiste que leyendo un tonto libro sobre brujería me podrías vencer, pero te equivocas, necesitas mas que eso. Que sufras en tu inmóvil agonía.“

Isabelle fue hallada en su cuarto, desangrada, junto a una nota suicida.


Natalia estaba en el cuarto vacío de su casa. Juana la había llamado para informarle algo que ella ya sabia. Las exequias de Isabelle serian el día siguiente. Estaba sentada en frente de la vela, y sus lagrimas corrían nuevamente por sus mejillas. Hoy se cumplía el plazo de eliminar a Julieth, pero no seria capaz de hacerlo, nunca. Se limpio el rostro y salió a hablar con su tía. Se despediría de una forma muy sutil, de tal forma que no lo notase.

-Lalita, te quiero mucho…
-Yo también pequeñita…
-¡Hay tía!… no me digas pequeñita, me haces sentir como una bebita…
-OH, verdad que mi niña ya creció

Las dos rieron en silencio y Natalia la abrazo fuertemente. Sabia que esta sería la ultima vez que la vería. Pero, aunque fue muy sutil con esta despedida, su tía presagio lo que iría a pasar.

-¿Te pasa algo nena?
-No, nada…
-Tengo un extraño presentimiento
-¿De que? nada va a pasarme- Dijo Natalia luchando por ocultar lo que sentía. Luego se retiro de la habitación de su tía.

Tenia una pequeña navaja al entrar a la habitación sin ventanas. Era una navaja muy pequeña, de unos diez centímetros, con una empuñadura de plata negra, con tallados de hojas y una mariposa. Natalia la había creado especialmente para este día. Le dolía mucho el hecho de irse y dejar a Julieth sola, pero le dolía aun mas el hecho de tener que matarla. Al sentarse al frente de la vela murmuro un extraño conjuro. Alzó la navaja en su mano para cortarse las venas de su mano izquierda, pero algo la detuvo. Dejo la navaja en el suelo y se levanto; Salió de la habitación y se dirigió a la puerta de la casa. Al abrir la puerta se encontró con los bellos ojos negros de Julieth apunto de timbrar con una gran valija y Una rosa negra para ella en el bolsillo del camuflado negro.

-¿Qué pasó?
-mi madre me echo de la casa…¿Puedo… puedo quedarme?
-¡O claro entra!

Laura analizó seriamente la situación y decidió arreglarle una habitación.

-Tranquila Laura, y podría dormir con Natalia…
-Ja, ja, ja, ¿Crees que te voy a dejar dormir con Natalia bajo mi propio techo?…La carne es débil nena- Julieth sonrió tristemente, ante las ocurrencia de Laura.

Julieth se acomodó en la habitación que antes era del esposo de Laura. Julieth le comento a Natalia lo de Isabelle, pero sabiendo que ella ya sabia. Luego, a eso de las 11:00 p.m., Natalia dejo dormida a Julieth. Estaba realmente cansada.


-¡Quiero morir hoy mismo, quiero morir!

Las exclamaciones de dolor a media Noche de Natalia no se oían en el exterior. Su casa reposaba en el mas absoluto silencio. Tenia la navaja en su piel, y esta ya comenzaba a sangrar a causa de la presión que Natalia ejercía sobre su brazo, pero algo parecía detenerla. Recuerdos de momentos felices con Julieth bombardeaban su mente. Momentos excitantes, y felices la hacia detener y parecía no tener el suficiente valor para provocarse la herida que le propinaría descanso a su alma. Tiro con rabia la navaja y lamió la sangre de su mano. Había empezado a cicatrizar. La ira que sentía Natalia por no poder sacrificarse por su ser amado hizo que la pequeña vela que había en medio de la habitación se encendiera hasta iluminar cada rincón del lugar. Lloró amargamente. Nunca había sido tan infeliz. Preferiría no haber encontrado aquel libro nunca y seguir viviendo como antes, a enfrentarse a su miedo y a su cobardía; Preferiría no haber conocido nunca a su padre a tener que elegir entre el y su ser amado.

En ese instante la navaja se levanto por inercia y se dirigió hacia la puerta. Parada junto a esta estaba Julieth, sonriendo tristemente, con una Navaja retráctil en la mano.
20

- No tienes que llorar…yo también quiero morir.

Natalia se puso de pie lentamente y se quedo mirando a Julieth. Sus ojos estaban cansados pero ella aun tenia ánimos para seguir de pie. Julieth entro lentamente a la habitación y cerro con seguro. Consoló a Natalia tomándola en sus brazos. La miro largo rato con ternura, acariciándole el cabello. Natalia se refugio en sus brazos. Julieth entendía que en el pasado nunca tuvo por que sentirse celosa del poder de Natalia; Era cierto, era mas poderosa que ella, pero era una jovencita frágil y delicada.

-Si tu mueres, ¿Qué tengo que hacer acá?, y si yo muero, no podrías vivir con esa pena, mi niña… eres frágil, como una mariposa ¿Pero sabes que?, yo siempre estaré hay para que nada ni nadie te lastime...nunca, ¿Porqué que es de una mariposa sin su capullo, que la proteja?

El llanto de nuestras protagonistas ahora era copioso. Julieth también sentía la pena en su corazón, pero tenia que ser fuerte por ella y por Natalia. La besó en silencio y se recostaron en el piso. Natalia lo había vuelto cálido y cómodo. Julieth tomo con suavidad el brazo de Natalia y esta también tomo el de Julieth. Las frías Navajas ya se posaban sobre las tersas pieles, Natalia decidió cambiar el monótono Latín por el francés para decir su ultimo pero mas bello conjuro.

Avec cette affaire, et saigner avec mon seul amour, je ferme cette promesse d'amour, toujours, et nous qui refusons à nos vies, pour payer une dette du sang 3

El frió metal de las navajas atravesó la piel de las jóvenes amantes hasta llegar al corriente sanguíneo que corría por las muñecas. Se sonrieron la una a la otra; Ahora el dolor era nulo, sabían que nadie les prohibiría estar juntas ahora, nadie.

El levantamiento de los cuerpos se hizo con la mayor discreción posible. Aunque Laura estaba atravesada de dolor, comprendía por que lo habían hecho. Era su hermano, que contaba con las mismas capacidades que ella. Sabía que el la odiaba aun muerto y que por esto también le quitaba a aquel ser maravilloso que era Natalia.

La madre de Julieth jamás se recupero del trauma que le ocasionó el perder a su única hija; La oía constantemente reír y hablar, y tuvo que ser internada. Sin embargo, estas voces no las inventaba su mente. Algunas veces se oían voces en la habitación vacía de la casa de Natalia, Voces alegres y risas juguetonas que parecían entrar con la brisa.


























3.Con este negocio, y sangrando con mi único amor, yo cierro esta promesa de amor, para siempre, y renunciamos a nuestras vidas, para pagar por una deuda de sangre.
Datos del Cuento
  • Autor: Aleg
  • Código: 14597
  • Fecha: 15-05-2005
  • Categoría: Misterios
  • Media: 5.43
  • Votos: 47
  • Envios: 1
  • Lecturas: 4977
  • Valoración:
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