Esto que me ocurrio es real, aunque muchos de mis conocidos no me crean. Lo cierto es que un día, varias compañeras de escuela de la secundaria nos quedamos a dormir en casa de Daniela. Nuestros padres nos habian autorizado, por lo que se imaginaran que ninguna quizo dormirse aquella noche. Hicimos muchas cosas: jugamos a las cartas, hicimos confesiones de los chicos que nos gustaban y todas esas cosas que uno hace cuando apenas tiene 15 años. Todo bien, hasta que a Eugenia se le ocurrio un juego diferente. Nos propuso jugar al juego de la copa. Muchas de nosotras no sabiamos nada acerca de eso, por lo que nos explico y nos parecio interesante. Montamos todos los elementos en su sitio y comenzamos la invocación. Al principio nos causaba gracia, pero con la insitencia de Eugenia para que nos concentraramos, al final todas quedamos en silencio. La copa no se movia, a pesar de las preguntas, hasta que sentí un escalofrío que me recorrio la espalda, creo que todas lo sentimos. Luego la copa comenzó a moverse y Eugenia empezamo a hacerle preguntas. Nos dijo que era un hombre al cual lo habían colgado por asesinar a varios niños en su pueblo. Nos asutamos tanto que quicimos terminarlo todo pronto. Eugenia le pedia que se fuera y aquello no contestaba nada. De pronto sentimos tres golpes fuerte en la ventana y la puerta del placar se abrio de par en par. Todas salimos corriendo, asutadas. Tratamos de encontrar explicaciones lógicas para lo que sucedio pero aún no las encontramos, sobre todo los tres golpes en la ventana. Ah! su ventana da al patio y se encuentra en un segundo piso.
Jamas quisimos reunirnos otra vez por la noche.
Lo se es orrible, a mi me paso algo similar y es dificil de creer pero es cierto en realidad no es bueno hacerlo porque al muerto que imbocastes te seguira para toda la vida es mas si tiene la suficiente fuersa puede intentar poser tu alma y no es nada bonito pero la curiosidad mato al gato. jejejejeje