Tengo 22 años, soy la hija mayor y la única mujer entre los hermanos; a mi edad no he tenido ninguna relación sexual con nadie, aunque si he tenido amigos y novios, no hemos pasado de acariciarnos hasta el punto de excitarnos y sentir esa sensación deliciosa en mis partes intimas a tal punto de mojarme y empapar mis calzones y algunas ocasiones hasta los pantalones, pero nada más.

Para ser sincera y no pasar de recatada, muchas veces me he excitado aún después de habernos tocado con algún novio o amigo aventado, por lo que al estar sola en mi cuarto o en el baño, me he masturbado hasta saciar mi deseo, algunas ocasiones lo he hecho hasta tres veces seguidas.

Conforme mi curiosidad iba creciendo, buscaba la forma de ver escenas más explicitas de sexo por lo que me ponía a buscar pornografía en Internet o compraba películas en las ventas callejeras, para verlas e ir conociendo las partes intimas tanto del hombre como de la mujer; habían escenas muy gruesas en las que se miraban unos tremendos, largos, brillantes y muy apetecibles penes y una gordas y peludas chochas, pero lo mejor era ver la plena escena de sexo, había vaginal, anal y oral; algo que a mi me excitaba mucho y de inmediato mojaba los calzoncitos, muchas veces prefería no tener y poder dejar al descubierto mi chochita hirviente.

En muchas ocasiones en casa nunca habia gente, pues mis papás trabajaban y mis hermanos y yo estudiabamos, por lo que no coincidiamos a excepción de los fines de semana; pero en algunas ocasiones mi papá por cuestiones de trabajo y que el horario se lo permitía llegaba a la casa muy temprano o simplemente tenia libre y se quedaba en casa; Por razones de recorte de presupuesto en la empresa donde yo trabajo hubo necesidad de prescindir de mis servicios y me quede sin trabajo, por lo que tuve que permanecer por un tiempo en la casa.

Esos días me levantaba tarde o pasaba durmiendo todo el día, pero un día de tantos empezamos a coincidir con mi papá, estando en casa el pasaba con pantalones cortos y playera y cuando se acababa de levantar solo en boxer y playera y yo como era la nena consentida lo hacia casi de la misma forma, utilizaba mucho short de algodón que por la clase de tela que era muy fina se traslucía mi piel y mi ropa interior, en otras ocasiones lo hacia con falditas cortas y blusitas, habian ocasiones que por el hambre salia de mi cuarto solo en calzoncitos y camiseta, para dirigirme a la cocina a buscar comida.

Empezamos a coincidir con papá por toda la casa y por la confianza que nos teníamos ninguno de los dos nos inhibíamos al encontrarnos así; pero yo de ver tanta película pornográfica, inconscientemente dirigía la mirada al boxer de mi papá, buscando verle el bulto que formaba su pene, notando que algunas veces lo tenia más grande que en otras ocasiones, a mi me despertaba mucho el morbo de seguir viéndolo, siempre y cuando el no se diera cuenta y sentía una sensación mucho mayor a la que sentía cuando miraba pornografía, algo que no me explicaba porque era mi papá y no debía sentir esa sensación tan deliciosa que no había sentido con nadie más, a pesar de habernos acariciado a flor de piel con mis novios o amigos, solo porque yo nunca lo permite no me penetraron, estando a punto de ceder pero siempre me aguante las ganas, incluso dejar que me hicieran o hacer sexo oral.

Empece provocando más encuentros de este tipo con mi papá, incluso hasta el punto de provocarle cosquillas, algo que a é