Ando sóla, en el silencio de la tarde, hay ruidos a mi alrededor de niños, de padres complacientes, pero el silencio llena mi mente, hoy solo pienso en mi vida, en cómo ha sido todo, en cómo será de aquí en adelante, y me aterra la idea de estar sin él, porque aunque no lo quiera, lo necesito.
Ando por el largo paseo de la playa, los bares ya cerrados, las familias marchandose, se avecina la noche, todo empieza a contagiarse de mi soledad, todo empieza a tornar oscuro y frío.
Ando y mis pequeños zapatos juegan con las hojas caidas de los árboles, que intentan distraerme en mi pensar, no quieren ver mi cara ausente, el mar tambien se revela, irrumpe en tempestad, sus olas traen ruidos a mi mente que me dispersan por un momento de él, el viento acaricia mi cara y me quita las incipientes lágrimas tristes, porque el ya no esta , el cielo me regala todas sus estrellas para que pida mil deseos, para pida ser feliz, y yo lo pido, quiero ser feliz.
El mar oscuro, bravo, monta en cólera, me llama, me quiere decir algo, y yo sabiendolo, dejo mis pequeños zapatos rojos en el paseo y me dispongo a caminar por la arena, esta me acaricia los pies, con una dulzura extrema, me acerco a la orilla, veo una estrella de mar en la arena, la lanzo al agua, la vida me lo agradece.
Hoy que todo lo que me rodea, es sublime, o que yo he pasado a poder apreciarlo, hoy que cualquier ser que me rodea, tiene para mi un valor infinito, hoy, hoy no te tengo.
Me siento en la orilla, las olas acarician mis pies, el mar me habla, me pregunta porque tengo mi cara triste, y yo no se que decirle, ya no tengo palabras, ya no puedo pensar más en él.
Mis lágrimas brotan, se unen al mar, el silencio, este maldito silencio, esta rompiendo mi alma, mi alma atormentada.
Sufro, sufro mi pena sóla, lejos de él, lejos de lo que lleno mi vida, porque lo heche de ella, porque ya no podia resistir que no me quisiera, que no me mirara con pasión, que se abandonara a la rutina, que no necesitara verme.
Hoy con el alma hecha trizas, intentando sobrevivir a su pérdida, lucho por ser feliz, y en ciertos momentos lo consigo, pero cuando vuelvo a mi pequeño templo y me hecho en mi cama, sueño con él, sueño que me abraza y que me hace suya.Sueño que áun sigue aquí, porque después de todo, lo sigo queriendo, lo sigo amando, sigue estando en mí.
Me levanto, me despido del mar con una mirada, torno a casa, esa casa vacía, esa casa donde ya no esta él, donde siguen sus fotos, donde sigue su olor, y lo veo en cada rincón, siento que esta allí, lo siento mío otra vez, y en mi locura me conformo, lo tengo aquí, es mío otra vez.
Me desprendo de mi ropa, recojo mi pelo, preparo el baño, pongo nuestro disco, y lo disfruto sola entre lágrimas, lágrimas que se pierden en el silencio, ese silencio que ahora reina en mi casa.
Quisiera creer que nunca a pasado, que esto es inventado, pero mi corazón se estremece, llora, viaja al pasado, buscandolo, buscando cualquier momento feliz que compartí con él.
tengo que dejar a mi mente libre de tantos pensamientos, de tantos pesares.Voy a mi cuarto me seco el pelo y me apresuro a dormir, a volar a ese mundo perfecto en el que tengo un sitio al lado de él, me entrego al sueño.
Gracias por haberme dado todo lo bueno que me distes, porque hoy que estoy sola, es lo que me queda, y todavía me hace sentir, todavía me hace sentir que me quisistes, y aunque ahora lloro, en su momento fuí feliz,inmensamente feliz.