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Categoría: Misterios

Oxígeno, el hijo de las tinieblas

Cuando el hijo de Pascual Cruzado nació hubo silencio y una densa nube misteriosa cubrió el hospital donde nació. Al médico le pusieron una máscara y tuvo que recibir primeros auxilios y aplicarle oxígeno, una enfermera salió corriendo y ésta es la hora en que no la han encontrado ni viva ni muerta... el sistema eléctrico se detuvo y afuera los insectos nocturnos dejaron de cantar.


Era una escena sacada de los estudios de Hollowood. No parecía real. En la cuna el pequeño recien nacido tenía una carita de no muy buen humor... contrario a los bebés que lloran éste lo que hizo fue reírse como un loquito... y después dejó escapar unos gases pestilentes que afixiaron a varias enfermeras...

Nadie quería recordar el día del nacimiento de aquel ser tan especial y bien "parecido". Era muy pequeño para su edad, la cara del mismo padre como decía su madre, aunque el padre no estaba muy de acuerdo...
___¡A tu madre es que se parece ese muchacho! -exclamaba rabioso Pascual-

El pobre hombre no aguantaba un momento más las peleas de su mujer, era una cantaleta todos los días, todo por el nombre que le puso a la pobre criatura y que era la mofa de los demás en la escuela, cosa que hería al pequeño y todos los días llegaba llorando al hogar...

___¡No sé por qué rayos me casé contigo!- gritaba Valeriana con todas sus fuerzas- ¡Animal. implume, mamífero!¡Bípedo del diablo!
¿Por qué no escuché a mi madre?Ella tenía razón, tú me arruinaste la vida como ella dijo.

___¡A quién se le ocurre ponerle por nombre a un angelito de Dios, Oxígeno!...-le reclamaba-

___¡Coño, cuántas veces te voy a decir que no fui yo... fue el médico... cuando le pregunté como estaba el niño, me dijo que todo estaba bien, sólo que le tuvo que ponerle oxígeno y tú bien sabe que lo iba a bautizar con el nombre de tu padre, Eusebio...

___¡Dios mío que hice en la otra vida para merecerme este tronco de animal por marido!-exclamaba la mujer halándose el pelo del coraje-

___¡Bueno, no es para tanto... hay quien tiene peor nombre... mira los hijos del vecino: Teodoro, Crisaldo, Anastacio, Berengeno....
Esos son tonterías...-respondía el pobre infeliz-

___¡Tonterías para ti, que eres un burro con patas! No sabes el daño mental y sicológico que le ha costado al nene, con razón camina con la cabeza hacia abajo y deja escapar esos gases del demonio por donde quiera que va,... me muero del bochorno...¿Qué pensarán la gente, que no somos educados, que no le ensañamos buenos modales?

___¡Mira, que se joda, a nadie le importa cómo educo a mis hijos, ese es mi problema, yo no me meto en sus problemas, pues que ellos no se metan en los míos!...además, Oxi... es un niño todavía y no tiene maldad...

Un día, el ministro le dijo a don Pascual y a doña Valeria:

___ Hermanitos debemos hablar un asunto muy importante. Sé que esto es duro, pero todo sea por el beneficio de los demás pequeño. No sé ni por donde empezar, vamos a orar para que Dios ponga las palabras correctas en mis labios y así ustedes me comprendan. Ustedes saben que teníamos 100 niños en la clase bíblica, ahora sólo aparecen diez o doce, además es posible que el próximo domingo no venga ninguno...

Pascual miró al hombre de Dios y le dijo:

___¿Qué tiene que ver eso con nosotros?

___ Bueno, es que su niño asusta a los demás, también dice cosas muy duras de aceptar....continuó el ángel de la iglesia-

___¿Cómo que dice cosas duras?-preguntó Pascual-

___ Mire, el domingo dijo que Barrabás era su personaje favorito, que Judas quería los chavos para fumar marihuana, que Juan el Bautista estaba enamorado de la corteja de Herodes, que Pedro estaba enojado con Jesús porque le curó la suegra, que Timoteo bebía como un loco vino...
eso no es nada... Los demás niños dijeron que él los reunía y les contaba chistes vulgares y cambiaba las historias bíblicas...

___¡Miré yo no puedo creer eso, ese niño ahora tiene siete años, cómo se va a inventar esas cosas...- respondía malhumorado, Pascual-

Su madre lloraba... eso faltaba, que los echaran de la iglesia por un tiempo...

Les aconsejo que visiten la iglesia del Padre Andino, es un cura muy noble, un verdadero siervo de Dios. Quizás allá Oxi., deje de ser como es...le aconsejó el ministro-

___¡Qué barbaridad, exclamó Valeria! Tomó al pobre pequeño por un brazo y casi lo arrastró echando un río de lágrimas por sus ojos.... Pascual, sumamente enojado fue a parar a la tienda de la esquina...

___¡Se jodió la salvación!, aquel día cogió una borrachera que lo tuvieron que llevar a su casa varios hermanos de la iglesia.


Pero el pobre Oxi no duró mucho en la otra iglesia. Hizo cosas peores, decía que el cura era patito, que la mujer del Monaguillo era lesbiana y que el cura bebía licor mezclado en vez de vino...les contaba cosas horrenda a los demás níños...

Un día la copa se llenó. Mientras el cura daba la misa, el condenado muchacho se subió hasta las campanas, tocó con fuerza una trompeta vieja que tenía su padre y gritó con fuerza que el fin del mundo había llegado, hasta explotó petardos y fuegos artificiales... la iglesia quedó vacía, sólo el cura, con una vara en las manos trataba de llegar al campanario, había que castigar al granuja que corría loco de contento hacia su casa.


Allí terminó la fe religiosa de sus padres. Se encerraron, no volvieron a visitar un templo. Mientras tanto Oxi crecía, cada día era más feo, horrible... sin embargo, algunas chicas del barrio lo adoraban...Tenía unos juego raros... cogía los animalitos y los metía en una botella, luego le metía humo y estaba horas mirando hasta que los afixiaba, a los sapos los amarraba por las patas y los dejaban guindando en una cuerda hasta el otro día... era terrible... inocente...
triste... Siempre estaba solo.

Su madre se había secado como un bejuco, estaba enferma, parecía una sombra, no tenía ni fuerzas para hablar... a veces lo sentaba en su falda y lo acariciaba... no entendía por qué Dios le había enviado aquella prueba.... el padre estaba acabado, alcoholizado, sin trabajo, sin amigos.

Una tarde Oxi los encontró tirados en medio de la sala de su casa. Tenía 15 años. Los viejos habían hecho un pacto suicida. Dejaron una nota a su hijo del alma:

Querido hijo:

Cuando seas un hombre entenderás lo que hemos hecho, tu padre y yo. Te dejamos en manos de Dios. Confía en Él. Jamás te fallará como te hemos fallado.

Te queremos,

Papi y Mami


El joven miró la carta... ¡No sabía leer!¡La tiró al zafacón!

Luego de aquella tragedia, Oxi se encerró en su casa. Vivía de la caridad de doña Juana, la anciana amiga de su madre. Ella le cocinaba, lavaba su ropa y siempre estaba pendiente de él.

Siempre la casa estaba cubierta en las noches de una inmensa nube negra. Nadie se atrevía acercarse a ella. Cuando cumplió los veinte años se regó por el pueblo que de la oscuridad vieron a seres extraños flotando sobre el techo de la vivienda. Todo era una incógnita... al otro día amanecieron cientos de animales muertos y los vecinos culparon al pobre joven, querían lincharlo, quemarlo como en la Edad Media...

Una mañana lo vieron sentado sobre la gran roca de la montaña. Estuvo todo el día bajo el candente sol. Vestía de negro y una gorra de béisbol. Estaba muy delgado y caminaba con dificultad, lo seguía su perro Choto...

Una tarde salió para el río... jamás regresó...

Entonces las gentes inventaron cientos de leyenda sobre Oxígeno. Algunos decían que se ahogó en el río, o mejor dicho se suicidó como sus padres. Que había ido al cielo y San Pedro asustado convocó a los veinticuatro ancianos y decidieron que fuera a dar una vueltita por el infierno... Pero tampoco satanás lo quiso, cuando lo vio venir ordenó que que cerraran herméticamente las puerta del infierno... él podía soportar los olores existentes, pero los olores de Oxi no había diablo que los resistiera...

Así que como se suicidó, y murió antes de tiempo debería regresar a la tierra y caminar por esos mundos de Dios...

La gente decía que lo veían todas las noches sobre la gran roca... otros los veían en los caminos y algunos afirmaban que lo habían visto en el campanario del antiguo templo...

Un domingo por la mañana, todos los que iban a la iglesia quedaron boquiabiertos cuando vieron un flamante auto que venía hacia ellos.
Se aparcó con mucho cuidado... del auto salió una hermosa mujer y luego la figura de un hombre vestido elegantemente, con un traje de seda... cuando se levantó el sombrero,¡Era Oxígeno!

Fin
Datos del Cuento
  • Categoría: Misterios
  • Media: 5.18
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