Eso de los sueños siempre me tuvo medio loco, porque siempre quería saber su significado. No entendía el porqué buscaba a cualquier conocido para contarle mi sueño. Ellos me respondían cualquier cosa, o me pedían que buscara a otro idiota, o loco como yo.
Lo raro de todo esto era que en mi familia casi nadie soñaba, y si soñaban, ninguno de ellos podía recordarlo. La verdad es que no le daban la importancia que yo les daba. Esa era la verdad, puede que de verdad estuviera medio zafado… pero no lo creo.
No había una sola noche en que yo no soñara. A veces en que me echaba a descansar durante el día, y el sueño me caía como la manzana de Newton. Era, realmente, un caso patético, pero, así era yo. Qué se le va a hacer… Siempre hay que ser humilde y agradecer lo que Dios nos dio. ¿No les parece?
Era increíble lo que me pasaba, con eso de los sueños. Podía acordarme de cada detalle, era algo bien vivido. ¡Se los juro! Recordaba personajes, lugares, sonidos, todo… Lo único que nunca me pasó, fue verme a mi mismo, eso jamás ocurrió; quizás porque nunca soñé con un espejo, ni con lagos tranquilos, ni lunas polarizadas, la verdad es que nunca sucedió; quizás deba tener algún significado, la verdad es que no lo sé.
Lo cierto es que acabo de despertarme, y antes que me olvide de todo lo que soñé, quisiera contarles lo que sucedió. Es verdad lo que les voy a contarles, es la purita verdad. ¡Se los juro!
Por primera vez, desde que tengo uso de razón, he soñado conmigo. Me vi que entraba en una casa bastante antigua, situada en un verde campo. Había mucho sol, y no había mucha gente. De pronto, todo el piso en que me hallaba empezó a temblar, así como un terremoto, pero los movimientos eran como si estuviera navegando en un mar bien picado… Aún así, yo seguía caminando hacia la casa, algo en mí me decía que debía entrar, como si alguien me gritara para salvarlo de allí… Fue entonces que sentí que mi corazón se salía del pecho, y una fuerza incontenible me arrastraba hacia el interior de la casa. Como un loco enamorado penetré, justo en el momento en que todo empezaba a derrumbarse…
Eso no me impidió seguir avanzando, y, lleno de una extraña angustia, subí al segundo piso de la casa, hasta llegar al lugar de donde provenía aquella voz… Fue terrible lo que ocurrió, pero, cuando todo cayó ante mis ojos, pude ver entre el polvo y la confusión que, el que me gritaba desesperadamente, era yo, que estaba echado en una cama igualita a la que estoy usando... Allí, desperté, sudando, y más asustado que nunca.
Como es la vida, en verdad… y, no sé, qué es lo que me ha pasado después del día en que les conté aquel extraño sueño, pues, no he vuelto a soñar jamás, y si sueño algo, no recuerdo nada de nada… ¡Se los juro!
JOE 12/04/04
Mira amigo, tu sueño es probable que se deba a un temor o fobia que debes vencer, talvez te has golpeado una parte delicada de la cabeza, has soñado con tu subconciente, debes hablar con un parapsicologo, no hay porque temer.