Paquito tiene un nuevo amigo. Se llama Carlos y es su vecino. Carlos tiene un gatito blanco y peludo. Paquito no tiene ningún animalito para jugar. Por eso va siempre a la casa de Carlos, para jugar con el gatito. Carlos quiere mucho a su gatito, se llama Algodón. Un día Algodón estaba de mal humor y por eso arañó a Paquito y a Carlos. Carlos se lo dijo a su mamá. Paquito se lo dijo a su papá. Papá le dijo que nunca debe molestar a los animalitos.

Paquito se despertó llorando. Él también quería tener un animalito para jugar. Pero no quería un gato, no le gustó como lo arañó el gato de su amigo. Paquito quiere un perro pequeño y bonito. Los perros no arañan como los gatos. La mamá le dijo, " no arañan, pero si lo molestas te pueden morder." Paquito no quería un perro para molestarlo, él queria un perro para jugar con sus amigos y quererlo mucho. Papá le prometió qué le compraría un perro chiquito.

Paquito estaba feliz. Su papá le había comprado un perrito Chiuhua. Tenia los ojos y las orejas grandes, pero era bien bonito, su color castaño.
Rápido qué llegaba de la escuela Paquito llamaba a su perrito y jugaba con él. El perrito se llama Trueno, le gustó mucho ese nombre a Paquito. Le puso así porqué ladraba mucho y asustaba la gente. La gente qué no lo veían, lo sentían ladrar y le tenían miedo. Pero cuando lo veían tan chiquito todos se reían. Paquito quería mucho a su perro. Trueno quería mucho a Paquito. Paquito bañaba y cuidaba mucho a su querido perrito.

Paquito llevó a su perro a casa de su amigo Carlos. Cuando el gato de Carlos lo vio le cogió miedo. Trueno miraba el gato y le ladraba. Algodón temblaba, Trueno ladraba y ladraba. Algodón muy asustado se fue corriendo. Trueno se le zafó a Paquito y corrió detrás de Algodón. El pobre gato tuvo tanto miedo qué brincó por la ventana. Paquito fue a buscar a su perro y se lo llevó para su casa. Carlos lloraba mucho por su pobre gato.

Paquito quiere que su perro y el gato de Carlos sean amigos como ellos. Carlos llevaba a su gato a casa de Paquito y este llevaba a Trueno a casa de Carlos. Por fin dejaron de pelear y se hicieron amigos. Trueno lamía a Algodón y este acariciaba con sus pelos a Trueno. Paquito y Carlos estaban felices, ya podían jugar tranquilos. Trueno y Algodón también jugaban sin hacerse daño. Los dos animalitos y Paquito y Carlos se convirtieron en muy buenos amigos.