Un 17 de mayo
en el mundo aterrizaste,
y en estos catorce años
¡Cuántas veces me ayudaste!

Te conocí en un lugar
para las dos especial;
¡Cuántos juegos,
cuánta ilusión!
¿Y todos esos recuerdos
en nuestro corazón?

Ahí mismo continúan
bajo llave, con guardianes,
para que el tiempo no los emborrone,
para que nunca se dañen;
pues bien se
que por muchos años que pasen
ahí se conservarán intactos,
presentes, perfecctos...
felices.

¿Recuerdas la casa del árbol?
No la hicimos de ladrillo
ni tampoco la hicimos de mármol;
pero con un simple naranjo
y poniendo a funcionar
nuestra gran imaginación
construimos la mejor casa
de toda nuestra región.

Hemos pasado juntas
buenos y malos momentos,
y hemos permanecido unidas
sin sufrir distanciamientos.

En este espacio de tiempo
has sido mi prima,
has sido mi amiga,
y has sido la gran persona
que ha marcado
para siempre mi vida.

Ese gran corazón
que conquistó a todos
y esas inmensas ganas
de diversión y fiesta incansable
han hecho siempre de ti
una persona entrañable:
fácil de conocer,
realmente dificil de olvidar.

Por todo esto,
un año más
quiero recordarte
de una manera especial
que eres la mejor amiga
que en la vida he podido hallar,
y que aunque a veces parezca
que no lo sé demostrar,
quisiera que siempre en tu mente
tuvieras mis dos palabras presentes:
¡TE QUIERO!
Feliz cumpleaños, Cintia
17 de mayo de 2005