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Hay que salir cuando la noche se apodere de la luz y la esconda como el polvo vergonzante bajo su alfombra.
Mira, hermano, cómo relumbran las chispitas en el mar lunado.
Mantén en tus retinas esta hipócrita belleza, que tal vez nada más veas.
Hierve la mar con hervor helado, traidor y falso.
Y demasiados sois para la patera, demasiados.
Pero es ahora o nunca, te dice el hijo de perra. Aquel que no ha de morir, pero no debió nacer nunca.
Negro, pobre negro, no eres más que un maldito sinónimo del infortunio.
Negro, del corazón oscuro del África, herencia del tambor y el ébano, date la vuelta.
¡Date la vuelta, ¿oyes?, date la vuelta!
Que esto no es lo que parece.
Que el frío inyectará lanzas de cementerio en el eje mismo de tus huesos.
Que una puya de agua hostil hará de tu cuerpo una pecera sin salida.
Date la vuelta, negro, si es que estás aún a tiempo.
Que las olas adentran vivos y devuelven muertos a la orilla.
Negro, ancestral estigma, qué habrás hecho tú, qué culpa estarás purgando, para que los dioses nunca, nunca, se hayan puesto de tu lado.
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si, opino como tu amigao, que és acertado y oportuno, me ha gustado, jjejejej ¿se nota?, mi votación :LA MÁXIMA