La experiencia de un viaje

Era un momento de aparente calma en el mundo entero y se presentaba el momento ideal para emprender un viaje. El viaje que se ofrecía en aquel momento por correspondencia que llegaba a la casas de los clientes de la agencia llamada Extra..Viajes, entre muchos otros, pero el más atractivo de ellos era uno que por nombre decía: Oriente y Bali; duración dieciocho días. El itinerario mostraba demasiados lugares para tan corto tiempo, pero siendo por el Japón, se sentía no serían muy lejanos unos de otros una vez ya estando ahí.

Quizá la salida desde México para llegar al Japón, fuera lo que realmente parecía, distante, se tendría que hacer escala y obligadas visitas en Los Angeles , San Francico y para cruzar el Pacífíco, unas tres noches en Hawaii. El cuarto día sería ya la salida para Tokio y de ahí, siendo esta la capital del Japón, el tour continuaría a ciudades relativamente pequeñas, la primera: Nikko, de ahí a Nara, a Hakone, a Kyoto, a Osaka y de regreso a Tokio para tomar un vuelo a la isla de Hong Kong, con opción a visitar Kauloon que es puerto libre y una gran atracción para quien quiera comprar pues ahí es todo más económico.

Después seguía diciendo el folletico, se visitaría Banckog, Tailandia y ya en Indonesia la llegada a un hotel de lujo en la preciosa isla de Bali y el regreso por Singapur y vuelta a los Estados Unidos, finalizando en el punto de partida: México. ¡¡Qué viaje de ensueño, qué maravilla!!

Dárinka estaba realmente entusiasmada pensando en el lindo viaje y en los exóticos lugares que iría a conocer. La entusiasmaba más pensar que lo haría con su mejor amiga y las dos lo pasarían súper bien. Tomó el teléfono y le marcó, estaba decidida y muy, pero muy entusiasmada.

Espero uno, dos, tres timbridos y en seguida escuchó su voz, su amiga contestó, era tal su entusiasmo que sin preámbulos, fue directa, como si ya se hubieran saludado momentos antes, como si su amiga adivinara lo que había estado leyendo en el folleto de la lista de los viajes y las muchas elecciones que se podían hacer y con la que ella se quedaría, pues, estaba realmente interesada en conocer esos lugares, sólo una parte le dijo cuando le tomó la llamada:

Mira Anya, ¿qué te parece este viaje del que te platico? Mira-- repitió--, me llegó de promoción, dicen que la isla de Bali es muy hermosa, pero la verdad amiga, a mí lo que más me entusiasma es pensar en conocer todas esas partes que mencionan de Japón, y dice que además, ya estando por allá te llevan a conocer el pedacito de China Nacionalista que tiene fama de ser extraordinario, me refiero a la isla de Hong Kong y te lo platico porque me gustaría hacer este viaje contigo, ¿qué piensas? Yo estoy vuelta loca de entusiasmo, ya nos imagino a las dos...

Tranquilita amiga, tranquis. No es que no quiera ir mujer, nada más de oírte lo entusiasmada que estás y sabiendo lo bien que tú y yo nos llevamos, sé que haríamos una excelente pareja de viaje, pero me lo dices a menos de una semana del día 15 de septiembre y ya tengo en el club organizada la noche del grito y soy yo, nada menos, la que además de coordinadora del evento, hondeará la bandera y dará el grito de independencia. Cómo ves no es algo que pueda dejar; de haberlo sabido antes, Darin—-así le decía cariñosamente... Oye, ¿por qué no lo hacemos después? Pasando esta semana mujer, pues además es muy apresurado, ¿no te parece?

--- ¿Sabes?, no tienen otra fecha de salida este año, es el último de estos viajes que hacen este año, por esto es que lo promocionan a un costo tan bajo; ¡anímate!, ya que el clima será de lo mejor, no hará ni frío ni calor, o por lo menos eso me han dicho. Yo, así como me ves de entusiasmada, pues si que lo estoy, ya llamé a los de la agencia y eso es lo que hasta ahora me han dicho. Después, sentí que no quisieron dar muchos más informes por teléfono y me dijeron que mañana mandarían a un representante para que me lo explicara todo mejor y bien a bien. Y encantada acepté, así que mañana vendrá un agente.

---Piénsalo Anya, amiguita, por favor. ---Decía con su gran entusiasmo y alegría Dárinka.-- Diles a los del Club que te enfermaste, no sé, cualquier excusa les pones de pretexto y nos vamos. --- Amiga, será un viaje sin igual ¡tú y yo juntas en Japón!

---Dárinka querida,--dijo-- sabes que me iría contigo hasta el fin del mundo, pero no quisiera quedar mal ni con una sola de las personas con las cuales ya contraje este compromiso y no quisiera que pensaras que no te quiero acompañar. --- decía Anya y seguía:

--- Tampoco quiero, de ninguna manera, que dejes de hacer este lindo viaje por mí. Te invito a dar el grito aquí con nosotros, va a estar muy bonito y soy yo quien lo dará, si no te había dicho antes que vinieras es porque desde ya contaba contigo y cuento, ¿vendrás, amiga querida? O acaso te parezca que si no hacemos el viaje este año, ya no lo habremos de hacer nunca jamás?--- ¿Vendrás...?

--- Pues... Me has puesto a dudarlo, ahora lo tendré que pensar. ¿ Sabes? este precio es en habitación para dos personas y nos hacía juntas. Yo tampoco quiero dar el grito en tierras lejanas, aunque no sabes, pienso en el viaje y, -- repitió-- no sabes de verdad, cuánto me atrae... te hablé segura que vendrías conmigo.

-- Mañana que venga el representante de la agencia de viajes y después de platicar con él, te vuelvo a llamar, ¿te parece?


--¡Claro, pero amiga, entiende que yo no puedo entrar en tus planes. Es más, ¿por qué no le dices a Sarita? Me parece que ella podría ser buena compañera de viaje, aunque no hace tanto que la conocemos, parece buena persona, ¿lo pensarás? Te noto tan entusiasmada...

Si, amiga. Lo voy a pensar después de hablar con el agente de viajes. Quizá me decida a no tomarlo, fue una emoción de momento tan grande, que hubiera tomado el vuelo en este mismo instante.

Pero ahora, pensando en todo lo que me rodea aquí y en todo lo que me espera con tu dichosa fiesta en el club para conmemorar nuestro tan esperado grito de independencia, lo voy a pensar bien pensado y mañana, como te dije antes, te llamo y te digo lo que haya decidido, pues ahora tengo como un choque de emociones. Mañana seguro te digo lo que haré, te quiero amiga, un beso, mua.

Después de colgar el auricular, no quiso realmente pensar demasiado sobre el asunto. Esperaría al agente de viajes y le diría la plática que había sostenido con quien fuera su mejor amiga y con la que no podía contar para este viaje por la fecha en particular.

Ya él le diría si se podía tomar sólo para una persona, si habría más fechas para un viaje igual y qué tan próximo sería el siguiente; en fin, mil preguntas más. Dárinka quería estar segura de todo. De tomar la decisión adecuada, correcta. La verdad es que estaba siendo un poco impulsiva--- pensó —¡pero qué ganas de ir al Oriente!, días 15 de septiembre ya había celebrado suficientes.

No es que no le gustara la celebración del grito de nuestra independencia, pero era lo común, lo otro parecía un sueño, una gran ilusión. A ver – se dijo-- hoy es martes, mañana que venga el agente por la tarde, pues dijeron que estaría aquí a las cuatro, justo después de comer, estará también mi madre en casa pues su compromiso de los miércoles se canceló por este día. Ella escuchará y me dirá qué hacer. ¡Seguro, ella sabrá lo qué es mejor!

Por hoy, me voy a dormir, mañana será un día ajetreado, lleno de compromisos por la mañana, pero por la tarde, como prioridad, estará hablar con el agente de viajes y saber; saber y tomar una decisión en definitiva, para no cavilar más, pues es desgastante...

Las sábanas frescas ofrecieron un buen espacio a Dárinka, que parecía tener fiebre de tanta emoción... ¡Conocería un avión llamado Jumbo, y todo lo antes mencionado a su amiga! Bueno... eso en caso de irse al viaje...

Pero, debo calmarme, lo pensaré después, mañana por la tarde... y así tranquilizándose, con la duda a despejar por el agente de viajes, cómoda como estaba en la cama, el sueño la venció.



Lara Elra Cira
Primera semana