Pensando y pensando... en ti.

Estoy escuchando un MP3 de Barry White.
Ya sé que este maravilloso negro ya murió pero siempre me gustó su estilo.

Mi mente ronda siempre en derredor de “ti”... ahora llamas a Miguel, le dices soy Ana... bla...bla...bla.

Es eso mi amor... justamente eso.
Es lo que haces siempre... es lo que no soporto de ti.
No puedo aceptarlo.
Tampoco acepto que aquel te haga escribir algo denigrante para ti.
“Eso no calienta ni al sol” ... quiere que te denigres más... que aparezcan aberraciones que satisfagan su mente torcida.
Pero de tu cuento y el comentario que él te dedica sale a la luz los temas que conversan por MSG... es eso lo que no acepto de ti.

Me amas... a tu manera.
¿Sabes el significado de desilusión?
Yo sé que te amo... pero no te creo a ti.
No te creo porque tú vas del brazo con quien me ataca y te pretende... por eso no te creo.
¿Qué me cuentas de Rappel (o el sobrino) y Aramis? ... dale mis saludos. Buenos chicos... ¿no?

¡Sí!... Sufrir es lo que me espera porque te amo.

¿Sabías que los esquimales prestan su mujer a sus amigos?... Siempre pensé que están locos. Mezquinan a sus perros y trineo pero no a su mujer... yo no los entiendo.
¿Se enamoran los esquimales?

Las brújulas no funcionan allí pero claro... saben que están en el norte.
¿Tú sabes dónde está el norte?...
¿Cuál es tu norte?
Cuando te canses de dar vueltas y vueltas y te des cuenta que el único sol que calienta es el amor, el verdadero amor, vuelve a mí ... yo te diré donde queda el norte.

Soy un tipo difícil de entender porque puedo tomar decisiones que me causarán dolor.
Quisiera creerte pero lo que haces te desdice y hacen que yo dude de ti... del amor que ahora reconoces.

Exceptuando este último escrito tuyo y alguno que otro anterior, siempre veo “ambigüedad”.
Debes saber que todos tus movimientos yo los “veo”.
Estoy sentado frente al tablero de ajedrez y cuando tú mueves una pieza yo sigo tu movimiento e intención.

Si te sirve de algo ... yo te amo.