La gran cantidad de mujeres aptas para el matrimonio hace que cuando un hombre se decide a dar este paso, deba tener en cuenta muchos factores, aunque siempre, el tamaño es lo más importante.
Un hombre tenía tres novias (una rubia, otra morena y otra pelirroja) a las que quería por igual. Ya decidido a cambiar de estado (de soltero a casado, nos referimos) se le presentó el dilema de elegir. Las tres eran buenas candidatas, por lo que decidió realizar una prueba práctica: les entregó 200.000 pesetas a cada una, para ver qué hacían con el dinero.
- La rubia cogió el dinero y se fue a la peluquería, se hizo la manicura, la pedicura, se cortó el pelo. Se fue de compras y se compró ropa y joyas. "Lo he hecho por tí" le dijo cuando lo vio. "Deseo estar muy guapa para tí porque te amo mucho."
- La morena tomó el dinero y compró un equipo estéreo, un Rolex de caballero, un reproductor de CD portátil y unas corbatas. Cuando lo vio se lo entregó todo y le dijo: "Te he comprado esto porque te quiero muchísimo".
- La pelirroja invirtió todo el dinero en bolsa. Ganó el doble de dinero, cogió la mitad y reinvirtió el resto, devolviéndole las 200.000 pts. que le había dado. "He invertido el dinero para tí, y lo he doblado. Te devuelvo lo que me has dado y reinvierto lo demás para nuestro futuro porque te quiero muchísimo".
El hombre analizó cuidadosamente todos y cada uno de los comportamientos, sopesando pros y contras de cada una, y tras mucho pensar, decidió casarse con....... ¡¡¡ LA QUE TENÍA LAS TETAS MÁS GRANDES !!!