¿Qué es el Espíritu Santo?.
(Relato Religioso, 182.)
La pregunta de este relato de hoy ha causado mucho que pensar y hasta algunas personas dudan de que sea realidad el espíritu santo de Dios, pero cuál es la respuesta que nos da la Biblia al respecto?. Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios:
El espíritu santo de Dios es su poder, o fuerza, en acción. Por ejemplo leamos estas palabras: “El ángel le contestó: ‘Sobre ti vendrá espíritu santo, y el poder del Altísimo te envolverá con su sombra. Por eso el que va a nacer será llamado santo, Hijo de Dios”. [Lucas 1:35]. Cuando Dios envía su espíritu, proyecta, o dirige, su energía hacia un lugar en concreto, sea donde sea, para que su cumpla su voluntad. [Lea en su Biblia el Salmo 104:30, 139:7]
En la Biblia, la palabra “espíritu” corresponde a los términos ‘ruaj’ [en hebreo] y ‘pneuma’ [en griego]. En la mayoría de los casos, estos términos se refieren al poder de Dios en acción, es decir, a su espíritu santo. [ Génesis 1:2]. Sin embargo, también se usan en los siguiente sentidos:
Aliento, o respiración [ Habacuc 2:19. Apocalipsis 13:15]. Viento [ Génesis 8:1. Juan 3:8]. La fuerza vital, o la energía, que mantiene con vida a seres humanos y animales [ Job 34:14, 15]. La actitud, o la inclinación, de una persona [Números 14:24]. Los seres espirituales, com Dios y los ángeles [ 1 de Reyes 22:21. Juan 4:24].
Todos estos significados tienen algo en común: Se refieren a cosas que son invisibles a la vista humana pero que producen efectos visibles. El espíritu de Dios, “a semejanza del viento, es invisible, inmaterial y poderoso” [Diccionario expositivo palabras del Antigua y del Nuevo Testamento exhaustivo, de William E. Vine].
En la Biblia se asemeja el espíritu santo a las “manos” o los “dedos” de Dios [Lea Salmo 8:3, 19:1. Lucas 11:20, compare también con el texto de Mateo 12:28]. Tal como un artesano usa la fuerza de sus manos y sus dedos para hacer su trabajo, Dios ha usado su espíritu de la siguiente maneras:
Para crear el universo. [Salmo 33:6. Isaias 66:1, 2]. Para producir la Biblia. [2 Pedro 1:20, 21]. Para que sus siervos de la antigüedad pudieran hacer milagros y predicar. [Lucas 4:18. Hechos 1:8. 1 Corintios 12:4 al 11]. Para hacer que las personas que le obedecen demuestren buenas cualidades [Gálatas 5:22, 23].
Como hemos visto hasta ahora, el espíritu santo no es una persona: Al referirse al espíritu santo como “manos”, los “dedos” o el “aliento” de Dios, la Biblia demuestra que dicho espíritu no es una persona [Éxodo 15:8, 10]. Las manos de un artesano no trabajan por su cuenta, pues no pueden actuar de forma independiente del cerebro o separadas del cuerpo. De la misma manera, el espíritu de Dios sólo actúa cuando y como él lo dirige [Lucas 11:13]. Además, la Biblia compara al espíritu santo con el agua y lo relaciona con otras cosas impersonales, como la fe y el conocimiento. Esto también da a entender que el espíritu santo no es una persona [ Isaías 44:3. Hechos 6:5. 2 Corintios 5:6].
Aunque la Biblia menciona el nombre propio de Dios, Jehova, y el de su Hijo, Jesucristo, en ningún lugar le da un nombre al espíritu santo [ Isaías 42:8. Lucas 1:31]. En una ocasión, cuando el discípulo Esteban recibió una visión del cielo, vio tan solo a dos personas, no a tres. La Biblia dice: “El, estando lleno de espíritu santo, miró con fijeza al cielo y alcanzó a ver la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios” [Hechos 7:55]. El espíritu santo fue simplemente el poder que Dios utilizó para que Esteban pudiera tener esa visión
Pasemos a ver ahora algunos conceptos erróneos sobre el espíritu santo.
Lo que algunos creen: El espíritu santo es una persona y forma parte de la trinidad . Así lo dan a entender 1 Juan 5:7, 8 algunas versiones de la Biblia como la Torres Amat y la Reina Valera. La verdad: La versión Torres Amat en 1 Juan 5:7, 8 dice: “Tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son una misma cosa. Y tres, son los que dan testimonio en la tierra”. Sin embargo, respetados investigadores han descubierto que el apóstol Juan en realidad no escribió esas palabras y que, por tanto, no deberían estar en la Biblia. Por ejemplo, el biblista Bruce M. Metzger señaló: “Estas palabras son espurias [no auténticas], y [...] no tienen derecho a permanecer en el Nuevo Testamento” [Un comentario textual al nuevo testamento griego].
Lo que algunos creen: La Biblia habla del espíritu santo como si fuera una persona, así que debe serlo. La verdad: En las Escrituras a veces se presenta al espíritu santo con características propias de una persona, pero eso no quiere decir que lo sea. Lo mismo pasa con la sabiduría, la muerte y el pecado. [Proverbios 1:20. Romanos 5:17, 21]. Por ejemplo, se describe al pecado como alguien seductor, codicioso y asesino. [Mateo 11:19. Lucas 7:35. Romanos 7:8, 11].
Lo que algunos creen: El bautismo se realiza en el nombre del espíritu santo, por tanto, el espíritu debe ser una persona. La verdad: En ocasiones, la Biblia utiliza la frase “en el nombre de” para indicar que a alguien realiza algo con el poder o la autoridad que se le ha dado [Deuteronomio 18:5, 19 al 22. Ester 8:10]. En español usamos con el mismo sentido la expresión “en el nombre de la ley”, pero eso no significa que la ley sea una persona. Por tanto, cuando alguien se bautiza “en el nombre” del espíritu santo, significa que reconoce el poder de ese espíritu y su función en el cumplimiento de la voluntad divina [Mateo 28:19].
Lo que algunos creen: Los primeros discípulos de Jesús, incluidos los apóstoles, creían que el espíritu santo era una persona. La verdad: Eso no lo enseña ni la Biblia ni la historia. Según la Encyclopedia Britannica, “la doctrina de que el Espíritu Santo era una Persona distinta y de naturaleza divina [...] se definió en el Concilio de Constantinopla en el año 381 después de Cristo”. Ese concilio se celebró más de dos siglos y medio después de la muerte del último apóstol.
Por lo tanto, como hemos analizado en este relato sobre el espíritu santo, comprendemos, a la luz de la Biblia, que no es una persona, sino, la fuerza activa de Jehová Dios para realizar cosas o para ayudar a sus siervos fieles, tanto en la antigüedad como a sus adoradores verdaderos del dia de hoy. Si usted, amigo lector, necesita alguna respuesta a alguna pregunta que tenga al respecto, puede ampliar mucho más su conocimiento hablando con los testigos de Jehová del área donde usted reside y llegará a conocer la verdad que lo hará libre [Juan 8:32].