Capítulo I
Así éramos
Esta historia ocurrió alrededor de los años setenta en Newark, un pueblecito de los Estados Unidos, más bien era un pueblecito, en esta actualidad es una gran ciudad adinerada, aunque ya no vivo allí, sino en el norte de España, donde la calidad de vida es mejor para mi salud.
Antes Newark era un hermoso pueblo, donde todos nos conocíamos a todos. Si pasase alguna cosa de un vecino, o hijo de alguien del pueblo, ya se enteraban todos. Ya si era inspector de la CIA o terrorista. En esta actualidad la gente ya no se conoce por la calle. El señor Robson era un hombrecillo muy adorable, era el lechero del pueblo. Casi no tenía dientes pero le hacía una cara muy simpática. En el supermercado, si se puede llamar supermercado, porque es muchísimo más pequeño que los de ahora, trabaja la señora Smith y el señor Folien. Eran marido y mujer, ella era regordeta y muy indiscreta, pero era muy buena persona, y Folien, era un hombre pequeño y robusto, que soportaba siempre las quejas de su mujer aunque el le apoyaba muchísimo. En el quiosco, donde desde pequeños nos comprábamos los tebeos, y las marujas del pueblo incluyendo a mi madre se compraban revistillas de “famosillos”, trabajaba el señor Ramón, de nacionalidad española, que escapó con barco hasta Newark para librarse de la guerra civil española. Él zapatero Jonson, era un hombre flacucho y alto, muy serio, él quería parecer que no le importaba nada y nadie, pero al fin y al cabo, tenía un gran corazón. Él carpintero Smithers era un hombre con mucho talento, fabricaba todos los muebles de cada casa del pueblo, no había nadie que no tuviera nada de este agradable señor. Los granjeros del pueblo nos vendían los huevos, y la lana para hacernos abrigos para el invierno, aunque ya muchos teníamos chaquetas de punto. El pueblo pocas más cosas tenía, aunque lo prefiero como era antes que como es ahora. Mi padre Michael trabajaba en la policía del pueblo, aunque nada tenía que hacer, ya que mi pueblo era tranquilo y nada ocurría algo raro ni sospechoso, no como ahora, lleno de bandidos y gamberros motoristas destrozando las ciudades. Mi madre Eveline era una joven y bellísima persona, como mi padre, su pelo ondulado y rubio le colgaba más allá de los hombros, y tenía unos preciosos ojos color turquesa penetrantes y alegres, ella hacía las tareas de la casa, como todas las mujeres en aquella época. Mi hermana Ivi tenía ocho años y siempre me suplicaba que le dejase venir conmigo y mis amigos, pero nunca le dejaba, en aquella época éramos gamberros y siempre buscábamos peleas con los de segundo curso del colegio. Yo y mis amigos íbamos a primero curso de secundaria, y nos sentíamos humillados por ellos. Aunque poco a poco fuimos plantándoles cara, hasta que ocurrió una cosa, una cosa que no había pasado desde hacía veinte años.
Capítulo II
Las bandas de primer y segundo curso
Mi nombre era Derek, era alto, pelo rubio oscuro y unos ojos marrón-verdosos, el aquella época tenía catorce años, era él “jefe” de la banda de primero, siempre iba con Edward, mi mejor amigo, él era más bajo que yo, tenía la misma edad, era moreno y tenía unos ojos marrones que seducían a las chicas. También venía Alex, era el más mayor de la banda, tenía quince años a punto de cumplir los dieciséis. Tenía unos ojos negros brillantes, y un pelo rubio que parecía descolorido, era muy alto y enclenque a pesar de que le plantaba mucha cara a los de segundo curso. Su hermano pequeño, Daniel, de siete años, nos seguía, pero nunca le dijimos que se fuera, ya que era el chivato que nos decía las cosas que tenían de segundo planeadas para nosotros y siempre iba acompañado de su perro pastor, Dick. Eric era un ligón de poca monta, siempre llevaba su pelo de laca, color castaño y unos ojos desviados de color azul marino. James era el chulito de primero, sus ojos color turquesa iban siempre enfadados, ya que los de segundo lo trataban como una mosca y un vacilón mocoso de primero. Llevaba con él una chaqueta de cuero negra.
Gaifo era el mote de Dan, aunque ya nadie, ni siquiera sus padres, le llamaban así, era bajo, con una larga cabellera pelirroja y gordísimo, alrededor de unos noventa kilos y era el tonto del pueblo. Tommy era el mejor amigo de Alex y enemigo de Gaifo y de Edward. Era bajo pero bastante resistente y fuerte para su edad.
Él grupo de segundo curso estaba mejor formado, ya que nos sacaba un año a todos los de primero incluso dos. Él jefe e insuperable era Stephen, sus ojos color miel iban cargados de ira y rabia, era alto, corpulento y muy fuerte, no se metían con él ni los de cuarto curso, su pelo rubio iba engominado. Él y Rudy, otro de segundo, eran los más ligones y guaperas del colegio, a pesar de que no intentaban serlo. Stephen tenía un mal dentro de sí mismo, y era demasiado malo para tener quince años.
Rudy era moreno, alto, corpulento y tenía los ojos marrones, era el único que le contestaba y no se dejaba cagar en los pantalones por Stephen, llevaba una chaqueta de cuero negra, unos pantalones teñidos de negro, y el pelo, igual de largo que Stephen, lo llevaba engominado. Alguien que le mirase mal a Stephen era hombre muerto, pero a Rudy, ninguno de su grupo le tocaba, aunque Stephen tenía ganas de matarle, ya se habían peleado alguna vez en el colegio. Frank era el tío más alto del colegio, casi hacía los dos metros, llevaba una larga cabellera rubia recogida con una coleta, llevaba un gran colgante en el cuello, tenía los brazos más grandes del pueblo, eran igual de anchos que mi cuerpo, era realmente grande y macabro, le tenían más miedo que a Stephen, pero tenían los mismos pensamientos. Greg y Mark eran los granos del culo de Stephen. Eran los dos igual de malos e igual de cagados, obedecían a las ordenes de Stephen, igual que Frank, Greg y Mark eran los típicos que insultaban a los de primero, pero también los típicos que recibían palizas por nosotros, de nuestro grupo, solo se metían con Gaifo. Ben era otro machaca de Stephen, este era casi igual de fuerte que Frank, pero era más ágil y más inteligente, era del grupo, pero nunca estaba por allí, iba con los de cuarto, que le protegían la espalda. Ewan, era un homosexual del grupo de Stephen, estaba en él porque era hermano mellizo de Mark, a él le gustaba Stephen, participaba en las guerrillas que hacíamos contra ellos solo para verle los músculos a Stephen. La primera guerra que hicimos fue el día veinte de agosto, en nuestra cabaña de árbol que había cerca de mi casa, si nos la destruían y nos apaleaban eran ganadores, aquel día fue muy emocionante, estábamos en la cabaña de árbol planeando como poder combatir con ellos cuando se acercara la guerra, solo estábamos mi grupo, Tommy estaba asomado en la ventana cuando vio llegar corriendo a Daniel, Dick e Ivi a la cabaña. Tommy nos lo dijo y todos nos asomamos a la ventana, abrimos la pequeña compuerta que estaba bajo nuestros pies. Dick fue el primero en subir, Daniel lo adiestró para que pudiera subir las escaleras rápidamente. Después subía Daniel, y después asomó la cabeza para subir Ivi, pensativa si iba a subir o no, yo le agarré de un brazo y le dije que ella no tenía nada que ver en el club pero Alex me dijo riendo que se habían hecho “novios”, ella y su hermano. Yo me reí, Daniel explicó en seguida que estaban espiando a los de segundo y venían a luchar contra nosotros, era una guerra sorpresa. James enseguida supo el porque. Hacía un par de días Gaifo estaba comiendo un gran bocadillo de jamón y queso en el recreo, Greg y Mark aparecieron por allí y le robaron el bocadillo, lo abrieron y lanzaron un sopapo cada uno y se lo hicieron comer, pero Rudy apareció y les zurró a los dos y hizo que se comieran la mitad cada uno, Greg y Mark se lo contarían a Stephen y vendrían aquí para vengarse de que ninguno de segundo nos defendería. Gaifo quiso que lo metiéramos en el club, y allí estaba con nosotros, como si fuera uno de toda la vida. Yo le dije a Ivi:
- Vuelve a casa enseguida.
Pero unos grandes pasos se oían cada vez más acercarse. Las primeras piedras empezaban a chocar con la puerta principal, la usábamos por si había que lanzar alguna piedra. Subí a Ivi con un brazo. Una piedra entró por la ventana a mucha velocidad. Daniel dijo:
- Esto va a ser mortal, llevan piedras muy bien formadas, lo he podido observar, unos tirachinas, palos de madera de pino, pistolas de pinza, escopetas de clavos y unas lanzas de madera muy afiladas. Solo os digo, que deberíamos rendirnos, solo tenemos piedras, no vamos a poder ganar.
Capítulo III
La venganza
- No nos vamos a ir a ninguna parte, debéis plantarles cara.- dijo Rudy.
- ¿Pero te has vuelto loco? ¡Las tropas de Stephen se han multiplicado! y todavía no tenemos los refuerzos de primero.-dijo Edward con temor.
- Rudy tiene razón Ed, podemos luchar, ya se que perderemos, pero no iría mal plantarles un poco de cara para que les vaya entrando el miedo y sepan que lucharemos. Buscan la venganza. La venganza de que uno de segundo haya apaleado a dos tipos de segundo solo para defender a uno de primero, y que este de segundo, se vaya con los de primero. Combatiremos con ellos.-dije yo cogiendo la piedra lanzada y lanzándola a los de segundo, que le dio a uno en el estómago y este vomitó.
- Yo me quedaré contigo para luchar Derek.-dijo James.- Aunque salga con muchos golpes.
- Aunque arriesgue mi vida, lucharé contigo.- dijo Rudy.
Entonces todos se apuntaron y ninguno se rindió. Una lanza de punta de madera afilada entró por la ventana y se clavó en la pared, seguida de otra que se clavó en la puerta principal.
Tanto si os gusta como si no os gusta el primer apartado, agradecería vuestra opinión.
Atentamente
Jim Coneri
Gracias