Hoy se detuvo el reloj, no sé porque cosas del destino.Siempre sé cuando comienzan tus ausencias.No es que tenga dotes de adivina si no es simplemente tu gesto de ira.Es, esa palabra que en secreto como si no me diera cuenta, tocas en las notas del piano, tocadas del mismo modo, al mismo tempo inconcluso de la evasión de una golondrina.Si así comenzó tu despedida, pero yo la adiviné antes, sentí que la piel se me estremecía poco a poco de frío, aunque atardecía y el calor era insoportable.
Mi piel se estremecía, tu no lo notaste, tus ojos oteaban el horizonte, y cuando el silencio se hizo tan profundo que más parecía un valle, entonces supe...
Que si , había llegado la hora. Dí media vuelta, caminé en sentido contrario de las manecillas del reloj, y me fui por las calles de mi ciudad bajando las escaleras de este puerto, mientras una oleada de sal y un breve suspiro volaban por el aire y me marché en silencio, sin que te dieras cuenta... Hoy se detuvo el reloj, se detuvo todo en un instante...

Aury (dorada)