¿Porqué buscáis en el fondo del pozo la respuesta a lo ignoto?
Vosotras debéis conocer a ciencia cierta que en el corazón del poeta solo existe un mundo visible para otro poeta, más si tratáis de penetrarle chocaréis contra el muro de lo incierto, cuando el escritor habla de esa carta desacertada en un escrito cargado de sentimientos, Vive Dios que tal esquela no existe. Ahora, tomaos de la mano y seguidme, vamos a internarnos en la psiquis del orate que escribe sandeces que luego al ser leídas trocadas son en poesías...
Pensad por un momento que vais a internaros en un profundo túnel, al final de él una diminuta y tenue luz flamea como el albor de un cirio, vais caminando y al final oh delicia divina, luz del astro rey ilumina sendos senderos que se separan en una extensa llanura, el uno tornando a diestra, el otro tornando a siniestra, vosotras, a sabiendas de que solo se hará un recorrido habéis decidido transitar cada una por un camino, así posteriormente os platicaréis entre si vuestras experiencias y conclusiones, Inocencia a decidido transitar el camino deshecho orientado a la izquierda, gruesos guijarros que quebrantan sus calzas coronan hasta el extremo el sendero, y adentrándose va por tortuosos caminos hasta el borde de un profundo lago, hasta allí llega Inocencia pensando que ha perdido su tiempo al adentrarse tan profundamente en un estéril ambiente, todo es yermo, nada es cierto, ese lago de aguas nauseabundas es sinónimo de caos, ¿de donde proviene la belleza en la que el escritor sobreabunda?.. Adelina se adentra por el sendero de la derecha, flores de mil colores circunvalan el camino, hermosas mariposas revolotean inquieta dando la imagen de un jardín que vuela, y la arenilla del camino invita a caminar descalza, camina Adelina hasta encontrarse con un hermoso lago, aguas cristalinas, pececillos de colores navegando a flor de agua despiden dorados destellos que hacen del hermoso paisaje un paraíso. Se maravilla Adelina...
Lo que vosotras no habéis notado es que habéis llegado a diferentes orillas del mismo lago, que ese lago para la una nefasto, para la otra maravilloso, es el germen de donde nacen los escritos, que a algunos arrancan lagrimas de emoción, y a otros sonrisas de satisfacción, a los unos admiración, a los otros reprobación. Es el mismo pozo del que surgió una carta que no existe, es la mente del autor.