Hace bastante tiempo, venía por la noche de la casa de una amiga, cuando vi que en el contenedor algo se movía. Por supuesto, no me acerqué y seguí mi camino hasta casa. Cuando estaba en la cama, me asomé por la ventana, desde donde se veía el contenedor, y vi que la tapadera se abrió y un viejo salió riendo Y VENÍA HACIA MI CASA. Empezó a tocar el timbre y en mi casa solo había una persona: YO.
Entonces, llamé por teléfono a la policía pero cuando me cogieron el teléfono, ERA LA MISMA VOZ DEL VIEJO. No hacía más que reírse y me dijo que mi hora se acercaba. Colgué y ya no se oía el timbre ni las risas. Pero oí la puerta de mi casa cerrarse de un portazo; como si hubieran entrado y la hubieran cerrado. Pensé tirarme por la ventana cuando un escalofrío recorrió mi espalda al oír unos pasos subiendo las escaleras. Cerré la puerta y abrí la ventana sin saber qué hacer.
Seguían oyéndose carcajadas. Empezó a llamar y golpear a la puerta. Y yo, a gritar y pensar algo rápido. De pronto, recordé que mi armario tenía una ventana por la que yo cabía y llegaría al otro pasillo. Lo hice, y salí corriendo a la calle por la puerta de la cocina. Pero, se me heló la sangre al ver que no había ni un solo coche, luz, persona, animal o ruido en la ciudad.
Solo se oían las espantosas carcajadas del viejo QUE SALIÓ DE LA CASA Y VENÍA A POR MÍ. Entonces, ya supe qué pasaba; era una pesadilla, una horrenda y asquerosa pesadilla.
Pero empecé a correr por la oscuridad de las calles porque el viejo me alcanzaba y todos los esfuerzos que hacía por despertarme eran en vano. Me cansé... me cansé y me caí al suelo jadeando. Veía que el viejo se acercaba y me atravesó con un vidrio que llevaba en la mano. Mientras moría, pensé qué podía ser todo aquello:
Hace dos años, en una excursión, un anciano me pidió la mano para bajar las escaleras y no paré de reír y le dije: Tu hora se acerca. Me fui corriendo y riendo y el viejo cayó y se murió al instante>>...