RUIDO
Si pudiera envolverme en el sonido
del campo rumoroso,
si pudiera librarme
del horrendo tronar de decibelios,
si pudiera dormir con la canción de cuna
de la música interna,
tirar a la basura la música enlatada,
chirriante,
eslabones de plomo en mis oídos.
Si pudiera bañarme en el vaivén sereno de las olas,
adentrarme en la magia de los libros,
el alma de mis versos,
la mágica razón de mis pinceles,
conversar con las musas
sin el gong que despierta mi letargo...
Gritar a todo el mundo
que el pájaro enjaulado no canta,
llora, gime su soledad de oro.
Barrotes de la jaula este mortal estruendo
que me impide escuchar
el grito de otras almas.