-!Varón. 37 años. Presenta lesión contuso confusa craneo encefálica por la parte de la cabeza. Estado precomatoso. Se nos va.!
Así efectuó su entrada en el centro clínico, el individuo Paco Matas, después de caer súbitamente desplomado mientras andaba tan tranquilo por la acera.
El dr. Luque se hizo cargo del ingreso.
-!Llévenmelo al box número 3. Rápido!.
-Aquí los boxes van por letras.- Recordó un empleado.
-!Pues al número C. joder. Y haga el favor de gritar más, muchacho, que esto es urgencias.!
Prepararon la mesa y, una, dos, tres,! arriba!, lo colocaron encima de un costillazo que hizo temblar la planta.
-!Quiero que le hagan un scanner, una resonancia, un electrocardiograma, un encefalograma y que le administren varios miligramos de algo que acabe paína o coína.! !Rápido, por dios, que se nos va!.
!Necesito resultados!. Pero mientras llegan y no llegan,!ayudante, páseme el desfibrilador, que le iré dando lo suyo a este tipo. Ah y tómenle la tensión, que yo no quiero que un paciente mio esté tenso.!
La gravedad del ambiente era irrespirable. Tenían que salvar a Paco Matas.
-Doctor, ya tenemos los resultados de algunos análisis, dos radiografías y una foto polaroid de cómo era antes y cómo era después de antes.
-!Bien, déjeme ver eso. ..Hummmm...Vaya...no es.... posibl...Joder, maldita sea....es imposible...!
-¿Qué pasa doctor Luque?
-!Chico, llama ahora mismo a toda la plana mayor del hospital. Tienen que ver esto. Que vengan de inmediato, cardiólogos, vasculares, oncólogos, coronarios, y los de la cabeza sobre todo.! Y mándame un psiquiatra, que nos hará falta para cuando vengan los familiares.
Ah, si se te cuela algún pediatra u oftalmólogo, los echas a patadas, que esos sólo quieren cotillear.!
Al cabo de veinte minutos, el lugar estaba con más ambiente que una bodega frente a un cuartel. Todos analizando, comprobando, deduciendo, complétamente asombrados.
-Caramba, Luque, no me digas que va a ser...!O, no, no es posible!
-Me temo que sí, colega Robles. Oídme todos con atención: Lo que este paciente tiene en su cabeza, aunque no os lo podáis creer, es un brote de !!ideas!!.
-Ideas- murmuró la dra. Martos- ¿Pero eso no se había conseguido erradicar ya hace más de30 años?
-Por supuesto, querida, ahí está lo gravísimo. ¿De dónde procede la cepa de este poste?
-Quiere usted decir de este brote..
-Pues eso.
-Sea como fuere- intervino el cirujano Cabrales- habrá que extirpar. Se puede arriesgar la vida de un hombre, pero no los cimientos de una sociedad que costó muchos esfuerzos traer hasta donde la tenemos ahora.
-!Yo lo suscribo- gritó Luque- Preparen quirófano, rápido, diablos y centellas. Operaremos con anestesia, pero sin dilación.!
Mientras preparaban la intervención, llegaba al centro la esposa de Matas, hecha una histeria, gritando, sollozando, llamando al marido, desorientada y aullando como una hombraloba.
El psiquiatra, que ya estaba preparado para esto, la condujo a su despacho y como no se calmaba, llamó a dos enfermeros talla XXL que la placaron por el pasillo como a un delantero de rugby y le metieron una buena jeringa de sedantes.
-¿Está mejor, señora?.
-Eh, sí, ¿y mi marido?.
- No quiero engañarla, su esposo ha sufrido un mal que ya creíamos extinto. Un mal en el que no se pensaba ahora, en el siglo XXI. A su marido le hemos detectado un brote de ideas.
-!Ay, ayayayay, y ¿eso qué es?, ¿es muy grave?, ¿se me morirá?.Ay ayayayay!.
-Si no se me calma usted , volveré a llamar a los de antes.- susurró el psiquiatra con voz amaestrada de psiquiatra.- Un brote de ideas se acumula en la cabeza y se expande por la masa encefálica como un manchurrón. Entonces el enfermo se vuelve extraño, cambia de personalidad, se cree superior a la muchedumbre y acaba por convertirse en un ser marginal y solitario. Esta lacra puede transmitirse en ocasiones a los hijos y seres cercanos.
Y ni usted ni yo queremos que por culpa de su marido se nos monte una epidemia, una pandemia o un contagio, ¿verdad, señora?.
-¿Y dónde ha cogido mi Paco eso tan malo?.
-Eso no lo sabemos, tal vez sea un brote de generación espontánea. Aun tendremos que seguir haciéndole pruebas.
-!Ay ayayay.!
- Mire, voy a preguntarle algo. Es imprescindible que su respuesta sea totálmente sincera.
-Bien, dígame...
-¿Tienen libros en su casa, o algún disco cultural, o videos formativos,o tratados de filosofía, o algo de ese estilo?.
-No que yo sepa. En mi casa no se leen más que los folletos de propaganda que ponen en los buzones y las revistas de famosos. Como no sea que quede algo arrinconado por el garage, o el trastero, no sé yo... Pero yo no le he visto leer a mi Paco...Ayayay...
-Bien, señora, si su Paco sale de ésta,necesitará seguir un estricto tratamiento, y deberá adquirir unos hábitos de vida más saludables. En eso usted es muy importante para su total recuperación y para evitar que sufriera una recaída.
-Yo hago lo que usted mande, doctor.
-De acuerdo. Cuando él vuelva a casa, usted lo observa, lo vigila, que no haga cosas extravagantes.
Lo mejor para su recuperación es que vea la televisión lo más que pueda. Sobre todo, programas de máxima audiencia, que por eso son tan terapéuticos, y películas de evasión y mamporros, que lo ayudarán a relajar sus impulsos, y programas musicales de rabiosa actualidad. Si lo hace, tendremos mucho ganado.
-No se preocupe, doctor, yo me encargo.
-Ah, y si en algún momento, ve cómo su esposo, dibuja sobre un papel, o escribe cosas en una hoja, o murmura mirando las estrellas, o tiene conductas así de anómalas, no dude en llamarme a la hora que sea del dia o de la noche. Aquí tiene mi teléfono.
el cuento me gusto pero le hace falta un final lo deja a uno con ganas de escuchar la opinioin del autor con repecto a el aculturamiento o una "moraleja" al final