Chile, 28 de octubre 1993
Carta 1 de «Dos Hombres y un sueño»
Colección privada.
De Humberto:
Si yo pudiera alejar de ti toda la pesadumbre y esa suerte tuya de obsesionante negatividad para encontrarte siempre en un túnel sin salida, créeme, con gusto y entera voluntad, haría brotar, acaso de una roca, un rayo de luz que disipara las tinieblas en que te ves envuelto, ignoro si por tu misma desazón anímica, pero carezco del esoterismo mágico para enhebrar tu alma en un ramaje menos gris cuando en el árbol de tu imaginación se proyectan intenciones que no son tales, actitudes que están fuera de la realidad.
Aleja de ti las amarguras, las sospechas infundadas, empínate sobre ti mismo y procura tomar las cosas con más realismo comprendiendo situaciones que se dan en este mundo y sobre las cuales no es posible cambiar el curso a que ellas nos conducen.
Esto es una carta y no acostumbro a leer cartas de otras personas. No es un relato , es una carta.