Ya es noche cerrada, dejan de cantar los lirios, una diminuta sombra la de un niño, avanza por la oscuridad callejera, como si
fuera un bandido un ladron de caminos.
Metiendose en un portal espera a su victima que baja y tiene aspecto de hombre rico.
Enseñandole la pistola, dice con gesto agresivo: Deme la cartera, no se mueva, ni haga ruido.
En ese momento ve brillar un anillo, un anillo
de platino. Y deme tambien ese anillo. Acelerado no da al gatillo. De un manotazo desarma al niño atrevido y agarrandole del
brazo,dispuesto a darle castigo......
Dime niño; No te da verguenza, ser un ladron de caminos? No ves que si sigues este camino, vas a alcanzar la amargura del presidio.
si al pedirme la cartera contento te hubieras ido, habrías ganado más que pidiendome el anillo, que es recuerdo de mi madre, a la cual yo mucho he querido.
Por esa madre señor a la que usted tanto ha querido, le ruego que perdone mi delito.
Dime niño: ¿Porqué robas?
señor, mi madre está en un hospital.
En un hospital has dicho?
Si señor y cinco hermanitos más a los que prometí pan.
Y soltandole del brazo, le entrego la cartera con gesto aprensivo.
¿Quien es usted señor?
Yo soy un ladron, un ladron de guante blanco.
TE felicito por tu creatividad, fabuloso cuento, que al leerlo deja de serlo, porque es tan real.