Todo empieza, como empiezan las costumbres.... cuando en el dia todo parece que perece, y que eres el gusano mas indeseable sobre esta cada vez mas moribunda Tierra; de repente, como un boton de Rosa, misterioso, hermoso, coqueto, aparece frente a ti esa silueta sin igual que ofrece Paz.
Digamos que hace del momento un loco deseo, no falaz, sino preciso; donde la hierba crece y el arbol nace. De tus brazos,que creias cortos, sobresalen alas en forma de libertad; algo extraño, pero real. Agitas tus alas y estas en el aire, y a pesar de no creerlo te sientes el Rey del viento, y asi, de real y majestuosa corte, las aves te saludan con sus cantos bien alegres. Pero no satisfecho con eso, le pides a las nubes el mejor manto jamas creado, y te ofrecen un tapiz de terciopelo, verde como los olivos que hay en el Eden.
Piensas que esto grande, poco o demasiado, divagas entre lo que es sano y lo que es correcto, te acuerdas de Dios y das un suspiro; das por hecho que la altura te da origen a los deseos y que estando ahi todo es posible.
Empiezas sorbo a sorbo a contaminar tu cuerpo con un dulce veneno, la soberbia te acaricia los labios y hasta te quema con sus besos, ofreces espacio y sientes lo que es estar muerto. Te alejas de inmediato y las alas te duelen mas que la indiferencia.
Mas sin embargo aun hay orgullo debajo de ese trapo sucio, todavia las fuerzas te dan paso a seguir lastimando a quien se ponga enfrente de ti, ese magnifico ser divino. Y en la adoracion de tu vanidad inquieta, quemas cualquier oportunidad de ser reivindicado ante los ojos de Dios.
Pero las alas ya estan rotas, empieza la caida del cielo, por mas que lo intentas no puedes detenerte, y como ultima oportunidad le dices a gritos al que siempre te ofrecio su ayuda, y que tu pisoteaste: Tengo algo que confesarte.
Y cierras los ojos cuando una lagrima asoma en señal de muerte.