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Categoría: Misterios

SECTAS PELIGROSAS

El cielo estaba oscuro, el agua corría por las calles, buscando un lugar para escapar. Mis lágrimas saladas se mezclaban con la lluvia, mientras yo me dirigía a casa para desahogarme con más intensidad.

El camino era largo, mis piernas temblaban por el frío y el cansancio, ¡necesitaba dar un respiro!. Decidí llamar a Sergio, saqué el móvil del bolso y marqué rápidamente.
__"El teléfono móvil al que llama está apagado o fuera de cobertura en este momento”
__¡Mierda, está apagado!
Volví a marcar, pero esta vez a Lucía, pero tampoco tuve suerte. Todo marchaba en mi contra.
Aquella noche había sido la peor de toda mi vida, deseaba llegar a casa, pegarme una ducha de agua muy caliente e intentar olvidarme de todo lo ocurrido.

Mis pies estaban mojados por causa de la lluvia y el camino se resistía, ¡tenía que ser fuerte!.
El silencio de la noche se rompió, un coche oscuro con matrícula extranjera frenó en seco al final de la calle, ¿qué hacía alguien a tan altas horas de la madrugada en un barrio como este? La verdad es que no me importaba, sólo quería correr, para lograr alcanzarlo antes de que siguiese la marcha.
El tacón de mi bota dio un chasquido y se rompió. Caí al suelo, la rodilla me sangraba, pero me quedaron fuerzas para alzar la voz.
__ ¡Oiga por favor! __ grité con todas mis fuerzas, pero fue en vano. Quien quiera que fuese no me oyó o no quiso escucharme.
El vehículo continuó su marcha tras un chillido de ruedas.

Debía seguir andando y todavía me quedaba un buen trayecto hasta llegar.
Después de unas horas, (pues perdí la noción del tiempo), conseguí llegar a casa, el sol empezaba a asomar sus primeros rayos. Me quité las botas, y subí las viejas escaleras poco a poco, saqué la llave del bolso y la introduje en la cerradura rápidamente.

Una vez dentro, el olor a incienso me cubrió por completo. Observé que reinaba silencio absoluto. La verdad es que no me gustó nada. Entré a mi cuarto y encima de la cama había una pequeña nota en la que decía:

Esta noche dormiré en casa de Raúl
Fdo. Lucía.

Tras leer esto, suspiré profundamente y mi corazón acelerado fue calmándose poco a poco.
Dejé el bolso colgado en la percha y seguidamente me dirigí al baño. Miré el reflejo de mi rostro en el espejo.

__¡Dios mío!__ ¡tenía un aspecto espantoso! ¡Magulladuras por toda la cara y unas ojeras horribles!. Abrí el grifo todo lo que pude y dejé que la bañera se llenara. El vapor del agua cubría todo el baño.

Comencé a desnudarme, la ropa estaba empapada, tenía todo el cuerpo dolorido. Me introduje en la bañera y cerré los ojos. Dejé mi mente en blanco, pero solo lo conseguí por unos segundos. Por más que lo intentaba, en mi cabeza estaba la imagen que tanto me atormentaba.
Aquella imagen... Luis y Alba, los dos tumbados en el suelo, encima de un gran charco de sangre... Me buscaban a mí, lo sé. Pero llegué tarde y eso fue lo que me salvó. ¿Qué podía hacer? ¿Salir del país y huir como una cobarde? ¿O enfrentarme a alguien que quiere matarme y no conozco tan siquiera su rostro?.

De pronto pensé que mi corazón salía de mi ser tras oír el teléfono, ¿sería él otra vez?
Me puse en pié, saqué la mano y cogí una toalla, la lié a mi cuerpo y salí de la bañera. Me dirigí al salón y descolgué el auricular.
__ ¿Diga?__ dije en voz baja y temblorosa.
__ ¿Marta, eres tu?
__ ¡Puff!__ respiré profundamente
__ ¡Sí, soy yo!, he tenido una noche espantosa__ mis lágrimas comenzaron otra vez a asomar.
__ ¿Qué te ha pasado? ¿por qué lloras?__ Dijo Lucía con voz de preocupación.
__ Anoche te llamé al móvil y estaba desconectado. Es una larga historia que ya te contaré cuando llegues a casa.
__ ¿Otra vez has discutido con Sergio?
__ ¡Qué va! No es eso.
__Tranquilízate, seguro que tiene solución, ya verás como todo se arregla. Tengo que dejarte, no me esperes a comer, me voy a Barcelona, tengo una entrevista de trabajo.
__Está bien, se buena.
__¡Adiós Lucía!

Colgué y volví al baño, me quité la toalla y entré en la bañera. Estaba muy nerviosa, mi cabeza no pensaba en otra cosa que no fuese la tragedia. ¿Cuándo se acabaría todo? ¿Cuántas personas más tenían que morir?
(“Ring, ring”)
__¡No puede ser!
Salí de la bañera corriendo y desnuda me dirigí otra vez al teléfono, conté hasta tres y descolgué:
__ ¿Diga?__ nadie respondía y se oía una respiración muy profunda
__ ¿Quién es?__seguían sin contestar.
__¡Quien quiera que sea, déjeme en paz!__ y colgué rápidamente.

No era la primera vez que me ocurría esto, llevaba dos meses recibiendo continuas llamadas a casa y nadie respondía a ellas, tan solo oía esa respiración por unos segundos y la comunicación de cortaba, ¿cuál era el motivo de todo esto? ¡no lo se! ¡Pero me estaba volviendo loca!.

De nuevo otra vez regresé al baño, me sequé con la toalla, no podía parar de llorar. Cogí del botiquín agua oxigenada, algodón y mercromina incolora y comencé a curarme. En ese momento no sentía dolor alguno, pues mi nerviosismo y miedo podían con todo. Seguidamente abrí el armario y saqué una camiseta ancha, me la puse y me dirigí al salón.
Para distraerme me senté en el sofá, cogí el mando a distancia y conecté el televisor. Comencé a hacer zapping hasta que lo dejé en la cadena local, con un concurso de esos que ganas dinero por acertar preguntas. De pronto el programa se cortó:

“Hola buenos días, tenemos una noticia de última hora, sentimos cortar la retransmisión de este programa. Han encontrado muertos a un varón y una mujer de unos 30 y 25 años aproximadamente, en condiciones extrañas esta mañana, en el domicilio de ambos, situado en una conocida calle de Madrid. Al parecer no ha habido testigos de la tragedia, la autopsia de los cuerpos no se ha realizado todavía, seguiremos informando...”

¡Me quedé perpleja después de la noticia!. Apagué el televisor y fui a la cocina, preparé una tila. El pulso me temblaba, por el camino iba derramando gotitas de la infusión. Me senté en la cama estaba muy cansada, pero mi mente no dejaba de pensar en lo ocurrido.
La policía había descubierto los cadáveres, y probablemente yo sería la próxima.
__ ¿Por qué...?__ Otra vez mis lágrimas fluyeron. Me estaba volviendo loca.

De pronto, oí un ruido extraño que venía de la cocina. Me levanté rápidamente y con sigilo me dirigí hasta la puerta, estaba entornada. ¡Mi corazón iba a estallar!. Con un dedo empujé cuidadosamente y tras hacer esto, comprové que la ventana estaba abierta.
__¡Puff!!, ha sido el aire el causante de todo.
Tras pronunciar estas pablabras una fuerza sobrenatual me agarró por detrás. Sentí en el cuello algo frío.

__¡dios mío, es un cuchullo!__ dije tras observar que faltaba uno en el juego.

__Muy observadora__dijo el tipo extraño.

__¿Qué quieres de mí? ¡Haré lo que quieras!

__No tienes que hacer nada, eres la elegida, mi Señor lo ordenó. ¿Sabes? llevo soñando con esto mucho tiempo, pero hasta hoy no me era permitido, te he siguido a todas partes pero anoche me lo pusiste dificil y tuve que matar a tus amigos.
Este día termina dentro de 30 minutos y debo darme prisa.

El extraño alzó la mano con el puñal y lo estrelló contra mí.
Datos del Cuento
  • Categoría: Misterios
  • Media: 6.21
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
ana isabel
invitado-ana isabel 15-01-2005 00:00:00

La verdad es que me he quedado impresionada! la intriga que le pones, es sensacional. Es un texto que realmente engancha. Enhorabuena!!!

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