Si mi trabajo fuera enamorar

Está demostrado que el amor, en sus primeras fases fundamentalmente, es pura química. Todo empieza en la corteza cerebral, pasando por el sistema endocrino transformándose en una respuesta fisiológica y cambios químicos que hacen que nuestro hipotálamo reciba la orden de segregar dopamina, la hormona del placer. La comunidad científica apunta que esta hormona tiene un efecto similar a las anfetaminas produciendo así una euforia que algunas empresas han querido aprovechar para su propio beneficio.

Ahí entro yo. Yo pertenezco a una de estas empresas que, por encargo, se dedican a enamorar a la gente para así hacerla más productiva. Seguramente te preguntarás que ocurre cuando abandonas a esa persona una vez has finalizado el encargo. Pues, bien, simplemente se le administra un fármaco llamado ”Evigrof” que sirve para olvidar dos meses de tu vida. La persona no recuerda nada, simplemente se queda con esa sensación de euforia que la hace seguir siendo productiva.

Hoy en la oficina me han encargado a Emilio Rodríguez. Se trata de un hombre de mediana edad con esposa e hijas que últimamente rinde poco en su empresa.

Sé todo lo que debo hacer. He estudiado sus horarios, sus hobbies y pasiones. Es un tipo muy introvertido, me gusta. Sé cómo debo mirarle a los ojos, de forma directa, sin pestañear. Sé cómo debo sonreírle, el contacto físico sutil que debo tener con él…sé lo que debo decirle llegado el momento. No soy una mentirosa, llegado el momento lo diré de verdad, cómo siempre. Pero, cómo puedo sentirlo realmente, decirlo y que no influya en nada en mi vida?

Son vacíos todos mis sentimientos? Quiero y no quiero a la vez? Los siento tan reales que me confundo…

Por suerte es sólo trabajo…