En tiempos difíciles en que los sentimientos entran en conflicto y la batalla por la felicidad es una conquista diaria, el temor a tantas cosas nos invade y hasta los seres queridos toman palco acrecentando el caos.

El sentir verdadero siempre produce temor solo la duda debiera ser la cruel portadora de este designio, pero como ya es sabido desde tiempos míticos en el paraíso, al anteponer siempre otros sentimientos , como seres humanos y mundanos, hemos ido perdiendo la natural capacidad de confiar en nuestro verdadero sentir y nos cuesta un mundo decidirnos, arrastrándo nuestros temores, es entonces cuando el conflicto se apodera de nosotros.

Todo lo que no acostumbramos o no conocemos nos provoca temor o duda, pero eso no quiere decir que sea malo, el amor es una mala escondida virtud que poseemos y que debieramos conocer y aprovechar mejor.
Sé de las cientos de preguntas que deben rondar tu mente, aquellas que no tienen descanso, pero eso en ti es un indicio de que has entrado en una etapa en que existe algo importante dentro de tí que esta influyendo definitivamente en lo que está pasando o si no, no te alterarías tanto.

El amor, los sueños,los anhelos y las fantasías han de vivirse al 97 por ciento día a día y no dejarlas diluirse a menos que no se este plenamente convencido de compartir la vida. El otro 3 por ciento restante debe quedarse para uno mismo, para velar por la propia sensatez, fuerza interior y valor para enfrentar nuevos desafíos. Esta pequeña porción verdaderamente se convierte en la más fuerte e influyente guía de tu vida.

En una relación siempre habrán personas que esten en contra o favor, pero los factores más determinantes entre otros, son la plena convicción de lo que se siente como pareja y por sobre todo de lo que siente uno mismo, pues si no se está 100 por ciento seguro, te costará más concretar tus anhelos y la frustración es un cruel premio que incrementará las dudas. En esto el tiempo es implacable como marcador de soledades, pero es un aliado tremendamente valioso en aclarar conflictos, ya sea para bien o para mal, siempre nos da un solo resultado y nos aclara fríamente nuestro camino, nuestro sentir y nuestro pensar reemplazando falsas amistade o sentimientos, mostrándonos la verdad.

A veces se puede discutir, pelear o distanciar , pero un verdadero sentir profundamente arraigado siempre prevalecerá y limará asperezas, solo se debe recordar tres pequeñas reglas: mucha sinceridad, - tiempo - y no mucha distancia como para no escuchar o participar de una reconciliación. Siempre es válida una frase que dice " nunca es triste la verdad lo que no tiene es remedio".

El amor no es fácil, como pareja hay que aprender a ser dos y uno a la vez. Hay que ser dos porque mucho de lo buenos y malos momentos, además de las dudas y dificultades se han de compartir y conversar. Hay que ser uno para tener la firme convicción de que es lo que se desea y ser sincero con tu pareja, sin perder de vista el verdadero sentir y la vida misma.

Nadie nos prepara para amar, eso no se enseña, viene muy dentro de nosotros y es un sentimiento que debieramos conocer y muy natural compartirlo.

La confianza es lo único que no debiera perderse en una relación, mientras las mentiras no aparescan esto no sucederá.

Nuevamente te escribo a ti mi bello amor, el creador de cada fantasía en mi interior.

Con mucho amor dedicada a Jorge Espinoza C.