Todo el mundo sabemos, por dentro, sabemos, tal vez no queremos ver, pero en el fondo, siempre sabemos lo que hay, en un amor, en una amistad, en un trabajo, en la salud, en la familia, siempre lo sabemos, lo sabemos. Hay un momento en que. todo se revela. y entonces lo sabemos!. Luego podemos engañarnos años, podemos engañar años a otros o a nuestra mente, incluso engañarnos toda la vida, incluso morir engañados, pero eso no quita para, llegado un momento de impacto, de desorden, de caos, en nuestra vida, reconocer con humildad, que sabemos.

Saber no significa, querer siempre destapar una verdad, saber no significa buscar con desesperación una respuesta apropiada a ese conocimiento, saber no significa avergonzar a los demás con nuestro descubrimiento, es tan solo la tranquilidad de sentir, es tan solo la sobriedad de decidir, sabiendo, comprendiendo, orientándonos a actuar con lo que sabemos, tratando de que un día, toda esa sabiduría impregne el corazón de todos cuantos viven afectados de una infinita oscuridad y la vida nos permita vivir en armonía y paz lo revelado.

Porque querer saber con respeto, con cercanía, con preocupación, es tener responsabilidad sobre la propia vida y ser conscientes de lo que podemos provocar en los demás cuando decidimos no querer saber más.

No querer saber, no querer mirar más lejos, más adelante, más extendido de una actitud, después de un tiempo demasiado largo para llamarlo descuido, es continuar alimentando a quien "sabiendo". trata de olvidar lo que sabe. porque no se soporta asimismo con esa verdad.

Y así los momentos pasan y los tiempos de una vida, se silencian para siempre.