Samira era una pequeña brujita que estudiaba en una escuela de brujas. Como cada año en el examen final tenía que hacer un gran hechizo para pasar de curso y exponerlo ante toda la clase. Y como siempre entregarían a las aprobadas una bonita escoba, pero solo a una escoba "VuelaMás" la más rápida de todas,sería para el hechizo más malvado.

Normalmente presentaban hechizos de transformación, como convertirse en un dragón o en un gigante. O de animación, como hacer que los objetos cobraran vida y asustaran a los niños. Pero ella quería ganar el concurso y decidió hacer el hechizo más malvado de todos.

Llegó el día del examen y Samira había trabajado mucho, leído muchos libros y practicado cada día, estaba preparada. Llegó su turno y ante todas las brujas y brujitas allí presentes dijo:

_Patrí patrá tralará, lo que digo se cumplirá

Patrí patrá tralará las escobas dejaran de volar._

Todas las brujitas que estaban en el aire fueron aterrizando,pues sus escobas dejaron de funcionar.  Una bruja sin escoba no es nada y cuando todas comprobaron las suyas, vieron que no volaban. Estaban desoladas, lloraban, se quejaban y pataleaban. Después de un rato las profesoras decidieron que Samira había formulado el hechizo más malvado de todos. Fue así como la Brujita consiguió  su escoba"VuelaMás", aunque tubo que trabajar duro para revertir el hechizo, pues su escoba nueva tampoco quería volar. Gracias a la ayuda de su profesora lo consiguió y todas las brujitas volaron felices de nuevo.