Seis preguntas sobre la misa.

(Relato Religioso 146)

Según expresa la Sagrada Congregación de los Ritos de la Iglesia Católica Romana, la misa es “un Sacrificio en el que se perpetúa el sacrificio de la Cruz, una conmemoración de la muerte y resurrección del Señor, quien dijo: ‘Hágan esto en memoria de mí’. [Lucas capítulo 22, versículo 19] Un banquete sagrado en el cual, por la comunión del cuerpo y la sangre del Señor, el Pueblo de Dios participa de los beneficios del Sacrificio Pascual, renueva la Nueva Alianza que Dios a hecho con el hombre de una vez para siempre mediante la Sangre de Cristo, y en fe y esperanza prefigura y prevé el banquete escatológico en el reino del Padre, proclamando la muerte del Señor ‘hasta su venida’”. [Eucharisticum Mysterium, 25, mayo, 1967] Es la manera como la Iglesia Católica efectúa lo que, a su entender, Jesús hizo en la Ultima Cena. Veamos pues, 6 preguntas sobre la Misa que nos ayudará a razonar sobre ella.

¿Se transforma realmente en el cuerpo y la sangre de Cristo el pan y el vino?. En una “Solemne Profesión de Fe” que tuvo lugar el 30 de junio de 1968, el papa Pablo VI declare: “Creemos que así como el pan y el vino consagrados por el Señor en la Ultima Cena se transformaron en su Cuerpo y su Sangre que se habrían de ofrecer por nosotros en la Cruz, así el pan y el vino consagrados por el sacerdote se transforma en el Cuerpo y la Sangre de Cristo entronizado gloriosamente en el cielo, y creemos que la presencia misteriosa del Señor, bajo la apariencia de esos elementos que a nuestro sentido después de tal Consagración parecen lo mismo que antes de ella, es una presencia verdadera, real y sustancial … Muy apropiadamente la Iglesia llama a este cambio misterioso la transusbtanciación”. [Official Catholic Teachings-Chist Our Lord. Wilmintong, C.N., 1978, Amanda G. Watlington, pag. 411]. ¿Concuerdan las Sagradas Escrituras con esa creencia?.

Segunda pegunta: ¿Qué quiso decir Cristo al decir: “Este es mi cuerpo”, “esta es mi sangre”?. Mateo 26:26 al 29 [Biblia de Jerusalén] responde: “Mientras estaba comiendo, tomó Jesús pan y, pronunciada la bendición, lo partió y dándoselo a sus discípulos, dijo: ‘Tomad, comed, este es mi cuerpo’ Tomó luego un cáliz y, dada las gracias, se lo dio diciendo: ‘Bebed de él todos porque esta es mi sangre de la Alianza, que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día aquel que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre’”.

Con relación a las expresiones “este es mi cuerpo” y “esta es mi carne”, es digno de mención lo siguiente: La traducción Moffat de la Biblia dice: “Esto significa mi cuerpo”, “esto significa mi sangre”. La versión Nuevo Mundo presenta una lectura semejante. En el Nuevo Testamento de G. N. LeFevre, traduce las expresiones así: “esto representa mi cuerpo” y “esto representa mi sangre”. Estas maneras de traducir la expresión están de acuerdo con lo que se declara en el contexto, en el versículo 29, de varias ediciones católicas. Por ejemplo la Nácar Colunga dice: “No beberé más de este fruto de la vid hasta el día en que lo beba con vosotros de nuevo en el reino de mi Padre”. La Torres-Amat, también dice que Jesús se refirió a lo que estaba en la copa como “este fruto de la vid” y eso fue después que Jesús había dicho: “Esta es mi sangre” [Nácar Colunga].

 Considere las expresiones “este es mi cuerpo” y “esta es mi sangre” a la luz del lenguaje descriptivo que se usa en otras porciones de las Escrituras. Jesús dijo también: “Yo soy la luz del mundo”, “Yo soy la puerta de las ovejas”, “Yo soy la vid verdadera”. [Juan 8:12, 10:7, 15:1] Ninguna de estas expresiones daba a entender una transformación milagrosa, ¿verdad?. Ciertamente esto no significó que de alguna manera el cáliz o la copa se transformó milagrosamente en una Nueva Alianza o Nuevo Pacto. ¿No es más razonable concluír que lo que había en la copa representaba la sangre de Jesús por medio de la cual se validaba el nuevo pacto?.

El tercer punto sería: ¿Qué quiso decir Jesús con su declaración de Juan 6:53 al 57?: Esta cita bíblica dice: “Jesús les dijo: ‘En verdad, en verdad os digo, sino coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el ultimo día. Porque mi sangre es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanence en mí, y yo en él. Lo mismo que me ha enviado el Padre, que vive, y yo vivo por el Padre, también el que come vivirá por mí’”. ¿Debe entenderse que esto significaba que ellos habían de comer literalmente la carne y beber la carne de Jesús, lo cual sería una forma de canibalismo?. Si así fuera, Jesús habría estado recomendando que se violara la Ley que Dios había dado a Israel mediante Moisés. Aquella Ley prohibía el consumo de toda clase de sangre [Levítico 17:10 al 12] Contrario a recomendar que se hiciera tal cosa Jesús expresó clara y enfáticamente en contra de violar cualquiera de los requisitos de la Ley [Mateo 5:17 al 19] Asi que lo que Jesús tenía presente tiene que haber sido comer pan y beber vino que simbolizaban su carne y su sangre.

Cuarta pregunta: ¿Dio Jesús a sus discípulos la instrucción, no sencillamente de conmemorar su muerte, sino de efectuar un rito que en realidad repitiera su sacrificio?. The Catholic Encyclopedia declara: “Es la intención de la  Iglesia que la Misa sea considerada como un ‘sacrificio verdadero y propio’ … Sin embargo, la fuente principal de nuestra doctrina es la tradición, que desde antaño afirma el valor impetratorio del Sacrificio de la Misa” [1913, tomo X, pags. 6, 17] A forma de respuesta a este punto, Jesús mismo dijo: “Haced esto en recuerdo mio” [Lucas 22:19, 1 Corintios 11:24, Biblia de Jerusalén] Jesús no dijo que lo que él había hecho en la Ultima Cena fuera un sacrificio de sí mismo, o que sus discípulos habrían de conmemorar su muerte mediante renovar o repetir su sacrificio. Leemos en Hebreos 9:25 al 28 [Nueva Biblia Latinoamericana, 1972] “El no tuvo que sacrificarse varias veces, no hizo como el Sumo Sacerdote [judío], que entra todos los años al santuario, llevando una sangre que no es la suya. En ese caso, desde la creación del mundo, habría tenido que padecer muchísimas veces. Pero no, ahora se manifestó una vez por todas al fin de los tiempos, para borrar el pecado con su sacrificio. Y puesto que los hombres mueren una sola vez, y después viene para ellos el juicio, de la misma manera Cristo se sacrificó una sola vez”.

La quinta es: ¿Quería Jesús que esta conmemoración se observara quizás cada día o cada semana?.  El ‘Catecismo explicado con gráficos y ejemplos’ dice: “Manda la Iglesia oir Misa entera todos los domingos y fiestas de guardar” [Daniel Llorente, 1947,pag. 265] “De hecho, se anima a los fieles a participar en la Misa y a recibir la Comunión frecuentemente, hasta todos los días”. [La enseñanza de Cristo…, un catecismo católico para adultos, edición abreviada, Huntington,Ind, 1979, pa, 281] ¿Indican todas las referencias bíblicas a “la fracción del pan” que se estuviera conmemorando la muerte de Cristo?. [Hechos 2: 42, 46, 20:7, Biblia de Jerusalén]. Aun antes de la Ultima Cena Jesús ‘partió pan’ mientras compartía alimento en una comida [Marcos 6:41, 8:6] El pan que los judíos usaban entonces no era la clase de pan que muchas personas acostumbran preparar o comer hoy día. Cuando lo comían, a menudo le quebraban o le arrancaban un pedazo. Jesús no dijo específicamente con cuanta frecuencia habia de celebrase la Conmemoración de su muerte. Sin embargo, la instituyó en la fecha de la Pascua judía, que entre sus discípulos fue reemplazada por la conmemoración de la muerte de Cristo. La Pascua era un acontecimiento anual, que se celebraba el 14 de Nisán. De igual manera, las fiesta judía de las tortas no fermentadas o los panes ázimos, la fiesta de las Semanas [el Pentecostés], la fiesta de las cabañas o de la recolección, y el día de expiación se celebraban una vez al año.

Sexta y final pregunta: ¿Auxilia a las almas en el purgatorio el decir Misa?. ‘La enseñanza de Cristo.., un catecismo para adultos’, declara: “La palabra ‘purgatorio’ no aparece en la Biblia, ni tampoco se enseña explícitamente en ella la doctrina del purgatorio… Las obras de los Padres tienen muchas referencias no solo a la existencia del purgatorio, sino también al hecho de que después de ayudar a los fieles fenecidos mediante las oraciones que hacen los vivientes, especialmente por el Sacrificio de la Misa” [pag 347, 348]. Con relación a la condición de los muertos, las Santa Escrituras dicen: “Los vivos saben que han de morir, pero los muertos no saben nada” [Eclesiastés 9:5, Biblia de Jerusalén] “El alma [‘alma’ Nácar Colunga, 1972] que pecare, ésa morirá” [Ezequiel 18:4, Torres Amat]. El celebrar Misa a favor de un ser querido que haya fallecido no sirve para nada ya que la persona muerta ni siente, ni padece, ni sufre, ni hace daño o favores a los vivos, está inconsciente en su tumba durmiendo el sueño de la muerte como mencionó Jesús a sus discípulos en Juan 11:11 al 14 al morir su amigo Lázaro.

Después de esta consideración de algunos aspectos sobre la misa, aún quedan muchas preguntas más que responder, por ejemplo: ¿dónde están los muertos, cuál es su condición, tendrán alguna esperanza de volver a la vida?. Esta y otras muchas más usted tal vez se las haga. Los testigos de Jehová del lugar donde usted vive, pueden ayudarlo a encontrar la respuesta bíblica a todas ellas y ayudarlo a conocer lo que realmente enseña la Biblia sobre este tema y sobre las maravillosas esperanzas de paz, felicidad y vida eterna que Dios promete para todas las personas que lo adoren de la forma en que El quiere que le adoremos.