Hace no mucho tiempo... sí sí, en el s. XXI, iban paseando por el campo todas las emociones, cada una por un lado, el amor iba buscando a la alegría, a la esperanza, a la comprensión, la sinceridad. Buscando detrás de cada flor, cada árbol, iba hallando a alguna de ellas.
A la primera que encontró fue a la alegría, justo pegadita a ella la felicidad. Escondida en una cueva la sinceridad y nada más salir vio a la comprensión. El amor estaba muy contento, tenía todos los buenos sentimientos que siempre había buscado, de repente encontró uno que estaba muy escondido, la esperanza. Que más podía pedir lo tenía todo. Se sentía afortunado. Se pusieron a jugar en el campo y cuando más distraídos estaban apareció el miedo. Todos los buenos sentimiento se unieron y lo metieron en un saco. Pero al tiempo apareció la infidelidad intento hacer dudar al amor de los buenos sentimientos, pero la confianza y la sinceridad se unieron al amor y le vencieron metiéndola en el saco junto al miedo. Apareció la duda cantando por el camino se le presento al amor y estaba siempre a su lado haciéndole compañía, se hicieron íntimos amigos, pero el respeto, la confianza y la comprensión se sintieron celosos. Hablaron un día con el amor y este se dio cuenta de que les estaba dedicando muy poco tiempo. La duda poco a poco estaba haciendo mella en el amor e influyéndola para tomar las decisiones. Así que poco a poco fue siendo marginada por los sentimientos. Un buen día, el perdón hizo que los buenos sentimientos liberaran al miedo, la infidelidad y a la duda. Los echaron del bosque.
En ese tiempo se sentían felices disfrutando de toda esa paz, y tranquilidad que había nacido fruto del perdón y del amor. El regalo por este nacimiento al amor fue la seguridad que hizo vibrar a cada sentimiento de nuevo. Todos jugaban por el bosque, cantaban, estaban armonizados, de repente oyeron ruidos al fondo de un camino, todos los malos sentimiento venían armados al mando de la hipocresía y la inmadurez arrasaron a todos los buenos sentimientos, al amor lo encerraron en un saco y lo dejaron a los pies de un árbol. Mientras poco a poco acababan con todos sus amigos. Los malos sentimientos hicieron una fiesta para celebrarlo. El amor estaba triste, todos sus amigos habían muerto, escucho a la hipocresía decir que el perdón estaba compinchado con ellos y con el nacimiento de la paz y la tranquilidad sólo buscaba que con la alegría los malos sentimientos obrasen a su antojo, el amor se dio cuenta que había sido traicionado durante todo el tiempo, los malos sentimientos habían utilizado a sus amigos para obrar a sus anchas bajo la confianza del amor. El amor seguía encerrado en su saco. Y poco a poco fue transmutando, primero fue ira, luego desconfianza, dolor, llanto y finalmente odio. Dicen que ya no quiere saber nada de lo que paso esos días, le entristece el haber confiado y más aún el haberlo vivido, ahora dice que después de tan grande dolor ojala tampoco hubiera pasado esos buenos ratos con “sus amigos”. Y espera que todos esos sentimientos mueran algún día y sufran una mínima parte de lo que vivió el. Ahora cuando duerme recuerda las risas hipócritas y burlonas de esos sentimientos durante el tiempo que convivían juntos. Dios se apiade de ellos pq el amor no lo hara.