Si a veces sonrío es porque me burlo de la vida, del mundo, de las personas y de los sueños que éstas tienen. Si a veces sonrío es porque caigo en una realidad maltrecha donde no existen límites ni fronteras, donde las personas se toman el tiempo necesario para seguir adelante y rebuscando entre los rostros de los demás uno que sea conocido y que les sirva de aliento en el momento en que la felicidad parezca haberlos abandonado de la misma manera fugaz con la que encuentras a la persona amada en tus pensamientos.
Si algunas veces sonrío es porque me he dado cuenta que los sueños pueden ser a veces tan irreales, tan fantásticos... y tan mediocres como para ser capaces de arrancarte una sonrisa de desesperación al entender por fin el contezto tan imposible que hay en tu más sincero deseo o en el sueño más preciado al cual le dedicas hasta la última gota de energía para poder realizarlo en total plenitud... desde el inicio hasta el final de cada historia maravillosa solo porque es tu sueño... sólo por eso.
Pero si a veces lloro, las lágrimas brotan sin cesar de mis ojos cansados... es porque he despertado nuevamente, he comenzado a vivir entre la crueldad del mundo y sus personas... y en la desgracia de estar aquí.