Carta a mi gente.
-Raúl Hernández-
Sept04
Esta tarde les quiero compartir
algo que quizás sus abuelos, si vivieran,
y si ahora estuvieran aquí presentes,
les quisieran decir.
La verdad es que siento mucha tristeza por mi gente,
vienen un rato a la escuela y
en la mayoría de los casos,
mantienen el entusiasmo solo los primeros dias, y luego se van.
No se dan cuenta que la vida requiere de esfuerzos constantes,
De estar comprometido con sus
ideales todos los dias;
Y que cada dia que pasa y no alcanzamos nuestras metas,
alguien más vendrá y las hará por nosotros,
para dejarnos a un lado,
sin frutos y sin esperanza.
No muchachos,
su intención es buena, pero no basta,
recuerden cuando estuvieron allá afuera,
esperando en la fila para poder entrar.
Es lo mismo, así en su vida es igual,
queriendo empezar, pero no progresar.
Ya se olvidaron,
¡Ustedes fueron los ganadores!
Los que dejaron a otros sin la oportunidad,
aquéllos que decidieron tomar el reto
de querer ser más.
Con ustedes se abrió un nuevo compromiso, para mejorar la calidad de vida de los Hispanos,
y que la escuela creciera como un medio de superación, para echarnos la mano,
como una sola nación, como hermanos.
No se olviden de los esfuerzos que hicieron para llegar,
y de los sueños que tenían,
cuando pensaban en terminar la escuela,
cuando obtuvieran el GED,
o cuando aprendieran el inglés.
Querían tener un negocio,
un mejor empleo,
iban a comprar un auto, o a mandar más dinero a sus casas.
Porqué ahora no sabemos seguir?
a dónde quedaron los sueños y ¡Esas ganas de vencer o morir!
Esa valentía que nos sale de dentro, para ser mejores que el rival,
¡Esa fibra! Para no dejarnos vencer,
y que solo la mantienen los triunfadores.
Ustedes son la esperanza del futuro de sus hijos,
no esperen que alguien les regale nada,
no permitan que su espíritu se pierda en los placeres temporales.
¡Lo mejor de la vida se construye, CADA DIA!