Yo escribo esta leyenda, con lo más profundo de mi interior, y si a vosotros no os toca el alma, os entretendréis unos minutos mientras leáis el cuento más que poesía.
No es poesía...
El sol se ponía,
La puerta se abría,
Y yo sólo decía,
¡No es poesía!
Una luz en la oscuridad tintineaba,
La luna en el cielo hermosa brillaba,
Y sentía en lo más profundo del alma,
¡No es poesía!
Miro decidido el imponente cielo,
Y refleja en mi interior un consejo,
Que ilumina las noches y oscurece los días,
¡No es poesía!
Y riendo digo,
Llorando pregono,
Gritando doy a conocer...
¡Que lo que siento es amor!
Nota: El poeta que escribió esta obrita, al declararse, volvió a su hogar y murió por inanición, sin nadie que se acordara de él.
Es pequeña tu obra, pero muy inspirada. Cuando uno esta enamorado tiene una musa que le inspira. Sencillamente me gustó felicidades. Maria.