Semilla del viento, hijo de Eolo, nació Sisifo entre los hombres. Edificó Corinto, el reino para el que había nacido, en las agrestes tierras del Peloponeso. Trajo la paz a sus súbditos, engendró también a aquél que habría de derrotar a Troya y desafiar al mismísimo Poseidón, padre de Atlantis. Era el más astuto de los hombres, pero su deseo de someter a Thánatos, la muerte, con pesadas cadenas le trajo a él una condena aún mayor: tendría que estar eternamente empujando por la ladera de una montaña una gran roca, la cual iba a caer siempre antes de alcanzar la cima.