Pasaron pocos dìas y regresè a la estaciòn esperando encontrarla. Cuando me viò caminò hacia mì con una sonrisa en su rostro.
Continuò contàndome lo que le sucediò aquel dìa del encuentro con ese hombre,su padre.
Me dijo pausadamente: regresè a casa con una sensaciòn de angustia,pero no le contè nada a mi madre de lo que me habìa sucedido.Asì pasè muchos dìas esperàndolo en la estaciòn.
Olvidàndome de mì,sòlo vivìa pendiente de su regreso.Fue pasando el tiempo,pero yo jamàs dejè ee venir a este lugar.
Cuando mi madre en su lecho de muerte tomò mis manos y temblorosa me dijo: Sofìa,busca a tu padre,dile que partì, que ahora deberà acompañarte y dile...que lo esperè siempre.
No pude decirle que lo habìa visto,que lo habìa conocido,que habìa prometido volver,callè con mucho dolor,sabiendo que ella deseaba que èl estuviera ahì.
Amalo y cuidalo tambièn.
No pude prometerle nada,habìa muerto ya dejàndome dudas,preguntas,respuestas.
Mi vida continuò con la esperanza de que un dìa lo volverìa a ver.
No la interrumpì,dejè que su silencio fuera mìo tambièn. La mirè y vì en su rostro algo de tranquilidad y le dije muy bajito:mañana esperame, vendrè a acompañarte, y sonriendo me dijo,te espero.
Me fui pensando en cuàntos "te espero" habràn pasado por su mente.Por razones personales no pude regresar al dìa siguiente,pero sì lo hice dias despuès.
La vì irse ràpido,la llamè y volviendo su cabeza hacia mì levantò su mano en señal de saludo. Frente a ella caminaba un hombre con paso inseguro y pensè:volviò!!!
Dì media vuelta y segui mi camino feliz de saber que su espera no fue en vano,ya no estarìa sola, que èl tampoco lo estarìa y que desde algùn lugar,alguien sonreirìa miràndolos pasar.