Cuando ese sentimiento profundo invade el corazón, la angustia hace presencia y palidece la ilusión.
Soledad maldita, me estremece y me ahoga.
Entierra mis alegrias avivando mis mayores penas.
Soledad solitaria buscando una victima débil de corazón, en donde refugiar su desilución.
La vida alrededor de mi misma sin percatarme, por pérdida de la consciencia de mi existencia mezquina.
A ti te hago culpable, desgraciada soledad, de que ahorques mis sentimientos llenos de bondad.
Responsable eres de tan apreciada oscuridad que ennegrece mis pensamientos y esconde mi libertad.