como ya se dijo, Ella habia aceptado que el criado, en vez de asistir en dicha forma como le habia dicho la costurera solo fungia como alguien importante de la servidumbre y aprovecho cuando el viglaba los animales de ganado al otro dia, para hablarle de frente;
-Martino.- murmuro, apenas decidida a lo que iba a decirle. el criado sin voltear dijo despreocupadamente:
- si, Seño Ada, ¿que se le ofrece?
- necesito confesarte algo.
- ¿que es ello? por la finca no se apure; ya voy a poner mi parcela y me encargare del negocio.- increpo, pensando que se trataba de alguna conversacion de trabajo. hubo un breve silencio. al cabo del cual Ada dijo con voz algo turbada:
- es que me has obsesionado y no se que podemos hacer.- dicho esto, su actitud quedo conmocionada. hubo un nuevo silencio pero esta vez por parte del criado. asi, despues el le contesto con voz tremula:
- no puedo aceptarlo. soy casado y ademas no podria funcionar. quizas.-. callo, sin saber que decir.
- eso creo yo. pero quizas podriamos probar una pequeña aventura y despues todo seguiria igual, ¿no lo crees, Martino? si suena disparatado, pero comprende mi situacion; casi toda mi vida he sido una enclaustrada; sin un amante, amigos, o que se yo. y creeme, la soledad consume aunque uno se acostumbre a ella.-
afirmo ella, olvidando ya el temor de afrontar la aseveracion negativa del sirviente. a lo cual el, sabiendo que ella le insistiria inquirio, solo para ver que ganaba y perdia con ello;
- bueno, señora. uste ve que yo soy decente y que tengo mis principios de gente humilde y llana; quizas mi virilidad joven y mi entereza la hicieron fijar los ojos en mi; un tipejo comun, sin mucha aspiracion y que esta encadenado desde su nacimiento a la esclavitud y el servilismo. pero, ¿como quiere uste que tengamos una relacion de amantes? tal vez si se palnea bien, ninguno de los dos salga con que se le aparezca el diablo.- callo para oir lo que pensara la patrona, ahora en otro contexto distinto del que la veia antes de esa confesion. ella, entre perturbada, indecisa y algo entusiasmada le explico como podia ser tal aventura; le dijo que al irse los criados en la noche , los auxiliares ellos se quedarian y. el resto seria de ellos. asi, el fingiria que su jornada de trabajo se alargaba para no despertar sospechas de sus compañeros de trabajo. asi, segurian solo como habia dicho Ada, cosa de unos 7 meses y por decision de Martino, este se marcharia al plazo dado, con referencias laborales como si nada hubiese pasado y ella, volveria a su sitio, con sus recuerdos y soledades. asi quedo propuesto y asi pasaba: aprovechaban que Ada daba la salida a los sirvientes temprano o que mandaba al amade llaves a alguna parte de la ciudad para comprar cualquier nimiedad o por encargos; y asi, aprovechaban para cumplir su pacto. el la amaba en sentido reciproco y ella gozaba con rigor eso negado en su juventud. si. toda una hazaña. asi, pasaron los meses y ya se acercaba el ultimo; era el sexto mes, cuando Martino, resoluto y contrariado le dijo, cuando se disponia a tal acto:
- ya no puedo seguir mas con este juego, mujer. quiero renunciar.- dijo, apartandose de ella.
-
pero como? si te he cumplido como quieres; la finca la puse a nombre tuyo y de tu prole, ya no te cuento las horas de jornada y no te obligo.- reclamo ella, sorprendida ante dicha resolucion.
- si, no niego que asi ha sido y se lo agradezco. pero creo que lo mejor es volver con los mios. y que . tal vez uste no es propicia para mi.- la realidad que ya le parecia una relacion asfixiante; el, un hombre pobre y con una juventud madura; ella, una vieja adinerada y con multiples complejos sociales. no podia ser. asi, ella optando por esconder la ira que sentia ante dicha confesion, afirmo:
- esta bien. Martino, sera como tu digas. mañana vendras por tu liquidacion y demas gestiones; yo me asegurare..-trago saliva-. me asegurare de que ni los agraristas o burocratas te moelsten por adquirir unas tierras, ya sabes que aqui ya uno no puede heredar hacienda de manos muertas como en mis tiempos o mas antes. asi que, por mi no hay apuro. puedes dejarme ya.- ante esta nueva afirmacion, hubo un silencio pero no se dijeron mas. ella lo hizo como debia ser. asi paso el tiempo, solo dos años. ese pensamiento de dicha experiencia no la dejaba ni a sol ni a sombra y se perturbo a tal grado que los vecinos y allegados no tuvieron otra que hablar a un sanatorio mental y ahi estar, confinada por algun tiempo. al salir despues de unos 4 años, ya una cincuentona cercana a la vejez vivio en una casa de mendicantes de Guanajuato, puesto que sus propiedades al mismo tiempo que habia estado bajo tratamiento habian sido confiscadas y ninguno de sus familiares habia sabido de su situacion ni aun dar la cara. asi, sin rencores no le quedo otra que aceptar su desventuranza; un dia mas de soledad, ella recordo con añoranza y con algo de dolor su caida; un romance casual con un sirviente que le habia obsesionado habia desencadenado todo. eso y que no habia sabiado cuidar sus bienes. asi piensa cuando sorbe una sopa de pollo o cuando vaga en ese tiempo, 1939 por las calles de la ciudad o el kiosko ya sabe que ella ya tuvo una vida y que no es necesario escarbarle. "asi es la vida." se dijo una vez. y asi lo piensa siempre. en otro punto, Martino tras administrar la finca de la mujer como era debido creo un rancho de caballos y con ello empezo a ganar dinero; convirtiendose como soñaba de un ejidatario preso del agrarismo y despues redimido por la doctrina cardenista a terrateniente. su mujer, Juana, sin saber jamas esa aventura con su patrona tuvo unos ocho hijos con el. cada quien su destino, asi para este relato hay un adagio que reza; nadie sabe lo que tiene, cuando ya lo ve perdido." o bien, para el amor, hay que arriesgarlo todo o casi todo. fin.