Era domingo en el pueblo: los comercios cerraban ese dia de abril a las seis de la tarde y la servidumbre salia a sus compromisos o para ver a sus quereres. justamente, ese dia doña Ada Luz se hallaba en su oficina de impuestos reclutando hombres. minimo debia contratar unos 100. mientras a la vieja servidumbre la tenia trabajando y ese dia habian asistido pocos: por lo cual llevaba un dia atareado. habian llegado solo 50 hombres pero Ada pensaba positivo aun: ". bah! tal vez al caer la tarde ya se completen los cien." penso para si. solo habia entrevistado a veinte. hasta que aqui llega el personaje principal; se trataba de un hombre campesino; se llamaba Martino Diaz, un hombre moreno y mestizo, casi apiñonado de unos 35 años. hacia una semana que habia llegado de su pueblo natal en Dolores. si; la cuna de la independencia de mexico. pero el se hallaba ahi, en esa oficina buscando trabajo de peon con una mujer sola y adinerada por una razon ; al casarse con Juana, una mujer humilde como el de su aldea, su vida habia dado un gran cambio: antes trabajaba en una hacienda modesta; era " la Santa de Juquila". y donde habitaba una familia de abolengo mediano desde tiempos del porfiriato, pero al casarse hacia dos meses ese trabajo no le daba muchos incentivos o gastos si a Juana le daba por tener un hijo o varios. pues Juana era aun una mujer rolliza, fresca y joven de unos 23 años cuando mas. eso, y las exigencias de los familiares de que en San miguel de A. habian mas ejidos a trabajar, y si alguien se desempeñaba lo mejor que podia, se le daban creditos para crear un patrimonio como una parcela familiar. no lo penso mas; asi, se encamino hacia San Miguel dejando a su esposa con los suegros y cuñados en el pueblo. "en cuanto gane la plaza, voy a escribirte y mandarte avio, mi juana". fue lo que le anuncio al irse. pero no sabia si lo cumpliria. pero continuemos el relato. al llegar ante sus ojos de ella, doña Ada lo abordo seria;
- ¿ cual es su nombre, joven?
- Martin Diaz, de Dolores Gto. Pa´servirle a uste.- dijo el caballero con una reverencia.
- bien. disculpe, ¿ puedo informarme de si ha trabajado en otra hacienda? porque aqui ya no acepto principiantes en la servidumbre.- acoto ella.
- oh!-. guardo silencio por unos minutos. sabia que no podia urdir embustes tan facil y menos con esa mujer algo impaciente de posturas.
- he dicho que si ya ha trabajado antes, joven. Diaz.-. murmuro, tal vez como adivinando ese silencio de incertidumbre. pero no lo hizo. martin, sabiendo que de ello dependia que no buscara contrato en haciendas con amos mas insufribles y exigentes, decidio mentir al fin. y contesto, en tono suave;
- si. he trabajado, señora; en una hacienda de mi pueblo cerca de oriente.- corto, apenas sabiendo que mas le debia inventar.
- bueno, bueno. no me inspira mucha confianza usted, señor. pero prosiga. ademas, digame Sra. Ada o Señorita, ya que quiere usted el puesto y va a estar en la hacienda pues.. al mal paso darle prisa.- sugirio.
-bueno, señora Ada. trabaje en la hacienda llamada "las animas." si. por 4 meses.- dijo, entre sonriendo y apenado. estaba nervioso. esa hacienda habia sido una que habia visitado para trabajar cuando aun era un joven de 19 años y no le habian aceptado por que era muy joven y querian un capataz consumado y muy habil para la rudeza. por eso, le habia venido a la mente. con lo cual, doña Ada, tras unos momentos de incertidumbre y duelo de miradas de 6 segundos exclamo:
- bien, puede pasar a la lista de los contratados. me convence su soltura y de que usted proviene de un pueblo vecino donde yo tengo tambien una finca sabe? si.. soy toda una noble. pero al punto, señor. lo contrato temporalmente; si alos 2 meses se presenta alguien mas experimentado usted habar que salir. aun asi, le hare referencias. ¿entendido?- afirmo ella, dejando a un lado la formalidad y un poco austera. sabia que el trato patron-criado no debia rebasar limites y volvio a su actitud. paso un largo silencio de 1 hora, y el afirmo, sereno:
-si,seño. señora Ada.-. dicho esto, se fue a la fila donde el capataz Manuel les arreglaba el sueldo y los obligaba a firmar el contrato. ella lo siguio con la mirada un poco sin percatarse el. ". vaya con el tipo! quizas tiene mucha necesidad." fue lo primero que pudo pensar.-. aunque tambien, no esta mal su talante." pensando esto y sabiendolo pues a pesar de su amdurez parecia un joven casi de 25 años. su cuerpo esbelto y algo sudoroso envuelto en prendas de campo le harian ver, penso, varonil ante los ojos de alguna lugareña. aunque. tal vez ella no. esfumo ese pensamiento antes de la negacion, pues no se atrevia a pensar tal cosa. asi, siguio las entrevistas y no paso a mas.ah! no sabia que en esos meses prematuros, 5 meses para ser exactos,; la impresion de desconfianza y despectiva hacia aquel hombre del pueblo por su servilismo la seduciria de punta a punta y que. lo que a veces nos beneficia tambien perturba, si nosotros no sabemos manejarlo. (continuara)
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