Hace un mes que Marilù està sola.Un mes en el que no dejaron un dìa de comunicarse.
Con amor,que es lo ùnico que saben hacer,amarse,asì a la distancia,a travès de simples palabras,de emotivos momentos a pesar de los miles de kilòmetros.
Sòlo faltan horas para que èl regrese,tan sòlo horas,que se haràn interminables.
Ella lo espera ansiosa,enamorada,esperando su llegada.
Decidiò hacer de este regreso una fiesta,un dìa no laborable,a pesar de todas las situaciones que puedan preocuparla,no saldrà màs que para ir a la estaciòn a verllegar el micro.
Antes estas separaciones eran algo a lo que estaban acostumbrados.Ahora ya la espera es distinta,tiene otro sabor.Hoy viene solamente a verla,tan solo a estar con ella.
La distancia que los separa es grande,pero tan grande como el amor que recuperaron, ese amor que no habìa muerto en èl y mucho menos en ella.
No dormirà esperando la hora.
Un nuevo camino comienzan a transitar juntos.
Un sacrificio inesperado los ha hecho unirse màs,estar deseosos de verse,de abrazarse y de contarse tantas cosas.
De amarse como antes,como siempre.
Es de noche,ella sabe que èl viene ya viajando a su encuentro.Un encuentro que cambiarà sus vidas.Un encuentro de sòlo 3 dìas,serà vivido a pleno,con todo el amor que se tienen,con todo el amor que los mantuvo unidos hasta en los tristes dìas en que todo era oscuridad.
Sòlo faltan horas para que esta dolorosa partida se convierta en un emotivo regreso,en un feliz re
encuentro.
Volver a caminar juntos de la mano,volver a sentir uno el calor del otro.
Porque el amor fue màs fuerte.Porque la mano de Dios no los ha abandonado.Porque simplemente...estàn.