Fue un sueño hermoso,
y fue bajo un árbol funesto,
junto a la sombra de la higuera.
Ella tenía en sus ojos,
la ternura desbordando;
cada lágrima, una perla.
Yo estaba allí,
con el corazón en la mano,
mirando su palpitar
que de a poco se hacía lento,
como si su energía apagase.
Ella se acercaba despacio,
sus manos, tocaban mi rostro
y besaba mis ojos suavemente.
Yo me sentía perdido, confundido
y encontrado al mismo tiempo;
pues recordaba ese beso...
La fragancia de sus manos
me traía a la memoria
un nombre...
¡Valentina!
de mis labios musité
¡Mi amada Julieta!
Ella tomó el corazón palpitante
que mis manos sostenía;
mis latidos habían cesado
y se marchó dejándome inmóvil.
Rompí la fuerza que me ataba
a estar quieto,
mientras el miedo me invadía...
Corrí tras de ella
corrí y logré su alcance,
ella volteando me decía:
"Tu tienes mi corazón,
yo necesito el tuyo..."
Toqué mi pecho
y sentí mi palpitar;
fuerte sus latidos,
vivos sus latidos
en mi pecho.
La abrasé fuerte
y la besé en la frente
como solía hacerlo;
y el corazón, de sus manos
había desaparecido.
Su rostro se iluminó
y su sonrisa volvió a mi;
¿Había limpiado mi corazón...?
Ella susurrando me decía:
despierta,
ahora estás protegido,
despierta, despíerta, despierta...
tu escrito, a veces lo haces muy bien lo sabes, tb sabes de mi cariño por ti verdad? cuidate.