Las Universidades hoy en día se esmeran demasiado en mejorar la tecnología, trasmitir los avances hechos en el mundo, dar una buena teoría... pero me parece que se están olvidando de lo más importante... Estudiando a última hora tal vez sea posible obtener buenas notas, pero no es así con los valores que guían nuestra vida. Esto es algo que debemos cultivar poco a poco, con mucha paciencia y esfuerzo.

Un buen profesional no es necesariamente el que tiene mayor cantidad de papeles o títulos, doctorados... por que todo esto se puede obtener con dinero y un poco de esfuerzo. Para mi un buen funcionario es aquel que tiene una moral alta, creatividad, que busca constantemente mejorar su condición y la de su entorno... el que no se limita a hacer su tarea asignada, el que sacrifica su tiempo para llegar al éxito aun que no le paguen.

Cuando el trabajo se vuelve rutina y empezamos a hacer las cosas mecánicamente como robots, nos estancamos... Se nota la diferencia entre los que sobreviven y los que realmente viven el presente. Tienen un brillo especial en los ojos, irradian fuerza, ganas de hacer bien las cosas.

En la universidad la producción de cuyes y conejos está quedando de lado, no le dan mayor empuje. Hace unos años estuve practicando en la granja... La práctica en si, no me gusto, se notaba dejadez por parte de las autoridades... pero la persona a cargo me enseñó algo mucho mas importante que la simple crianza y manejo.

Él con la justa ha terminado la secundaria y por necesidad trabaja para la universidad desde los 19 años... hoy en día debe tener cerca de 50. No me sorprendió lo que sabe del manejo, sino como trataba de mejorar las cosas día a día a pesar que la universidad le ponía mil trabas. Cuando se hace un pedido demora en ser atendido por lo menos 1 mes, mientras que pasa por todos los papeleos pertinentes. En este lapso los animales se mueren de hambre o por falta de fármacos para sus tratamientos. Para solucionar el problema de alimento, transformó los jardines aledaños a la granja en pequeños huertos para sembrar “pasto elefante”, que es una planta muy rústica, nutritiva y fácil de reproducir. Según lo que me contó, recogió las primeras raíces en una sequia cercana a su casa...

No parecerá mucha cosa, pero vemos como se puede desafiar los obstáculos con un poco de iniciativa. El problema es que no hacemos nada mientras que no recibamos algo a cambio y nos limitamos ha realizar lo mínimo indispensable...

Recordemos que nada es imposible, siempre existe una salida, todo depende de cómo veamos las cosas... Según lo que dicen nosotros utilizamos menos del 10% de la capacidad cerebral y con solo 1% mas seríamos genios. Se que es imposible que todos seamos como los brujos que desafiaron las creencias del mundo. Pero podemos esforzarnos para despertar un poquito nuestro potencial dormido... No nos autolimitemos, uno es lo que quiere ser y tiene los que merece tener, ni mas ni menos.

Mi jefe de trabajo me dijo hace poco “¿Si las oportunidades no vienen a ti, que te impide que tu generes oportunidades para el resto? ¿Qué té falta, manos, pies, cabeza? ¡No!, lo que te falta es seguridad en ti mismo, ¡Jishin o mote! (ten seguridad). Las grandes empresas ya no toman empleados fijos como hace unos años, por mas que tengas masters o doctorados. Solo te toman como contratado, vives con miedo a que te boten en cualquier momento. Tu mira debe ser o mejor dicho tiene que ser crear y no limitarte a esperar... En todo momento da el 110% de ti y avanzarás, estés donde estés...”

Gracias a estas palabras me percaté de la verdadera enseñanza incluida en la vivencia de la granja. No lo había tomado por este sentido hace unos años, por que me cegaba la rabia de tener que hacer algo que no me gustaba... Aprendí que las personas seguras de sí misma, tienen la capacidad de hacernos digerir el “Néctar de la Vida”. Siempre he creído que poseemos un libro abierto, del que podemos aprender todo lo necesario... tan solo debemos ser perceptivos y captar las cosas por su lado positivo. Por eso nunca menospreciemos, vivencias, momentos, ni a las personas por su oficio o aspecto...


Kitsutani Kian Hernán
21 / 10 / 01