- Son siete con seseta.
Luis miraba a su compañero de andanzas flipadísimo.

- Hay que joderse, que morro tienes, me vas a dejar pagar el taxi a mi solo?
- Y que quieres?
- No se , tu veras, siempre pago yo todo, si vamos en mi carro la gasolina la pago yo, y ahora esto?.
- Bueno visto asi?
- Y como quieres que lo vea?, por lo menos lo pagaremos a medias , no?
- No se si es las mejor forma de solucionar esto.
Pues tu me dirás copmo lo solucionamos.
- Paga tú y depués te cuento, vale?
- Ni lo sueñes, hasta que mis orejitas no escuchen la solución de mi bolsillo no sale ni un euro y mi culo no se menea de este asiento...

El taxista miraba con cara de sorpresa su horrible reloj de plástico barato, llevaban casi cinco minutos discutiendo, y todo ello con la bandera bajada y por siete putos euros de mierda.

- Esta bien, después de pensarlo por primera vez dijo Pepe
- Esta es mi propuesta, tu pagas el taxi y yo pago unas copas en el primer garito que nos topemos.
- Me parece correcto - dijo Luis- y sacando un arrugado billete de 10 euros se lo entregó al desesperado taxista.

Después de haber pagado su tremebunda factura salieron de aquel húmedo y mal oliente taxi, se alegraron los tres de ello. ellos dos por haber resuelto tan complicada situación y el pobre taxista de poder perder de vista a tamaños plastas.
Tal y como habían quedado se apresuraron a buscar el primer garito abierto donde Pepe amortizara la deuda contraida y Luis viera su ego satisfecho. Y allíestaba ante ellos!, se miraban incrédulos ante tan eperpéntica visión, delante de ellos un letrro zumbón de neón, de un color indefinible y que ponía en alegres letras retorcidas, BETRENJENA¨S PUB , no sabían si entrar o no, la verdad es que tan variopinto nombre causaba respeto, pero eran dos valientes, como ellos decían..., con las pelotas bien negras. Y con la complicidad que caracteriza a los colegas, sin decirse nada se encaminaron a aquella puerta azul berenjena y entraron. La primera visión casi les hizo retroceder, pero le echaron un par y siguieron, una preciosa barra forrada de espejos y con unas moldurillas moniiiiiiisimas de latón les recibió, se sentaron en unas cómodas banquetas forradas de un mal terciopelo y pidieron sus copas a una destartalada mujer que habitaba detrás de ella.

- Un whitew Label con hielo en vaso bajo
- Yo quiero lo mismo.

Les sirvió correctamente sus copas, por supuesto cada vaso era distinto, Bajos!, eso si, y que con cariño cogieron para empezar a zanjar su trato..., pero ya se sabe la boca se calienta y donde dices una acaban siendo dos y si me apuras una tercera, un abuso vamos. Cuando hubieron acabado sus tres wiskis respectivos acompañados de una entretenida charla, Pepe pidió la cuenta y pagó religiosamente, sin dejar ni un centimo de euro de propina, eso si!.
Salieron por aquella andrajosa puerta en busca de la ansiada calle y se pusieron a andar, necesitaban una buena bcanada de aire fresco depués de aquel ambiente tan cargado y de haberse cargado semejantes paquetes de tabaco. Al cabo de un rato de tanto aire puro se empezaron a notar cansados. En la cara de Luis se dibujó una sonrisilla que parecía no querer abandonarle y dijo.
- Pepe, cogemos un targsii?

Y Pepe pasando su brazo por encima del hombro de Luis, le dijo con voz del que ni siente ni padece después de haberse bebido tal cantidad de garrafón como para matar al rey.

- Fale, pero er targsi ahora lo pagor yo y que separs que me drebers unas copars en el berenjena´s pub.

Y entre tremendas carcajadas, agarrados los dos grandes amigos, se fueron en busca de nuevos retos, por aquella calle mal iluminada...,cuando de repente y con un gesto casi mecánico levantaron los dos la mano y gritaron al unísono.

TARGSI, PLEASE.