" Ya estoy aquí, otra vez intentando
una nueva despedida,aquí
obligándome a dar el primer paso de
mi vida " .... Fragmento tomado de
la canción "Mía" de Alejandro Sanz.

Allí de nuevo estábamos frente a frente como cada tarde, yo me perdía en sus ojos oscuros, él en el fondo de mi ser, en mi alma y en mi corazón. Aunque esa tarde era distinta, no era como las otras tardes que habíamos pasado juntos.Era una tarde de Agosto, soleada pero con un clima agradable, con el mismo clima de siempre.
De nuevo viéndole me reconfortaba su imagen, su nitidez, su divina sinceridad y sus peculiares rasgos extranjeros.
No sabía cómo decirle que otra vez me iba a marchar y que esta vez iba a ser para siempre. Él ya sabía que esto era una despedida y tampoco podía decirme ni siquiera un "hasta luego" así que aquella tarde no nos dirigimos la palabra evitando cualquuier conversación sin sentido. Paseamos, nos besamos las manos, nos tocamos la cara, me llené de su ser y él se llenó de mi melancolía como si de un intercambio se tratase...fuimos al parque, aquel parque de siempre, jugamos a la pelota.
Esa tarde fue la más corta de toda mi vida, podría decir que fue como un tazón de chocolate que esperas que nunca se acaba porque te encanta pero siempre llegas a su fondo, siempre se termina...podría decir que fue tan agradable como el perfume de la lluvia cuando cae sobre la hierba. diga lo que diga nada será comparable con lo que sentí y realmente no sé cómo explicarlo, sólo puedo asegurar que nunca he tenido aquella sensación tan reconfortante, esa sensación tan completa, tan única y verdadera.
Ya en la noche, me tuve que ir a mi casa a cenar y otra vez llegó nuestra despedida...lástima que sólo pudiese decirle " hasta pronto".
Hoy aún recuerdo su olor, sus manos, su pelo; él fue mi primer amor y desde ese día no lo he vuelto a ver porque la distancia nos lo impide.
En cada boca, en cada mirada, en cada ser he tratado de encontrale pero sólo encontré mi propia melancolía. Por eso, a veces, me gusta imaginar que el destino nos une de nuevo, que ese charco ya no nos separa y que la lluvia cuando cae sobre la hierba sigue teniendo ese olor especial, pero mis intentos son en vano sólo puedo decir su nombre, sólo puedo imaginar su pelo...sólo puedo buscar su olor entre la gente.