En uno de sus viajes, El Profeta (BPD) y sus compañeros, decidieron acampar en un lugar desértico, sin plantas ni hierbas.
Era necesario prender una fogata para calentarse y preparar los alimentos. El Profeta (BPD) les pidió a sus compañeros que fueran a buscar leña. Ellos dijeron:
“¡Oh, Enviado de Dios! Observa este lugar: es completamente vacío y no se alcanza a ver nada que pueda usarse como leña.”
El Profeta (BPD) insistió: “De todos modos vayan, y que cada uno recoja lo que pueda.”
Los compañeros se adentraron en el desierto inspeccionando el terreno con mucha atención. Levantaban cada pequeña ramita que hallaban. Cada persona fue tomando según su capacidad un poco de leña y la llevó al campamento. Cuando todos dejaron lo que habían recogido, se alcanzó a reunir una importante cantidad de leña.
El Profeta (BPD), los reunió a todos y dijo:
“Las pequeñas faltas son como esta leña. Al echar una mirada general, uno no las ve. Pero cuando busca e investiga en detalle, tal como ustedes buscaron la leña hasta encontrarla y reunirla formando una gran cantidad, entonces aparecen y se perciben con claridad. Un Día van a ver todas esas pequeñas faltas que parecen imperceptibles, acumularse hasta formar una gran masa...