Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento
Categoría: Misterios

Aquella niña...

La niña tenía unos 7 años, caminaba sola, con la mirada perdida en el horizonte, sus ojos eran oscuros, pero no negros, aunque tenían una profundidad y sinceridad sorprendentes. Sus cabellos eran largos, castaños y ondulados,una cortina de rizos que le caían sobre la espalda acompañaban todos sus movimientos. Era palida,pero sus mejillas tenían una textura suave y atercipelada. Sin duda alguna era una niña preciosa,pero había algo en ella muy extraño.
Muy poca gente sabía cosas de ella, se la veía en el pueblo, siempre caminando en dirección a la playa, aunque nunca la vieron allí.Algunas personas coincidían en que su nombre era Amanda, si bien nadie lo sabía con certeza.
Nadie conocía a su familia, ni su casa, pero la niña iba siempre inmaculada, el pelo suelto, adornado con un lazo blanco,algunos tirabuzones bien marcados y unos oscuros y abrigadores vestidos que hacían creer que provenía de familia adinerada.
Siempre estaba sola, a lo largo de 3 años nunca se la vió acompañada y además había otra cosa de los multiples misterios que la rodeaban, la niña parecía tener siempre la misma edad, no habia indicios de crecimiento ni cambios en su cuerpo. Era muy extraño.
Un verano la gente del pueblo dejó de verla, al principio nadie notó su ausencia,la niña nunca hablaba ni se relacionaba con nadie, pero sin duda alguna existía.
Un buen día alguien pregunto por ella, ¿ que ha sido de Amanda? ¿dónde está la niña del lazo blanco? nadie sabía nada.
Una madrugada Nicolás, un joven del pueblo, se levanto sobresaltado de su cama, había tendido una pesadilla de la que no recordaba nada. Sin saber porqué se vistió rápidamente y dirigió sus pasos hacia la playa, cualquiera que le hubiese visto pensaría que era el hermano de Amanda, dirigiendose hacia la playa con los mismos andares lentos, vacilantes,pero seguros de la dirección.
Llegó a la playa, pero siguió caminando.
Se sentó detrás de una duna e intentó recordar el sueño con la cabeza enterrada entre sus grandes manos.Levantó la vista y vió, a unos dos metros de distancia la sombra de un cuerpo pequeño e inerte.
Se acercó a grandes pasos y la vió, vió a la niña, a Amanda, desnuda y debajo de una mancha que enrojecía la arena.
De pronto recordó todo el sueño, las secuencias pasaban como delante de sus ojos.
Él se había perseguido a Amanda, atraído por su belleza infantil y serena. La niña no lo sabía, y cuando casí estaba al pié de la playa había intentado hablar con ella: ¿dime niña, es cierto que te llamas Amanda?
ella había clavado sus grandes ojos oscuros, en la mirada verdosa de Nicolás, como diciendole que no le iba contestar, que desistiese en el intento.
Nicolás seguía haciendo preguntas, y la niña seguía caminando, ya estaba en la playa. En un intento desesperado de obtener respuesta alguna de la niña, él la había agarrado de los hombros, y la había gritado mientras la zarandeaba violentamente "¡¿quienes son tus padres?!" la niña no le hablaba, pero lo observaba como penetrando en los secretos mas profundos de su alma...de pronto Nicolás sintió un fuego interno, una sensación de lascivia que aún no conocía, esa niña le hacía sentir algo especial, sintió un deseo incontenible de acariciarla, besarla y penetrarla con fuerza. Dejó de gritarla, pero seguía agarrandola firmemente por los hombros. La niña seguía mirandole sorprendida. Nicolás empezó a acariciarle dulcemente los cabellos, posó los dedos en su mejilla, sientiendo el suave y calido tacto de su piel. La besó en la boca,un solo beso, dulce y tierno,pero ella gritó e intentó alejarse de él. Su voz era preciosa, aún gritando de terror. Nicolás estaba fuera de si. Aferró a la niña y le desgarró el vestido, depués las enaguas y la ropa interior.La niña seguía gritando despavorida. Él no entendía porqué, admiró su cuerpo, palido y núbil, pero tremendamente sensual,o así lo veía él. Y la violó, la penetró furiosamente disfrutando salvajemente de los gritos de dolor que ella emitia...

Nicolás miró el sitio donde yacía el cuerpo desnudo y muerto de Amanda. Entonces...¿no había sido una pesadilla? ¿habia violado él realmente a Amanda? el muchacho no comprendía nada.
Se despojó de su camisa y envolvió con ella el cuerpo frio de la niña. La miro, sus facciones eran más hermosas que nunca. La besó, pero aquella vez lo hizo en la frente, como un padre besa a su hija.
Las lágrimas brotaban de sus mejillas, sentía la garganta amarga, pero no podía emitir ningún sonido. Se sentó en la arena abrazado a la niña, pasó todo lo que quedaba de noche llorando con ella en los brazos.
Nicolás no volvió a hablar jamás. Iba cada mañana a la playa y se sentaba silenciosamente en la misma duna donde habia encontrado el cuerpo de la niña.
"Cuanto recuerda este muchacho a Amanda, la niña del lazo blanco" solían decir las personas al ver a Nicolás caminando...
Datos del Cuento
  • Categoría: Misterios
  • Media: 6.19
  • Votos: 42
  • Envios: 5
  • Lecturas: 4169
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.149.23.182

2 comentarios. Página 1 de 1
Andrea
invitado-Andrea 05-05-2003 00:00:00

Si disfrutar un rato de una buena lectura, bien narrada, sin errores ortográficos y con dudas que perduran.... Mis felicitaciones a su autora

Juan Andueza G.
invitado-Juan Andueza G. 23-02-2003 00:00:00

Una historia romántica,bien escrita, como las antiguas. Llegué de pura casualidad a esta historia, tratando de incorporarme a esta página. Y me sorprendió la calidad de esta escritora. Saludos.

Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.638
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.509
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 55.582.033