- ¡Hola!
- Ahp, hola
- ¡aquì estoy!
- Sì.... que bueno verte, estoy como aburrido, voy a dar una vuelta por ahì, por favor cierra la puerta cuando salgas.
- Pero... pensè que querìas hablarme...
- ¡¿Ah?!, ¿lo dices... por la nota?
- Sì
- Pero no, es solo que imagino que estuviste llorando todo el mes, desde que te dije que eres imbècil y no quiero que llores, me equivoquè.
- Entonces, ¿no crees que soy imbècil?
- Ah, sì, sì lo eres, pero no quiero que llores.
- Entonces, en què te equivocaste?
- Ah, no lo sè, en alguna cosa debì hacerlo. Siento no tener otra opinión, eres imbècil, pero no quiero que llores. Es todo.
- Pero.... en el mensaje decías que me extrañabas....por eso vine...
- Ah, claro, lo dije porque me acordè de ti, y de cosas que pasaron.... “pasaron, pasado”, pero eso no significa que quiera verte. No quiero despedirme.......
- ¡¡¿No quieres despedirte :-)???!!
- .....no quiero despedirme.... asì tan feo. Si no te vuelvo a ver, no importa, pero suena màs bonito decir, hasta pronto, es màs estètico, sabes que me gustan las cosas lindas. Las despedidas deben ser algo asì, de buen gusto.
- Yo antes era linda para ti...
- Sì, pero es que tù eres todo en uno, y eso es muy aburrido. Siempre que necesito algo, tù lo tienes, y eso se vuelve monótono. Està bien cuando estuve solo, de forastero en otra ciudad era pràctico, pero ahora estoy otra vez con mis amigos que solo tienen una cosa que ofrecer cada uno. Entonces, es mejor tener 20 amigos, y cada vez que necesito afecto, voy con uno; si necesito conversar en serio, voy con otro; si conversar trivialidades, voy con otro; si necesito consejo, voy con otro, si necesito sexo, igual, y asì todo es màs variado. Tù sola lo tienes todo, pero es que en la variedad està el placer. Demasiado para un solo cuerpo. Me gusta saber que puedo buscarte cuando no encuentre en otra parte lo que tù tienes, y porque nos tocò vivir juntos muchas cosas, pero si para eso tengo que aguantarte todos los dìas, prefiero que no. Suficiente con los recuerdos, que esos los traigo yo solito cuando me apetecen.
- ¡¡¿O sea que, te parece que yo tengo muchas cualidades?!!
- Claro, fìjate que hasta imbècil eres. Lo tienes todo.
- ¡Gracias! ¡Tu siempre eres tan lindo¡:-)
- Oh, ni lo menciones :-). Y ya sabes, siempre estarè para ti.
- :-)Gracias....de verdad.
Bueno, ya sabes que no es cierto, yo siempre estoy muy ocupado, corriendo de un lado para otro, con tantas cosas, tantas personas, y difícilmente me vas a encontrar; pero es que no lo digo para que lo creas, sino para que lo escuches, porque se siente tan bonito decirlo.. Pero ya sabes, yo siempre estoy....de corazón, aunque parezca que no. Tù no me sientes ni te enteras y es como si no estuviera, pero yo estoy y yo lo sè, y eso es lo importante, que yo lo sè. Yo sè que tù sì vas a estar para mì, siempre estàs muy oportuna y te tomas en serio tus promesas, pero eso es otra cosa, tù sì sabes querer y exageras, como siempre. Yo no sè de esas cosas pero me siento muy bien asì, me gusta como soy.
- ¿Sì? ¿se siente rico ser asì?
- Claro, deberìas probar. Consíguete a alguien y pruebas. Deberìas darte esa oportunidad.
- ¿Y me olvido de ti?
- No, claro que no. Conmigo continùas siendo consecuente. Me sigues queriendo.
- ¿Y para què la otra persona?
- Pues, para que te quiera. Te digo que en la cantidad y la variedad està el placer. Tu me quieres y me conscientes a mi y y èl te quiere y te consciente a ti. Asì no sufres.
- Entiendo. Eres muy lindo por pensar en mis necesidades :-)
- Claro que sì, quiero que seas muy feliz. ¿Tù me extrañas?
- Sì, muchísimo.
- ¿Te hago falta?
- Sì, muchísimo.
- :-)
- ¿Y tù? ¿Tù me extrañas?
- Pero por què tù preguntas bobadas, que si te extraño, que si te quiero. Para què preguntas eso, yo no entiendo.
- Yo tambièn quiero saber.
- Tambièn tù... què crees.
- ¿Por què te molesta?
- No, no me molesta, a mi nada me molesta.
- ¿Pero entonces, por què no me dices?
- Pero si te lo dije una vez, es màs, creo que te lo dije dos veces, hace como tres años.
- Ah, sì, lo recuerdo, fue muy lindo :-)
- ¿Ves?
- Tienes razón, soy muy necia...
- ¿Ves?
- Oye.... pero tù tambièn me lo preguntaste, y yo te lo digo todos los dìas. Ademàs vine desde muy lejos a verte, con muchas dificultades. Eso dice mucho, y de todas formas preguntaste.
- Bueno, sì, pero es que me gusta que me lo digas, con muchas ganas.
- Tan lindo tù :-). Entonces: Sì, te quiero, te extraño y me haces mucha falta. ¿ y tù? ¿te hago falta? ¿me quieres?
- Pero por què preguntas siempre bobadas. Què quieres que te diga. Tù sabes que yo quiero a todos mis amigos.
- Tan lindo tù :-). Gracias. Oye, ¿recibiste mi poema?
- Ah, sì, muy bonito, gracias. Sobre todo muy oportuno, se lo enviè a alguien muy especial que, justo, me enviò uno ese dìa y yo no tenìa algo bonito para corresponderle. Gracias a ti, tuve el gusto de corresponderle. Espero no te moleste.
- Bueno....no es lo ideal...
- Ah, pero no te afanes, ni idea tiene de que me lo enviaste tù.
- Pues, bueno, quedaste muy bien, muy afectuoso. Y no sabe nada de mì....supongo que es mejor para ti. Debió recibirlo feliz pensando que era tuyo. ¿Quieres que te envìe màs? Tengo muchos.
- ¿Te molestaste? ¡Pero què tontería! No tiene nada de malo, es solo un poema y yo querìa enviarle uno. A ti no te mando porque no hace falta, si ya tù me adoras.
- Bueno, sì, es verdad.
- ¿Ves?
- Sì, perdóname, por favor.
- Bueno, pero que no se repita, que me cansan estos reclamos sin sentido.
- ¿Oye, recibiste el libro que te enviè?
- Ah, no. Han venido un par de veces a traerlo, pero yo no estaba y dejaron un volante para que lo recoja.
- ¿Cuàndo iràs por èl?
- Es el libro que habla de nosotros ¿no? Yo ya me sè esa historia, no hay prisa, luego voy.
- No, no es ese libro.
- Pero igual, cuando tenga que ir al otro lado de la calle, que es en donde indica el volante que debo reclamarlo, paso y lo recojo. Es que tu sabes, la ciudad es inmensa y yo tengo que desplazarme 10 minutos cada vez que voy al trabajo. Para pasar al otro lado de la calle, tendría que desplazarme 15 minutos...toda una pèrdida de tiempo...Algún dìa tendrè que ir al otro lado de la calle,por otro asunto, y asì hago las dos vueltas de una vez. Es solo un libro ¿no?
- Sì, pero es un libro importante...para mì, por supuesto. Y tambièn van unas fotos y varias cartas. Pero tienes razón, no es importante sino para mi. No es necesario que te molestes, mejor espera a ver si te lo envían a casa de nuevo.
- Ok. No es importante. No voy a ir por èl. Pero si lo que quieres decir es, que porque no me desplazo mil enormes metros para ir por el libro, es porque no me importa, eso es tu problema. Tù, piensa lo que quieras. Como tù quieras. Ademàs, asì digas que no vaya, pues ahora sì voy, para que te fijes, ahora sì voy a ir por èl. Còmo lo ves ¿ah?
- No, diculpa. Es que, me puse tonta otra vez, al recordar que cuando te lo enviè, iba camino a internarme en la clìnica. Iban a practicarme la cirugía para extraer el tumor de mi hígado y tuve que correr mucho para alcanzar a enviarlo, ni siquiera recuerdo cuàles fotografías enviè. Me ofusquè al pensar que corrì mucho para enviarlo y tù no lo necesitas. Eso fue, pero sè que no debo tomar las cosas tan a pecho. Finalmente no pudieron hacerme la cirugía en esa ocasión, y fìjate, me la hicieron justo el 14 de junio, cuando me escribiste el mensaje por el que vine hoy. Por eso me pareciò providencial tu mensaje y, aùn cuando todavía deberìa estar en cama, vine a verte.
- Ah, lo siento. ¿Y còmo estàs?
- Bien, bien. Gracias.
- Què bueno, me da gusto que estès bien.
- Tan lindo tù :-). Sobre todo, porque sè que esas cosas mìas te aburren tanto. Por eso aprecio mucho màs que me preguntes còmo estoy.
- Còmo dices eso, tambièn tù, a veces te pregunto còmo estàs, es como se saluda ¿no?
- Sì, pero si te respondo con màs de una palabra, te aburres y te quedas callado o miras para otro lado o cambias de tema. Ademàs, me refiero a preguntar respecto a un asunto especìfico que tenga pendiente. Como la cirugía, mi trabajo...
- Y què quieres que diga, son tus cosas, tù sabes lo que haces, què tengo que decir yo.
- ¿Sabes que los niños tendrán que quedarse en la capital?
- ¿Ah, sì?
- Què bueno
- ¿No vas a preguntar por què?
- Digo....supongo que porque allà van a estar mejor ¿no? Una gran mamà, como tù, no los dejarìa en la capital si no es porque van a estar mejor. Tù sabes lo que haces. Pero bueno, cuéntame ¿por què?
- No, por nada.
- Ahora tù. ¿Para què quieres que te pregunte si no me vas a decir? Mira, la verdad, yo no te entiendo. Ya ni sè què hacer, ni què decir. Todo lo que digo tiene consecuencias desafortunadas. De verdad, no hay nada què decir porque siempre terminamos en estas plàticas que no nos llevan a ninguna parte. Fìjate. Por eso te enviè el mensaje pero no querìa hablar contigo, no hay mucho què decir. Ya no es como antes.
- ¿Antes?
- Sì, no me preguntes desde cuàndo antes porque no lo sè, no me fijè en la fecha. Pero digo antes, cuando platicábamos tranquilos de cualquier cosa, de gatopardo, de aleida, de los presidentes, a eso me refiero. A antes, cuando te podìa dejar hablando sola y te divertías con tu monòlogo en lugar de reclamarme. O cuando no leìa tus correos y te ponìas triste pero no me molestabas con esas insignificancias y me seguìas escribiendo. O cuando te decìa algunas mentirillas, y hacìas como que no te dabas cuenta y seguìas contenta..
- Pero es que antes no habìamos hecho tantas cosas juntos.
- Pues con mayor razón, ya conoces a mi familia, no importa que dejemos de vernos o hablarnos, porque algún dìa te puedes encontrar con mi mamà, y platicas con ella, o con mi papà, y asì te haces amiga de toda la familia, y cuando yo me case, vienes a conocer a mi esposa y no nos complicamos la vida. Fìjate, como Camila Parker. Nunca acosò al príncipe Carlos, se casò con un tipo para no sentir frìo y dejò al prìncipe tranquilo para que se casara, para que tuviera sus hijos, y mira, saliò ganando. Finalmente se quedò con èl. Es que ella sì fue muy inteligente.
- O sea...Tu crees....¡¡¿tù quieres que seamos amigos toda la vida :-)?!!
- Sì, claro
- Pero....¿Aunque no quieras verme?
- Nos podemos ver alguna vez y tomarnos un café. Solo eso ¿eh? Un café, y nada màs. Ni se te ocurran esas terribles ideas libertinas que se te vienen a la cabeza conmigo, yo no sè ni còmo. Dado el caso, yo te llamo, no tienes que arreglarte porque igual te ves terrible, y nos encontramos. Tomamos el café. Solo. Nada de chocolates, ni mermeladas, ni brevajes, ni cremas. Me da escalofrìo solo de pensar en esas extrañas cosas que te gustan. No sè còmo te acolité tanto. Y pues, no sè, si me haces caso y te haces amiga de mi casa, te puedo enviar saludos con mis papàs.
- Tan lindo tù :-) Gracias.
- ¿Ves còmo es de fácil?
- Sì
- Y tù, complicándome la vida. ¿Ves? Ahora ya se hizo tarde y no pude salir a pasar el aburrimiento. ¿Contenta? Me quedè aquì, ¡dos horas! solo contigo. Y hablè. Para que después no digas eso de que no me gusta hablar las cosas, y que tù sì, pero no puedes porque me volví ciego sordo y mudo. Ya ves, hablè.
- Sì, gracias. Siempre terminas teniendo razón. Eres muy lindo :-).
- ........
- ¿De verdad luzco terrible? Cuando me conociste dijiste que era muy bella...todavía paro el tràfico...
- Bueno, no he dicho que no seas bella, pero te verìas màs bella si sonrieras màs, si cortaras tu espantoso cabello de dos metros, si subieras unos 3 kilos, si no te pusieras lápiz de ojos, y si te pusieras unos tacones de unos 10 centìmetros. Puedes dejar tus calzones tal como son, que esos me gustan mucho. Y tus besos, son ùnicos.
- Pero....no comprendo. Al comienzo, dijiste que yo soy divertida, que mi cabello es precioso, que te fascinaban mis huesos, y que soy màs alta de lo que imaginabas antes de verme en persona....
- ¿Es que no podemos platicar tranquilamente, sin estar recordando lo que dijimos o lo que pensamos o lo que hicimos antes?
- Dijiste que antes platicábamos muy rico.
- Por eso, entonces platiquemos asì, de cualquier cosa. Como cuando me contabas cosas, cuentos, eso, cuando hablábamos de cine, que sabes que me encanta, de música. Eso me gusta mucho, tù hablas de todo, sabes de todo, hasta de luchadores, incleìble.
- Tan lindo tù, al decir eso :-). Por cierto, supiste la historia sobre còmo planificaron la ùltima película de kubrik?
- No, cuéntame
- Veràs. Stanley Kubrick, era amigo de Steven Spielberg desde hacìa 18 años. Una amistad un poco particular. Durante todos esos años, no se vieron màs de 12 veces, pero hablaban por teléfono ¡todos los dìas, al menos una vez por dìa!. Cuando Spielberg hizo Jurassic Park.... Kubrick ...-¿Luis Carlos?... ¿te fuiste?
- .........
- ....bueno....no...import...kubrick... querìa que el niño David fuera interpretado por un robot......y...Spielberg lo convenció de que debìa ser interpretado por.... un niño de carne y hueso, y, entonces......¿José Luis?... bueno....decìa que entonces kubrick le dijo a spielberg....: “Es mejor que hagas tù la película ahora; con la lentitud .....con la que filmo yo, cuando termine, el niño ya habrà...crecido”. José Luis.....otra vez......te fuiste.....
Tan lindo tù :-)