Me llamo laura teng 14 años i e escrit sto par entrarlo al cncurso literario d mi insti.

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Dani era un chico de 20 años, alto, y guapo. Estudiaba derecho en la universidad de su ciudad.Su padre esperaba un futuro prometedor para su hijo, aunque a él no le gustaba esa carrera no podía anteponerse a su padre, pues él le respetaba mucho. Dani dibujaba y pintaba muy bien, en sus ratos libres retrataba personas en sus cuadros. También tenía un cuaderno donde dibujaba a mano alzada todo aquello que le parecía hermoso. El chico solía sentarse en un banco del parque que había debajo de su casa. Allí dibujaba en su cuaderno, pues aquel era el lugar que más le inspiraba. Solía pasarse dos horas dibujando todas las tardes.

Una tarde en el parque, Dani se encontraba dibujando en su habitual banco. Pero aquella tarde no era como todas: hacía un sol radiante de primavera y se respiraba un intenso olor a jazmín.
El chico paró un momento a observar aquel maravilloso día. Y entonces ocurrió: Dani se dio cuenta de que una preciosa muchacha se había sentado en el banco de enfrente a leer un libro. Era la chica más bonita que sus ojos habían visto: con una brillante melena negra, ojos verdes y hermosa figura. Él no paraba de observarla y por supuesto no iba a perder la oportunidad de retratarla en su cuaderno. Cuando terminó, subió a casa y se acostó. Toda la noche estuvo pensando en aquella chica del parque.

Al día siguiente, bajó al parque. Y justo vio de nuevo a aquella muchacha que le había robado el corazón. Y entonces, transcurrieron muchas tardes y él la observaba y retrataba cada día.

Era viernes por la tarde y Dani pensó en tomarse un pequeño descanso ya que hacía un fuerte calor y necesitaba refrescarse. Se dirigió al quiosco del parque, pero se había dejado el cuaderno con los dibujos en el banco. Se levantó una leve brisa y eso permitió que varias de las hojas se desplazaran hasta el banco de la muchacha.Dani volvió, la chica se acercó a él con una leve sonrisa y con dos de los retratos que él había hecho de ella. Dani pensó que era el momento de declararse.Le dijo que no podía evitar dibujarla y que ella era lo más bonito que había visto.


La chica, halagada, se sentó con él y comenzaron una profunda conversación. Él le enseñó todos sus dibujos. La muchacha seguía sorprendida y le confesó
que se había dado cuenta de que él le retrataba todas las tardes, que una de las razones por las que iba al parque era para verle a él. Ahora Dani estaba más sorprendido todavía. Se sentaron a hablar horas y horas.

Los dos tenían muchas cosas en común. La chica se llamaba Paula, tenía 19 años y le encantaba el arte, dibujar le volvía loca. Había llegado a la ciudad hacía tan solo unas semanas, y por eso, Dani se ofreció a enseñársela. Quedaron a la noche para cenar, y después pasearían por la ciudad.

Aquella noche lo pasaron muy bien. Fueron al parque y allí se quedaron los dos viendo amanecer. Y después, al fin ocurrió lo esperado: se fundieron en un fuerte abrazo y un profundo beso.

Así acabaron los dos muchachos enamorados, viendo amanecer en el parque de sus hermosas tardes de primavera.