Hemos construido tantos momentos: alegres, tristes, acompañados y solitarios.

Se vienen a mi mente algunos y no se ubicarlos en el tiempo; confundo fechas, eventos, lugares y amigos con quien los vivimos; varios creería que fueron hace poco tiempo, los mantienes cerquita “se que te alivianan la vida” pero me detengo a comparar fechas y han transcurrido décadas; otros oscilan en el tiempo como unos hijos bastardos que quieres ocultar, te avergüenzan y restan a tu existencia, hay tan buenas experiencias compartidas que me consideraba parte de ti

Pero ahora contemplando este trayecto, observo que le falta algo al corazón, el arrepentimiento te consume, con una culpa invisible que te oprime situándote en medio de una prensa hidráulica que expele tu buena energía, nuestra relación muto a solo una dependencia corta y efímera de alegría que te desciende y refleja tu peor faceta.

Hemos llegado al final,
ya no completo tu felicidad,
debe ser un absoluto y total  adiós.

Att. El Alcohol.