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Tiene que ser gay

Debes estar bromeando, no puedes estar hablando en serio. Acaba de contesta Lorena, asombrada por lo que Carisa, su única amiga, acerca del nuevo chico que conoció hace unos meses en su centro de estudios.

Lorena y Carisa han sido amigas por mucho tiempo, desde el colegio, en realidad su concepto de amistad no esta lo suficientemente claro como para que se atrevan a decir que serán amigas para siempre, pues siempre una de ellas anda ambicionando y envidiando lo que la otra tiene.

Hace más de tres meses que Carisa conoció a Salvador, le hablo mientras pedía ayuda para rescatar unas monedas que sin querer dejo caer en un pequeño charco de agua, a Lorena le pareció muy amable y más agradable luego de que conversaron. Desde aquel día han sido más que amigos inseparables. Claro que Carisa encuentra demasiado simpático a Salvador y se si atreviera más, hasta podría enamorarse de él, pero hay algo en sus ojos un nose que en la mirada de Salvador que parece extraviada, perdida, como buscándose, aquello es demasiado extraño para Carisa, y por ello anda preocupada estos días y por esa razón, también, pidió consejos a su vieja amiga, que lejos de ayudarla se interesaba más en escuchar lo muy atento y bueno que era el tal Salvador.

Te lo juro Lorena cuando paso un mes de andar juntos me regalo este enorme peluche, dice Carisa mientras muestra a la pantera rosa versión gigante, tan gigante que Carisa tiene que esforzarse para poder sostener a dicho animal que pesa como uno vivo. Además, continua Carisa, cada día suele recibirme con una rosa que se roba en la madrugada de su casera que parece una arpía; deberías ver las manos del pobre Salvador están todas arañadas, agrega de manera jocosa Carisa. Me compra, siempre, unas trufas de chocolate que son riquisimas y en la tarde luego de estudiar prepara para mí un enorme sándwich de pollo, hasta apostaría que cocina mejor que yo y tu bien sabes que yo apenas y hiervo el agua amiga, comenta resignada Carisa. Cuando puede y él nuca quiere, le obligo a que vea las telenovelas conmigo, aunque la mayor parte del tiempo se la pasa durmiendo, es muy tierno verlo así, soportando esos bodrios sólo por mí, dice feliz Carisa.

Ha dejado de ver a sus amigos para verme a mí, juega con mi hermanito cada vez que viene a visitarme, que juego inventará que los dos ríen como un par de locos, y eso es algo raro pues tú sabes, amiga, que mi hermanito es algo arisco con la gente que no conoce, continua relatando Carisa las bondades del hombre que parece estar entregando todo a cambio de nada. Escribe unas canciones hermosas, tienes que escucharlas amiga, creo que ha escrito una para mí, pero aún no la quiere mostrar, menos cantar, quizás se avergüenza de su voz, yo le he dicho que canta bien, pero él cree que le hago trampa para que me siga invitando esas trufas deliciosas, ríe Carisa. Debo confesarte que besa de una manera tan andrógena que me confunde, juro que me pierdo en sus besos, es rara su forma de besar, tan tierno y violento a la vez y esas ganas que tiene de abrazarme son demasiadas diferentes a las formas que sentí antes, parece que tratara de refugiarse en mi, como escondiendo alguna pena, como si en mí, el dolor se diluyera, explica Carisa.

Siento tristeza cuando llora sin querer, dice que es una extraña enfermedad que no podría entender, pero que todos los días lucha para sentirse mejor, a eso se deberás las patillas que toma, no creo que Salvador este consumiendo éxtasis a mis espaldas, trata de bromear Carisa para hacer sonreír a Lorena que esta a punto de entrar en sueño profundo por las tantas cosas que parecen sacadas de la imaginación de un franciscano. Hace unas semanas descubrí su diario, suena raro pero es cierto, en realidad es un cuaderno donde relata el día que pasó a mi lado, escribe sueños que espera cumplir, planes futuros, como casarse en esmoquin, tener una hermosa hija, grabar un disco y para mi asombro todas sus metas llevan mi nombre, me alegra saber que estoy incluida en sus planes, pero le apenaría saber mi verdad.

No se que hacer amiga, es demasiado bueno para sentir amor, no sabe querer, se nota en sus maneras, es muy sincero, habla demasiado, no guarda lo que siente, eso esta bien en cuentos de hadas, pero en este mundo jamás. Es la oportunidad que puedo echar a perder solamente por no atreverme, y en el fondo creo que esa será mi verdad, tal vez tengas razón Lorena, a esta edad debe haber cosas más importantes, le haré un daño espantoso, pero en ciertos casos no puede herir tanto perder algo que jamás se tuvo: el corazón. Así será mejor, ya pronto encontrará a su mejor imposible, como dices tu Lorena. Además, analizando desde tus zapatos a Salvador puede que tengas razón, es tan noble que no puede mentir, parece que sufre tanto que su única salida es el amor y lo último que podría creer, Lorena, sería lo que dicho ahora acerca de él: tiene que ser gay.
Datos del Cuento
  • Categoría: Hechos Reales
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